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EE UU advierte a Corea del Norte de que está decidido a defenderse

Las maniobras militares conjuntas EEUU-Corea del Sur deberían de ser "una prueba lo suficientemente clara" para la comunidad internacional y los norcoreanos

Yolanda Monge
El secretario de Defensa, Chuck Hagel.
El secretario de Defensa, Chuck Hagel. Jacquelyn Martin (AP)

La Casa Blanca ha asegurado en la madrugada del sábado que “se tomaba en serio” las últimas amenazas de Corea del Norte en relación con su vecino del Sur, pero recalcó que las nuevas advertencias Pyongyang son un ejemplo más de la provocación verbal que su Gobierno viene usando desde que, a principios de marzo, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas endureciera las sanciones al país asiático en respuesta por la prueba nuclear que llevó a cabo en febrero. “Corea del Norte tiene una larga tradición de retórica bélica y el último anuncio sigue esa misma senda”, señalaba el comunicado de la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Caitlin Hayden.

EE UU ha dejado claro que tiene la voluntad y la capacidad para proteger sus intereses y los de sus aliados frente a las amenazas de Corea del Norte, que esta mañana ha dado orden de preparar sus misiles para atacar las bases de Estados Unidos en Corea del Sur y el Pacífico. Con el presidente Barack Obama volando hacia Florida para hablar de economía, la habitual rueda de prensa de la Casa Blanca se ha realizado a bordo del Air Force One. El viceportavoz del presidente, Josh Earnest, ha enfatizado la determinación norteamericana de responder a las amenazas al recordar que en estos momentos EEUU está llevando a cabo “unas maniobras militares con Corea del Sur”. “Esto debería de ser una prueba lo suficientemente clara para la comunidad internacional y los norcoreanos de que tenemos la capacidad y la voluntad de proteger nuestros intereses en la región”.

El jueves por la noche, el secretario de Defensa, Chuck Hagel, dijo que Washington se estaba tomando muy en serio las amenazas de Pyongyang, horas después de que el Pentágono diera la orden de que sobrevolaran la región bombarderos furtivos B-2. EEUU recordó que durante las maniobras en curso han participado también bombarderos B-52 con capacidad nuclear. Hagel negó que el despliegue de los B-2 en Corea del Sur fuera una provocación y aseguró que “la disuasión también forma parte de los ejercicios militares” entre las fuerzas surcoreanas y las tropas estadounidenses, maniobras que comenzaron el 1 de marzo y se prolongarán hasta el 30 de abril.

“Las acciones muy provocativas y el tono beligerante han aumentado el peligro”, indicó Hagel, que también defendió la decisión de mediados de este mes de aumentar las defensas antimisiles ante las amenazas del régimen del líder norcoreano Kim Jong-un. Hagel insisitió en que el Pentágono ho había exagerado su reacción. “Solo necesitas equivocarte una vez”, dijo el secretario de Defensa.

La Casa Blanca ha reiterado hoy que la “retórica belicista” de Corea del Norte “solo profundizará el aislamiento” de ese país y que su objetivo es resolver las tensiones actuales "de manera pacífica"

La Casa Blanca ha reiterado hoy que la “retórica belicista” de Corea del Norte “solo profundizará el aislamiento” de ese país y que su objetivo es resolver las tensiones actuales "de manera pacífica". “El camino de la paz para los norcoreanos es claro”, dijo Earnest, al subrayar que Pyongyang debe poner fin a su programa nuclear, cumplir con sus obligaciones internacionales y detener su "retórica belicista".

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Earnest indicó que Estados Unidos está coordinándose con los países aliados, pero también con China y Rusia, "que tienen una participación significativa en la resolución de esta situación de forma pacífica".

Kim Jong-un celebraba "una reunión de urgencia” en la madrugada del viernes con altos generales y ha dicho que “en vista de la situación, ha llegado el momento de saldar cuentas con los imperialistas de Estados Unidos”, según ha informado la agencia oficial KCNA. Kim ha firmado un plan de preparación de los misiles y ha ordenado a sus fuerzas que se coloquen en posición de espera para atacar “en cualquier momento” Estados Unidos continental y sus instalaciones militares en Corea del Sur y las islas de Hawai y Guam. El vuelo de los bombarderos indica que la hostilidad de Estados Unidos contra Corea del Norte “ha entrado en una fase imprudente, que va más allá de la amenaza y el chantaje”, ha señalado.

La agencia surcoreana Yonhap ha informado de la existencia de movimientos adicionales de tropas y vehículos en las instalaciones de misiles de medio y largo alcance norcoreanas, según fuentes militares del Sur, informa desde Pekín Jose Reinoso.

Las amenazas de Pyongyang son en respuesta a las sanciones impuestas por la ONU al régimen por la prueba atómica que efectuó el pasado 12 de febrero

El anuncio se produce después de que el martes pasado Pyongyang dijera que había ordenado a su artillería y unidades de misiles colocarse “en posición de combate” y estar listas para atacar estos objetivos, y al día siguiente cortara la línea roja de comunicación militar con Seúl, que permite a los trabajadores surcoreanos cruzar la frontera para trabajar en Kaesong, un complejo industrial situado en el Norte, que emplea en su mayoría a trabajadores de este país aunque es operado con tecnología y dinero del Sur.

Washington asegura que dos bombarderos B-2 volaron desde una base en Missouri y dejaron caer el jueves munición ficticia sobre una cadena de islas surcoreanas deshabitadas, antes de regresar a Estados Unidos. Los B-2 han sido utilizados en maniobras militares en el pasado, incluido en 2000 en Corea del Sur, pero esta es la primera vez que hacen un vuelo de ida y vuelta a la península coreana y arrojan bombas inertes, según el Pentágono.

El anuncio de la orden firmada por Kim Jong-un forma parte del abanico de amenazas e incremento de retórica que ha desplegado Pyongyang en respuesta a los ejercicios militares y las sanciones impuestas por la ONU por la prueba atómica que efectuó el 12 de febrero pasado. Pyongyang ha amenazado con llevar a cabo ataques nucleares preventivos contra Corea del Sur y Estados Unidos y ha declarado roto el armisticio que puso fin a la guerra de Corea (1950-1953).

Las represalias y el aumento de retórica son vistos como un intento de provocar a Seúl para que suavice sus políticas y de presionar para lograr negociaciones directas con Washington, que conduzcan a la consecución de ayuda y el restablecimiento de las relaciones. Al mismo tiempo, forman parte de una estrategia interna para fomentar la lealtad al joven Kim Jong-un y reforzar el papel de los militares.

Mientras tanto, el complejo industrial de Kaesong continúa funcionando, a pesar de la interrupción de la línea de comunicación militar. A falta de esta, los permisos para que transiten las mercancías y los empleados surcoreanos crucen al Norte están siendo dados de forma verbal a través de intermediarios

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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