_
_
_
_
_

Clinton asume la responsabilidad por los ataques en Bengasi

La secretaria de Estado defiende el trabajo de la Administración tras el atentado y pide a los republicanos que colaboren ante las nuevas amenazas en la región

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha asumido este miércoles toda la responsabilidad por el atentado que el pasado 11 de septiembre acabó con la vida del embajador y otros tres ciudadanos en el consulado estadounidense en Bengasi. Clinton ha comparecido en una audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado y pidió a sus miembros que trabajen con su sucesor en el cargo para responder a las nuevas amenazas en el norte de África.

Clinton ha respondido a diversas cuestiones sobre los problemas de seguridad detectados en el consulado de Bengasi, las medidas adoptadas para protegerlo, la respuesta de Estados Unidos a amenazas terroristas en el norte de África, y la reacción del Departamento de Estado para impedir que se produzcan atentados similares en el futuro.

"Asumo toda la responsabilidad y nadie está más comprometido que yo con aprender de las lecciones de este ataque", ha dicho la secretaria. Clinton ha afirmado que el Departamento de Estado creó una comisión interna para determinar las diferentes medidas que pueden impedir que se repita un ataque similar y que todas ellas, un conjunto de 65 cambios estratégicos que afectan tanto al funcionamiento interno del Departamento como a sus embajadas en el exterior, serán aplicadas antes del mes de marzo.

La responsable de la diplomacia estadounidense ha contestado a diversas cuestiones sobre las medidas de seguridad adoptadas por el Departamento para proteger a sus representantes en el extranjero, especialmente tras la inestabilidad creada por la Primavera Árabe

Por la tarde, la secretaria participó durante más de tres horas en una sesión similar ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes. Allí volvió a defender su responsabilidad y enfatizó la falta de recursos del Departamento de Estado también condiciona el nivel de seguridad que puede ofrecer a sus empleados. “Desde 2007 el Departamento ha pedido más fondos para construir embajadas y para aumentar la seguridad y, salvo en 2010, ha recibido un 10% menos de lo que necesita”, aseguró. “Es muy importante que cambiemos las leyes para que podamos contratar a las fuerzas de seguridad de mayor calidad, en vez de las que resulten menos costosas”.

Una de las acusaciones más duras que se han escuchado durante la audiencia llegó de parte del senador republicano Rand Paul, quien definió el ataque en Bengasi como un ejemplo "inexcusable" de la "falta de liderazgo" de la secretaria. "Me alegro de que usted asuma la responsabilidad porque nadie es más responsable que usted", ha declarado.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Clinton ha contestado refiriéndose al comité independiente que fue creado poco después del ataque para establecer las causas de la agresión y cómo puede responder el Departamento de Estado en el futuro para evitarlo, así como a la ausencia de información clasificada que pudiera impedir que los congresistas tengan acceso de los mismos datos que el Gobierno. "Una de las razones por las que usamos investigadores independientes es para sacar esta discusión del juego político. Estoy a favor de la transparencia y de asumir responsabilidades como ya he hecho", ha respondido la secretaria.

"Es absolutamente necesario que este Comité trabaje con el nuevo secretario de Estado para entender los desafíos, cada vez más complejos, a los que nos enfrentamos en el extranjero", ha dicho Clinton. "Puede que no nos pongamos de acuerdo en todo, pero centrémonos en lo que verdaderamente importa. Debemos ser sinceros, no sabemos a qué nos enfrentamos en esta nueva realidad revolucionaria en el norte de África y en Oriente Medio".

La secretaria ha pedido al comité que abandone confrontaciones como las que rodearon a las declaraciones de la embajada de EE UU ante Naciones Unidas, Susan Rice, y que terminaron con su rechazo a ser considerada como su sustituta al frente de la diplomacia. Clinton ha defendido duramente el papel de Rice y sus declaraciones cuatro días después del atentado en el consulado -cuando afirmó que el ataque respondió a una “revuelta espontánea”-y pidió a los senadores republicanos que dejaran a un lado sus dudas sobre el instante exacto en que la Administración reconoció que se trataba de un ataque terrorista.

