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Netanyahu logra un acuerdo de Gobierno

El plazo dado al primer ministro en funciones de Israel acababa el sábado Ha tenido que ceder ministerios a los nuevos partidos reforzados en las elecciones

Netanyahu en un discurso en la Universidad de Tel Aviv, el miércoles.
Netanyahu en un discurso en la Universidad de Tel Aviv, el miércoles.BAZ RATNER (REUTERS)

Después de siete semanas de negociaciones, el primer ministro en funciones de Israel, Benjamín Netanyahu, alcanzó anoche un acuerdo para formar nuevo Gobierno, haciendo notables concesiones ante el partido centrista Yesh Atid (Hay Futuro) y el derechista Habayit Hayehudi (Casa Judía), que amalgama a diversos representantes de los colonos que viven en territorio palestino, y en cuyo poder quedará precisamente el Ministerio de Construcción y Vivienda, responsable de la aprobación de nuevos asentamientos en Cisjordania y Jerusalén este.

Netanyahu se ha visto obligado a hacer grandes concesiones ante los dos nuevos partidos laicos que, juntos, obtuvieron tantos escaños como el primer ministro en las urnas. En el Gobierno previo, su partido, Likud, y el ultraconservador Yisrael Beiteinu (Nuestra Casa Israel) sumaban 20 ministerios. Decidieron acudir a las elecciones de enero coaligados bajo el nombre Likud Beiteinu. De 42 escaños logrados conjuntamente en 2009, en enero se quedaron con sólo 31. En consecuencia, Netanyahu se ha tenido que conformar con 11 carteras.

Yair Lapid, en un acto público celebrado en Jerusalén, el pasado 4 de marzo.
Yair Lapid, en un acto público celebrado en Jerusalén, el pasado 4 de marzo.RONEN ZVULUN (REUTERS)

El primer ministro mantendrá temporalmente la cartera de Exteriores, que hasta diciembre pertenecía a su principal aliado, el líder de Yisrael Beiteinu, Avigdor Lieberman, que está inmerso en un juicio por corrupción y abuso de poder. Se ha declarado inocente, y espera volver al ministerio cuando haya veredicto. Likud Beiteinu se queda además con Defensa e Interior. Dos ministerios enfrentaron en las largas negociaciones a Netanyahu con el líder del centrista Yesh Atid, el expresentador de televisión Yair Lapid, estrella en ciernes de la política israelí: el de Exteriores y el de Educación.

El de Exteriores es un ministerio codiciado por la proyección, nacional e internacional, que ofrece. Lo han ocupado primeros ministros como el propio Netanyahu, Simón Peres, Ariel Sharon y Ehud Barak, entre otros. Lapid, de quien las encuestas dicen que ganaría las elecciones si se celebraran ahora, quería inicialmente esa cartera, pero finalmente ha aceptado quedarse con la de Finanzas, desde la que podrá avanzar su promesa electoral de dinamizar la economía con ayudas al pequeño negocio y las clases medias.

La batalla por la cartera de Educación, que Lapid ganó, era más ideológica, ya que desde ella, su partido centrista está en disposición de diseñar y proponer al parlamento reformas al modelo educativo en las escuelas públicas. Muchos de los judíos ortodoxos de Israel estudian en centros educativos públicos financiados por el Estado, y Lapid quiere que este tenga más que decir en qué tipo de materias se imparten.

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Lapid se presentó a las elecciones con varias promesas que el nuevo Gobierno le ofrece la posibilidad de cumplir. Por un lado, abogó por integrar a los judíos ultraortodoxos en la sociedad, forzándoles a tomar parte en el servicio militar obligatorio del que muchos están exentos y cortando parte de los subsidios que reciben. El acuerdo de formación del nuevo Gobierno contiene la aprobación de medidas que integren a esos religiosos en las fuerzas armadas. Por otro lado, Lapid propuso reformar el Gobierno, para evitar el gasto y la burocracia innecesarios. El nuevo Gobierno tendrá, en consecuencia, 22 ministerios, frente a los 30 del último.

De 20 ministerios, la coalición electoral de Netanyahu pasará a controlar 11. Pierde poder frente a un partido centrista y otro conservador que representa en gran parte a los colonos en Cisjordania

Algo que el nuevo Gobierno le permitirá a Netanyahu es seguir con su política de expansión de asentamientos de colonos judíos en Cisjordania, sobre todo a través del ministerio de Construcción y Vivienda, en manos de Habayit Hayehudi. El líder de ese partido conservador, Naftali Bennett, se opone a la creación de un Estado palestino en la margen occidental del río Jordán y en el pasado fue líder del Consejo Yesha, que representa a los colonos de Cisjordania.

Fuera del Gobierno quedan los dos partidos ultraortodoxos con los que Netanyahu ha gobernado hasta ahora, Shas y Yahadut Hatorah (Judaísmo Unido de la Torá). Toman su poder una amalgama de fuerzas seculares y moderadas que precisamente buscan privarles a los ultraortodoxos de los privilegios de los que gozan desde la fundación del Estado en 1948. En el Gobierno previo, esos partidos religiosos ostentaban cuatro ministerios, entre ellos Construcción y Vivienda, Servicios Religiosos e Interior.

Yesh Atid tiene en el nuevo Gobierno cinco ministerios. El derechista Habayit Hayehudi, tres. A la veterana centrista Tzipi Livni, que obtuvo seis escaños con su nuevo partido, Hatnuah (El Movimiento), le corresponden dos ministerios, entre ellos el de Justicia, que ella misma ocupará, y desde el que liderará el proceso de negociaciones con los palestinos, puesto entre paréntesis en los últimos meses debido a la expansión de los asentamientos y al ingreso, el año pasado, de Palestina en la Organización de Naciones Unidas como estado observador no miembro.

En realidad, el proceso de negociación para la creación de un Estado palestino ha quedado en manos de un socio menor en la coalición. Además, según los términos del acuerdo firmado por Livni, esta deberá ceñirse a las directrices de Netanyahu en sus conversaciones con los palestinos.

“Anhelamos el día en que un primer ministro israelí diga que cree en un Estado con las fronteras de 1967”, asegura el negociador palestino Saeb Erekat. “Esa es la clave. En este gobierno [saliente], me temo, no hemos tenido un aliado en Israel en la paz. Esperamos y rezamos por que este nuevo Gobierno que se forme hoy, si se le da la opción de los asentamientos y la ocupación, o paz y negociaciones, acabe eligiendo paz y negociaciones”.

El acuerdo final de Gobierno se iba a firmar, en principio, este jueves, según fuentes de Likud Beiteinu. Ese pacto se llevará entonces formalmente al presidente de la nación, y jefe de Estado, Simón Peres. Con toda probabilidad, los ministros tomarán posesión de sus cargos la semana que viene, horas antes de la visita de Obama.

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