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Tagle, joven, moderado y conectado con el pueblo

Altos cargos de la Iglesia consideran al arzobispo de Manila un progresista moderado, capaz de mantener el equilibrio con las doctrinas conservadoras

Foto: reuters_live | Vídeo: REUTERS-LIVE

Cuando el pasado 11 de febrero el papa Benedicto XVI renunció al cargo, Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila desde octubre de 2011, declaró estar “sorprendido” y “triste”. “Nos sentimos como niños aferrados a un padre que les dice adiós”, aseguró al tiempo que alababa sus “humildad, honestidad, coraje y sinceridad”.

No hay un claro favorito para sustituir a Joseph Ratzinger, pero Tagle, filipino, de 55 años, nombrado cardenal en noviembre pasado, figura en la lista de los candidatos en un momento en el que el puesto antes reservado a los italianos está abierto para todos —aunque alrededor de la mitad de quienes votarán en el cónclave que designará al próximo jefe de la Iglesia Católica son europeos— y el número y el empuje de los creyentes en Latinoamérica, África y Asia será un factor a tener en cuenta.

Tagle trabajó con Ratzinger en la Comisión Teológica Internacional del Vaticano, de la que formó parte entre 1997 y 2002. Su cercanía a Benedicto XVI —un conservador inflexible en los asuntos sociales y teológicos— podría jugar en su favor, al igual que el hecho de que dirija una diócesis con tres millones de católicos en un país baluarte de esta religión en Asia, una zona del mundo dominada por el hinduismo, el islamismo y el budismo, pero en la que la fe católica está en alza.

El arzobispo filipino dejó entrever su lado conservador en comentarios efectuados tras ser elevado a cardenal: "La Iglesia debe descubrir el poder del silencio. Confrontada con las penas, dudas e incertidumbres de la gente, no puede pretender dar soluciones rápidas". A pesar de ello, altos cargos de la Iglesia le ven como un progresista moderado, que sabe mantener el equilibrio con las doctrinas conservadoras.

Para los filipinos, Tagle es la esperanza asiática

Luis Antonio Tagle nació el 21 de junio de 1957 en Manila. Tiene fama de humilde, sencillo, espiritual, diestro con los medios de comunicación, dinámico e inteligente. Su gancho personal ha sido comparado al del fallecido papa Juan Pablo II. En Filipinas, es valorado su compromiso de toda la vida con los pobres. Hombre elocuente, ha repetido en diferentes discursos en los últimos años que la Iglesia debería adoptar una actitud más humilde y ser más abierta con las preocupaciones de la gente.

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Estudió Filosofía y Teología en la Universidad Ateneo de Manila y el seminario San José, también en Manila. Fue ordenado sacerdote en febrero de 1982, a los 24 años. Amplió estudios en la Universidad Católica de América, en Washington, donde en 1991 obtuvo el doctorado de Teología Sagrada. En 1998, entró en el Consejo Ordinario del Secretariado General del Sínodo de los obispos del Vaticano, y en 2001 fue nombrado obispo de Imus (capital de la provincia de Cavite, cercana a Manila). Para los filipinos, Tagle es la esperanza asiática.

El cardenal —el segundo más joven de la Iglesia Católica— se ha mostrado cauto ante la posibilidad de llegar a ser nombrado papa, a pesar del fervor que ha despertado su candidatura en su país, el único de Asia con mayoría católica. Pero recientemente volvió a dejar claro en un seminario en Manila su posición, bien conocida, de que los líderes de la Iglesia necesitan hacer un mejor trabajo para llegar a la gente en sus comunidades, especialmente a los jóvenes. "Los jóvenes quieren estar conectados", dijo en el foro, informa France Presse. "Esto es la base de la fe, estar conectados con Dios, conectado con los otros, con la Iglesia. Debemos regresar a lo fundamental".

Quizás por ello se sirve de las redes sociales, en las que los internautas, a su vez, están defendiendo su candidatura —la única asiática— con fervor. A las pocas horas de anunciar Benedicto XVI su renuncia, apareció en Twitter el hashtag #Tagleforpope, con comentarios como "El cardenal Tagle está cualificado, es joven y puede aportar más energía a la Iglesia Católica", "arzobispo de Manila en 2011, cardenal en 2011, ¿papa en 2013?".

No será fácil. Además de estar alejado de los centros de poder, ser tan joven y haber sido nombrado cardenal hace solo unos meses pueden ser un obstáculo insalvable. Designar a un papa de 55 años podría significar un pontificado de tres décadas, algo que provoca recelo dentro de la Curia. Pero ahora que Benedicto XVI ha sentado precedente con su renuncia, la situación cambia, porque, de ser elegido, Tagle podría permanecer en el cargo 10 o 15 años y ceder el sitio a su sucesor.

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