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Egipto sigue con escepticismo las elecciones de EE UU

Las fuerzas laicas recelan de Obama tras el espaldarazo de Washington a Morsi

Barack Obama de dirige al mundo árabe desde la universidad del Cairo, durante el viaje oficial a Egipto, en junio de 2009.
Barack Obama de dirige al mundo árabe desde la universidad del Cairo, durante el viaje oficial a Egipto, en junio de 2009.REUTERS

Muy lejos queda el brillo y la ilusión que desprendía en 2008 la candidatura del entonces senador Barack Obama. Y no sólo para los granjeros de Iowa o los obreros de Ohio, sino también para la llamada calle árabe. Los medios de comunicación egipcios siguen de cerca las elecciones presidenciales de EE UU, que rivalizan solo con la crisis siria por abrir las secciones de noticias internacionales. Sin embargo, más allá de los analistas, el egipcio de a pie muestra una actitud más bien indiferente hacia los comicios de la única superpotencia mundial.

“Me da igual que gane Romney o Obama. La experiencia nos demuestra que la política de EE UU hacia nuestra región no cambia demasiado sea quien sea el presidente”, opina Mohamed, un anciano conserje que se declara crítico con el Gobierno del presidente Morsi. “A veces nos dedican bonitas palabras, pero todos los presidentes estadounidenses sigue una misma agenda, la de Israel”, apostilla con desdén.

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A pesar de la larga cadena de acontecimientos históricos que ha experimentado el mundo árabe durante el último año y medio, y que ha incluido varias revoluciones, guerras civiles, y una intervención militar extranjera, los egipcios continúan valorando a EE UU bajo el prisma del conflicto árabe-israelí.

“Vi el último debate, el de política exterior. Me sorprendió que dedicaran tanto tiempo a hablar de Israel. Entiendo que el voto judío es importante, pero al final, ¿son unas elecciones de EE UU, no?”, se lamenta Manar, una joven licenciada en Lengua y Literatura Inglesa. En general, se siente decepcionada por la actuación de ambos candidatos. Ahora bien, si tuviera que escoger a uno, se decantaría por Obama: “Es una persona que entiende mejor la diplomacia y la relaciones internacionales”.

Tampoco los comentaristas políticos se mostraron especialmente impresionados por el desarrollo del debate sobre política exterior, que incluyó un segmento específico dedicado a Oriente Medio. La mayoría coinciden en señalar que las cuestiones internacionales pesarán muy poco en este ciclo electoral, dominado sobre todo por la economía y el empleo.

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“Lo que más me sorprendió es lo limitado del debate, la frecuencia con la que recurrieron a lugares comunes, y las pocas ideas nuevas que cualquiera de los candidatos fue capaz de ofrecer en uno de los momentos más fascinantes de la historia reciente de Oriente Medio”, escribió en su blog el analista Issander Amrani. Como muestra del bajo nivel de la plática, Amrani señala que Romney cometió varios errores de bulto, como asegurar que Irán necesita de Siria para tener acceso al mar.

Aunque la mayoría de egipcios que se moja por un candidato lo hace por Obama, Romney cuenta también con un grupo de seguidores, sobre todo, entre aquellos sectores más hostiles al islamismo político. De hecho, cabe recordar que incluso George W. Bush tenía un cierto apoyo en la región, sobre todo entre las minorías cristianas.

“La revolución egipcia apoya a Mitt Romney”, rezaba un cartel en la reciente concentración celebrada en Maspero para conmemorar la masacre de manifestantes cristianos que allí tuvo lugar hace un año. El activista que lo sostenía se mostraba muy crítico con Obama por “defender a Mubarak hasta el final”. “También apoyó a la Junta Militar, a pesar de las múltiples abusos que se cometieron. Estoy seguro de que el compromiso de Romney con los derechos humanos será mayor”, afirma.

En Egipto, existe la convicción que el espaldarazo de Washington a Morsi fue decisivo para que éste purgara la Junta Militar. De ahí, que algunos laicos no expresen ningún tipo de simpatía hacia Obama. En cambio, sucede lo contrario con los militantes islamistas. “Prefiero a Obama. Romney sería como Bush, un presidente agresivo contra el mundo islámico”, explica Omar, un estudiante afiliado a los Hermanos Musulmanes.

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