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La policía blinda el Congreso mexicano ante la investidura de Peña Nieto

La oposición advierte de que convocará protestas en todo el país el próximo sábado

Salvador Camarena

Las autoridades mexicanas han convertido en un búnker la sede de la Cámara de Diputados, donde está programada para el próximo sábado la toma de posesión [investidura] de Enrique Peña Nieto como presidente de México para el periodo 2012-2018.

Desde las primeras horas del domingo, miembros del Estado Mayor Presidencial, encargado del resguardo y seguridad del mandatario, han instalado vallas metálicas de tres metros de altura en las calles circundantes al Palacio Legislativo de San Lázaro.

También desde el mismo domingo quedó suspendida la operación de cuatro estaciones de Metro, y otras del Metrobús [autobuses urbanos], relativamente cercanas al Congreso. Las medidas han causado atascos en los alrededores y molestias a los usuarios del transporte público.

Tan anticipado cierre de esas vías y estaciones es causa de las protestas principalmente difundidas en las redes sociales, donde se ha criticado una medida que por sí sola habla de que, en su retorno al poder luego de doce años en la oposición, el Partido Revolucionario Institucional no quiere que nada empañe la ceremonia de asunción de Peña Nieto.

Distintos grupos sociales y partidos han anunciado que llevarán a cabo protestas en repudio a la llegada a la presidencia del exgobernador del Estado de México. La semana pasada, portavoces del movimiento #Yosoy132, que surgió luego de una ruidosa protesta estudiantil en contra de Peña Nieto en la campaña electoral, anunciaron su intención de hacer un cerco a San Lázaro mediante una valla humana. Cabe mencionar que el movimiento #Yosoy132, que nació en mayo de este año, luce mucho más dividido que hace unos meses.

Por su parte, el excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador hizo un llamamiento a sus seguidores en todo el país, agrupados en el naciente partido político Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), a congregarse el sábado en distintos puntos del país para repudiar a Peña Nieto.

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“El 1 de diciembre, 11 horas en las capitales de los estados habrá actos de protesta por la imposición de EPN. En el DF [Distrito Federal] será en el Ángel [de la Independencia]”, publicó López Obrador el viernes en su cuenta de Twitter. El Ángel de la Independencia es un monumento en el Paseo de la Reforma, que se sitúa a solo cinco kilómetros de la sede del Congreso.

Por su parte, un portavoz del partido de la Revolución Democrática (que ha sufrido una baja en sus militantes con el nacimiento de Morena) dijo este domingo que la comparecencia de Peña Nieto a San Lázaro "no será un día de campo”, según las palabras textuales del secretario general del PRD Alejandro Sánchez Camacho.

El programa oficial del sábado se compone de al menos tres actividades. Peña Nieto recibiría muy temprano en el Congreso de la Unión la banda presidencial que hasta ese día portará Felipe Calderón Hinojosa. Contrario a lo que solía ser la tradición, el nuevo presidente no dará su primer discurso en el recinto legislativo, sino en Palacio Nacional, a donde acudirán cientos de invitados. Posteriormente habrá una comida con invitados especiales. No será sin embargo la primera ocasión en que un presidente no pronuncie su discurso inaugural en el Congreso. Felipe Calderón, tras un accidentado proceso poselectoral, lo tuvo que pronunciar en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México.

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