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El formato del debate: un cara a cara con el público

Los candidatos responderán a las preguntas del público directamente

Plató del debate en la Universidad de Hofstra, en Nueva York.
Plató del debate en la Universidad de Hofstra, en Nueva York. WIN MCNAMEE (AFP)

El segundo debate presidencial, que tendrá lugar hoy en la Universidad de Hofstra, en Nueva York, durará, como el anterior, 90 minutos. Comenzará a las 21.00, hora de la costa atlántica de EE UU, las 03.00 de la madrugada del miércoles en la España peninsular. EL PAÍS lo emitirá en directo en su portal de información relativa a EE UU. La diferencia principal en este debate es que los candidatos contestarán a preguntas formuladas por los asistentes entre el público, y no sólo por la moderadora, la presentadora de CNN Candy Crowley.

Ambas campañas firmaron un acuerdo, de 21 páginas, en el que se estipulan todas las normas de los debates. La moderadora sólo se puede dirigir a Obama como “señor Presidente” o “señor Obama” y a Romney como “Gobernador” o “gobernador Romney”. Se prohíbe terminantemente a la audiencia aplaudir, vitorear o abuchear a los candidatos. Los candidatos pueden tomar notas, y no se pueden preguntar entre ellos. Una moneda lanzada al aire decidirá quién responde a la primera pregunta. A los 80 miembros del público los ha seleccionado la consultora Gallup, para que sean una muestra representativa del electorado.

Según ese documento suscrito por ambas campañas, un miembro del público efectuará una pregunta. Los candidatos tendrán dos minutos, cada uno, para responder, por turnos. “Después de esas respuestas iniciales, el moderador invitará a los candidatos a que respondan a las respuestas previas”, se dice en ese texto. Crowley, la moderadora, ha dicho en varias entrevistas en CNN que entiende que eso le da libertad para efectuar preguntas a los candidatos, algo por lo que las campañas han protestado. De hecho, en otro punto del documento, se asegura: “El moderador no efectuará preguntas de seguimiento o comentarios”.

El público seleccionado le ha enviado ya las preguntas a Crowley. La periodista las ha leído, sin compartirlas con los candidatos o sus asistentes. “La moderadora se asegurará de que los miembros del público efectúan preguntas sobre política exterior y seguridad nacional, por un lado, y política nacional y económica por el otro”, se dice en el documento electoral. En directo, Crowley elegirá a aquellos que pueden preguntar, que no podrán interrogar a los candidatos sobre otros asuntos no aprobados previamente.

Los candidatos, que estarán sentados en sillas altas, se podrán mover por una zona delimitada por los organizadores del debate. En un cara a cara similar en 2000 el demócrata Al Gore provocó la hilaridad del público al moverse por el plató y mirar fijamente a George W. Bush mientras este trataba de responder a una pregunta. Es este un formato que se introdujo por primera vez en 1992, en un debate a tres bandas entre el demócrata Bill Clinton, el independiente Ross Perot y el republicano George H. W. Bush. A este último le perjudicó el mirar su reloj de forma algo nerviosa, ante toda la nación. Acabó perdiendo los comicios.

Respecto al cara a cara de esta noche, ambos candidatos están acostumbrados al formato de preguntas del público. Es un recurso habitual de los eventos de Romney, que suele responder cómodamente a preguntas que no ha filtrado su campaña previamente. Obama ha tenido 58 diálogos con el público de ese tipo desde que ganó la presidencia, 16 de ellos desde que comenzara la campaña.

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