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Peña Nieto libera a un general acusado de nexos con el narco en la era Calderón

La fiscalía reconoce que no tiene pruebas contra Tomás Ángeles, acusado por narcotráfico en mayo de 2012

Juan Diego Quesada
El general Tomás Ángeles Dauahare (derecha), en 2007.
El general Tomás Ángeles Dauahare (derecha), en 2007.MIGUEL DIMAYUGA (EFE)

El general del Ejército mexicano Tomás Ángeles Dauahare, nieto de un héroe de la revolución, ha sido puesto en libertad, absuelto del delito de nexos con el narcotráfico que le imputaba el anterior Gobierno de México. El procurador —fiscal— general de la República, Jesús Murillo Karam, certificó este miércoles que no existen pruebas y que no continuará con el juicio contra el militar, que lleva en prisión desde mayo de 2012. Enrique Peña Nieto restituye en parte el honor mancillado por la anterior administración a cargo de Felipe Calderón.

La liberación Tomás Ángeles, ratificada horas después por un juez, abre la puerta a que ocurra lo mismo con los otros tres militares detenidos en parecidas circunstancias, el general brigadier Roberto Dawe González, el general de división retirado Ricardo Escocia Vargas y el teniente coronel también retirado Jesús Hernández Soto. Ángeles, no obstante, fue el único de ellos que solicitó que ya se le dictara sentencia mientras que los otros continúan con su proceso.

Los cuatro estaban acusados de vínculos en el narcotráfico, lo que abrió en su día un debate sobre la filtración del crimen organizado en el ejército, pieza clave en la guerra contra el narco que abrió Felipe Calderón en 2006 y que se ha cobrado más de 70.000 vidas. Los académicos expertos en el mundo castrense, en cambio, interpretaron que había motivaciones políticas tras las detenciones y que eran poco probable que alguien como Ángeles –que incluso estuvo en un acto de campaña de Peña Nieto- estuviese a nómina del hampa.

Con un expediente inmaculado hasta su retiro en 2008, en los círculos de poder sorprendió mucho la detención de Ángeles, alguien con una gran influencia en las Fuerzas Armadas, en donde fue subsecretario (viceministro). El propio general persiguió a colegas implicados en el narcotráfico. Participó en 1997 en la detención y procesamiento de Jesús Gutiérrez Rebollo, un zar antidrogas que en realidad trabajaba para el Señor de los Cielos, Armando Carrillo Fuentes, célebre por contar con una admirable flota para transportar droga hasta Estados Unidos.

Calderón, al asumir la presidencia en 2006, pudo elegir a Ángeles como secretario de la Defensa Nacional pero optó por Guillermo Galván. El general ocupó la subsecretaría y fue notoria su mala relación con el entorno de Galván. Expertos en temas militares contaron a este periódico que tampoco tenía buen trato con Genaro García Luna, polémico titular de la Secretaría de Seguridad Pública. Su posterior detención supuso un golpe histórico contra el Ejército mexicano, considerada una institución ejemplar en medio de otras muy poco ejemplares. En su momento se dijo que el general protegía a los Beltrán Leyva, un desprendimiento del cartel de Sinaloa.

Con el tiempo las acusaciones han quedado en nada. La PGR informó esta semana al juez tercero de distrito que lleva el caso, Raúl Valerio, que no presentaría conclusiones acusatorias contra Ángeles. La fiscalía considera que los declaraciones de un testigo protegido, conocido con el sobrenombre de Jennifer, eran falsas. Tampoco se toma en cuenta lo que dijo en su día Sergio Villareal, El Grande, un lugar teniente de los Beltrán Leyva que lo implicaba. Desde el centro donde permanecía detenido, el general envió en su día una carta a Felipe Calderón haciéndole ver que esas declaraciones eran inverosímiles.

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Una vez que se conoce la decisión de la PGR de no continuar con el procesamiento era cuestión de días u horas que el general fuera liberado, algo que sucedió en la noche de este miércoles. Su letrado, Ricardo Sánchez Reyes, dijo a este periódico que se acaba con una injusticia e interpretó en clave política la decisión. “La decisión acredita la responsabilidad de Peña Nieto de enmendar los errores de la anterior administración”.

El general Ángeles participó pocos meses antes de su detención en un foro de seguridad en el que coincidió con Peña Nieto, entonces candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI). “Me atrevo a decir que no tenemos estrategia de seguridad nacional”, dijo allí Ángeles, cuestionando abiertamente la falta de objetivos claros en la lucha contra el crimen organizado que lideraba Calderón. El ahora presidente se desligó del general tras su aprehensión pero un año después resarce su inocencia. El nieto del general Felipe Ángeles, un militar profesional que combatió en las filas de Madero y de Pancho Villa con éxitos y fracasos por igual y que murió fusilado, ya no es una deshonra para sus antepasados. “Estamos muy orgullosos de nuestro Ejército”, dijo el presidente Peña Nieto horas después del anuncio de la liberación, cuando todo México ya sabía que Ángeles es un hombre inocente.

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Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.

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