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Argentina también eleva los derechos de las asistentas

Hasta ahora, el millón de trabajadoras domésticas solo estaba amparada por un decreto de una dictadura militar de 1955

Cristina Fernández, este domingo en La Plata. / HO (AFP)
Cristina Fernández, este domingo en La Plata. / HO (AFP)

Casi al mismo tiempo que Brasil, Argentina también ha elevado los derechos de las asistentas al mismo nivel que el de los demás trabajadores. Antes de la ley que este jueves promulgó la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kichner, el millón de trabajadoras domésticas –la inmensa mayoría son mujeres y pobres- de su país solo estaba amparada por un decreto de una dictadura militar de 1955 que establecía condiciones de trabajo menos ventajosas que las de la ley general de contratos laborales.

El anterior presidente argentino, Néstor Kirchner, había logrado un fuerte progreso en la formalización de las asistentas. Sin embargo, su país no se encuentra entre los de mayor proporción de trabajadoras domésticas que cotizan en la Seguridad Social, según un reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que se nutre de estadísticas oficiales de cada país. Solo el 19,5% de las asistentas argentinas se encuentra registrada, frente al 42,3% de Chile, el 41,6% de Brasil y el 40% de Uruguay. La situación tampoco es tan mala como en Colombia, donde la proporción es del 9,5%, Perú, con el 8%, o Paraguay, con el 0,1%.

La nueva ley argentina establece la excedencia por maternidad. Hasta ahora, las asistentas se quedaban sin salario durante los meses previos y posteriores al parto. También estaba limitada a un mes la excedencia por enfermedad, que ahora podrá extenderse por cinco meses. La norma recorta la jornada laboral de nueve a ocho horas diarias.

Los patrones deberán contratar un seguro por accidentes de trabajo. Además, la indemnización por despido ya no será de medio mes de salario por año trabajado sino de una nómina entera, igual que la del común de los trabajadores. La ley también prohíbe que se empleen menores de 16 años.

El Gobierno seguirá estableciendo el salario mínimo de las empleadas domésticas, que hasta ahora asciende a 378 euros mensuales por 40 horas semanales. En cambio, la nómina mínima para el resto de los trabajadores es de 420 euros.

Al anunciar la promulgación de la ley en un acto en la Casa Rosada (sede presidencial de Argentina), Fernández admitió que “las mujeres que trabajan limpiando, zurciendo, barriendo, cosiendo, cuidando chicos en las casas” en algunos lugares son tratadas “muy bien” y en otros, “nada bien”. “Por ahí comen una comida los patrones y comen una comida diferente los trabajadores”, lamentó la jefa de Estado. “Yo también tengo mis colaboradores, que están conmigo desde hace muchísimo tiempo y forman parte de la familia y que hasta a veces me retan también y se enojan”, contó Fernández.

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El Ministerio de Trabajo argentino desarrollará una campaña de difusión de la ley. “Muchas veces hay gente que ni siquiera accede a la información, ni siquiera sabe que tiene los derechos. Porque hay gente que no tiene los derechos, tiene miedo a ejercerlos, la presionan, tiene miedo a perder el trabajo”, admitió la presidenta de Argentina.

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