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Clinton asume la responsabilidad política por el ataque en Bengasi

La secretaria de Estado norteamericana sale al rescate del presidente Obama en las horas previas al debate con Mitt Romney

Yolanda Monge

Su intención declarada era evitar que el conflicto se convirtiera en “una especie de emboscada política”, como ella misma dijo, pero lo que ha hecho la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, al asumir la responsabilidad por el ataque del pasado 11 de septiembre al consulado de EEUU en Bengasi (Libia), es acudir al rescate de su jefe Barack Obama.

A menos de un día de que el presidente de Estados Unidos se enfrentara a su rival Mitt Romney en el segundo debate presidencial que debía celebrarse anoche en el Estado de Nueva York –y a sabiendas de que no le fue nada bien en el primero-, Clinton intentaba poner fin a una polémica que lleva semanas enrareciendo la campaña demócrata debido a las audiencias abiertas en el Comité de Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes para analizar la situación de seguridad previa al asalto de Bengasi. La semana pasada, durante el debate entre los vicepresidentes, la primera pregunta que abrió el cara a cara fue precisamente lo sucedido en Libia.

“Asumo la responsabilidad”, declaró Clinton a la cadena CNN en Lima (Perú), donde estaba de visita oficial, tras ser preguntada sobre qué figura del Gobierno debería de recaer el peso del atentado de Bengasi, en el que murió el embajador Chris Stevens –amigo personal de Clinton- y otros tres estadounidenses. La jefa de la diplomacia enfatizó que la seguridad de todas las misiones diplomáticas en el extranjero son su trabajo, no el de la Casa Blanca.

La oposición republicana lleva días insistiendo en que no se hizo lo suficiente para defender la legación de Bengasi, asaltada por extremistas islamistas el pasado 11-S con la excusa de un vídeo que ridiculizaba al profeta Mahoma, y que se obviaron las peticiones de incremento de seguridad del perímetro del consulado.

La semana pasada, la Casa Blanca, a través de su portavoz, Jay Carney, aseguraba que el presidente estaba centrado en averiguar qué pasó exactamente y calificó de “desafortunados” los intentos de los republicanos –encabezados por Mitt Romney- de politizar el ataque e intentar sacra puntos de un ataque terrorista que había costado la vida a cuatro estadounidenses.

La titular de Exteriores aseguró que su misión ahora es garantizar que no se vuelva a producir un ataque así, pero también asegurarse de que no se frena la diplomacia, porque Estados Unidos "no puede retirarse, no puede no relacionarse".

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A medida que avanza la investigación, la idea que prevalece es que extremistas vinculados a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), la principal amenaza terrorista en el Norte de África, tuvieron un papel destacado en el asalto, según funcionarios militares y de los servicios secretos.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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