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El transporte y la electricidad tardarán al menos tres días en volver a Nueva York

Los problemas del transporte público y la electricidad demorarán días la vuelta a la normalidad

Un coche sumergido por la crecida en la calle 14 de Manhattan el lunes.
Un coche sumergido por la crecida en la calle 14 de Manhattan el lunes.John Minchillo (AP)

A Nueva York le llevará varios días recuperar la normalidad. El Lincoln Tunnel empieza a operar bajo el río Hudson, solo en una dirección, de Manhattan hacia Nueva Jersey, pero fue la primera buena noticia tras el lento paso de la tormenta Sandy. Ya se han reabierto los puentes que conectan Manhattan con Brooklyn y Queens. "El daño es enorme", ha informado el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. Ha confirmado que hay por lo menos 18 muertos en el área metropolitana. "Quédese en casa, no queremos más víctimas", ha dicho.

Bloomberg ha explicado que la prioridad es restaurar el sistema eléctrico y de transporte. El alcalde ha asegurado que no hay un calendario determinado para restaurar el servicio de autobús y de trenes. Espera que empiece a lo largo de esta tarde en el caso del autobús. No ha concretado tampoco sobre la reapertura de los aeropuertos. Se espera que el aeropuerto JFK abra mañana. El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, calcula que llevará al menos una semana recuperar el tren de cercanías que conecta las dos orillas del Hudson, el PATH. Bloomberg ha dicho que se dará por satisfecho si el transporte y la electricidad consiguen restablecerse por completo en tres a cuatro días en el caso de la luz y de tres a cinco días en el caso del transporte.

"Esperábamos un impacto sin precedentes y es lo que hemos tenido", ha dicho el alcalde al concluir su comparecencia. El gobernador del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo, insiste que las secuencias de las últimas tormentas "no deben sorprender a nadie" y por eso cree que deben rediseñarse los sistemas de la ciudad. Tanto al alcalde como al gobernador se les preguntó sobre la opción de levantar un muro de contención en las zonas más bajas de la ciudad, un tema muy recurrente desde la catástrofe causada por el huracán Katrina en 2005.

La tempestad empezó a hacer historia al superar con la crecida el récord de 1821, cuando un huracán sin nombre inundó las zonas más bajas de la ciudad. El objetivo se concentró anoche en preservar la red de túneles que teje la entraña de granito sobre la que se levanta la ciudad de los rascacielos. Los responsables de la MTA —el regulador del transporte— dicen que fue el mayor reto en los 108 años de vida del metro de Nueva York, el más grande del mundo.

El momento más complicado de la noche fue entre las 20.30 hora local (2.30 en la España peninsular) y las 22.30 (4.30). El momento en el que el huracán tocaba tierra coincidió con la marea alta, en luna llena. La zona baja de Manhattan quedó inundada, y comenzaron los problemas de suministro eléctrico desde la calle 39 hacia el sur. En Queens, un incendio destruía medio centenar de casas.

Ahora comienza el lento proceso de evaluación de la situación tras el fuerte golpe de la tempestad, cuyo impacto superó al del huracán Irene hace un año. El punto de partida son cerca de dos millones de hogares sin luz en el área, la mitad en Long Island. En la ciudad de Nueva York, en concreto, hay 684.600 afectados, de los que 231.760 en Manhattan. Los túneles de las líneas de metro que pasan bajo el East River están inundados y la red de trenes de cercanías está sin luz desde la estación central en Manhattan hacia Connecticut.

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El Midtown Tunnel (entre Manhattan y Queens), que nunca en su historia tuvo que ser cerrado, también está lleno de agua, pero la previsión es que se reabra a mediodía. Recuperar todos estos puntos estratégicos es clave para que se pueda retomar la actividad. La jornada del martes se dedicará a determinar los daños en el sistema de transporte urbano, para eso hay que sacar todo el agua primero. Preocupa el agua salada que entró por la crecida de la marea.

La zona que más inquieta es el bajo Manhattan, donde ni siquiera funcionan los semáforos; pero también hay problemas en Brooklyn. Y sin electricidad ni transporte público, la actividad económica en la ciudad queda completamente paralizada. Cuando cese el viento, abrirán los puentes y podrán funcionar los autobuses más pronto que tarde. Entre tanto, en la Bolsa de Nueva York tienen la intención de volver a abrir este miércoles, aunque sea solo de forma electrónica.

El parón en la vida de la ciudad afecta inevitablemente a las principales atracciones turísticas de la metrópoli, como sus museos y centros de espectáculos en Broadway, que seguirán cerrados durante la jornada de hoy. Sólo volverán a abrir al público cuando el transporte urbano esté operativo. Central Park también permanece cerrado porque en este momento están haciendo una evaluación de daños, y se teme que por culpa de las fuertes rachas de viento siga habiendo caídas de ramas y árboles. Los organizadores del Maratón de Nueva York están evaluando la situación en Central Park. Hace lo posible para que pueda celebrarse este domingo. Las autoridades locales piden paciencia y que los vecinos se queden en casa porque sigue siendo peligroso salir fuera.

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