"¿Qué diferencia supone eso en un momento en que el Gobierno todavía estaba intentando determinar las causas de la muerte de cuatro ciudadanos estadounidenses?" ha respondido Clinton, con un gran enfado, y golpeando la mesa con su mano derecha. "Tardamos varios días en tener una imagen clara de lo que había ocurrido".

La secretaria ha reconocido que la inestabilidad en Libia, meses antes de la caída de Gadafi, suscitó conversaciones sobre cómo proteger el consulado en Bengasi y la embajada en Trípol

La responsable de la diplomacia estadounidense ha respondido a diversas cuestiones sobre las medidas de seguridad adoptadas por el Departamento para proteger a sus representantes en el extranjero, especialmente tras la inestabilidad creada por la Primavera Árabe en diversos países de la región. Varios políticos republicanos han afirmado desde entonces que la secretaria rechazó peticiones de diversas embajadas para aumentar la seguridad, algo que Clinton rechazó este miércoles, afirmando sentirse "sorprendida" por tales suposiciones.

Algunos senadores también han cuestionado por qué EE UU no ha logrado detener a nadie en relación con el atentado en Bengasi, oportunidad que Clinton ha aprovechado para defender una vez más al Gobierno: "No creo que nadie pueda dudar del presidente Obama cuando promete hacer justicia".

Clinton ha declarado al comienzo de su comparecencia, con la voz entrecortada, que la muerte del embajador Chris Stevens "es un asunto personal, no solo profesional" y que se siente responsable por las vidas de los 70.000 empleados del Departamento de Estado. La secretaria ha reconocido que la inestabilidad en Libia, meses antes de la caída de Gadafi, suscitó conversaciones sobre cómo proteger el consulado en Bengasi y la embajada en Trípoli, pero que al final Stevens decidió no trasladarse a otras localizaciones más seguras.

Ante la insistencia de los republicanos sobre la falta de seguridad y la respuesta del Departamento de Estado en las horas posteriores al ataque, Clinton ha intentado zanjar la polémica pidiendo a los senadores que colaboren con la Administración y que tomen en serio la amenaza a la que se enfrenta EE UU -especialmente tras los acontecimientos en Malí y Argelia- en el norte de África. "Es el momento de ponernos serios en la colaboración de este Congreso con la Administración si de verdad queremos responder juntos a todas las amenazas a la seguridad en este país", ha dicho Clinton.

La secretaria se encontró de nuevo con el rechazo del senador John McCain, uno de los más duros con el Gobierno de Obama y el que más ha criticado su gestión de la crisis en todos estos meses. "No es verdad que diéramos al embajador Chris Stevens la seguridad que necesitaba para enfrentarse a las amenazas en territorio libio. Usted le conocía muy bien y yo también", ha insistido McCain.

"Entiendo cómo se siente, senador, pero no estamos de acuerdo sobre lo que pasó y lo que no en torno a las explicaciones que dio la Administración", ha respondido Clinton. La responsable de la diplomacia defendió que EE UU no tuvo acceso, por ejemplo, a las cámaras de seguridad del consulado durante varias semanas, algo que hubiera ayudado a determinar la evolución y las causas de lo ocurrido en su exterior.

Cuando el senador republicano Bob Corker defendió que Bengasi "simboliza la falta de preparación" de EE UU en el norte de África, éste recibió otra dura respuesta de Clinton, quien ha recordado que el ataque "no surgió de la nada" y recuerda el profundo cambio que vive la región tras la Primavera Árabe de 2011. "No creo que muchos pensaran al comienzo de esta Administración muchos pensaran que en dos años habrían caído Mubarak, Gadafi y Ben Ali", indicó. "Espero que todos apreciemos las oportunidades para la democracia en la región".

Clinton ha abandonado la sala tras despedirse de varios senadores republicanos y con un mensaje de optimismo tanto para el comité como para su sucesor: "Hoy, después de cuatro años y cerca de un millón de millas recorridas por todo el mundo, tengo más fe que nunca antes de que mantendremos la seguridad de nuestro país y nuestros ciudadanos".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_