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Senadores de EE UU se comprometen a votar la ley de inmigración en junio

El "Grupo de los Ocho" durante la presentación del proyecto de ley.
El "Grupo de los Ocho" durante la presentación del proyecto de ley.JASON REED (Reuters)

La coalición bipartidista de senadores conocida como “Grupo de los Ocho” y que durante los últimos tres meses ha negociado un proyecto de ley para reformar el sistema de inmigración defendió este jueves que la legislación será sometida a voto el próximo mes de junio. En un intento para convencer a los políticos más conservadores y detractores de la reforma, presentada esta semana en el Senado, los legisladores argumentaron que ésta responde a los “intereses nacionales” de Estados Unidos.

“Esta ley nos permitirá recuperar el control de nuestras fronteras y la seguridad nacional”, defendió el senador John McCain. “Pero también hace más difícil contratar a indocumentados en empresas estadounidenses y responde a la necesidad de los 11 millones de personas que viven en la sombra”.

El senador, uno de los impulsores de la legislación que fracasó en 2007 y líder republicano en materia de inmigración, reconoció que el sistema de inmigración no puede ser reparado con “soluciones parche”. “Un problema de esta magnitud afecta a tantos intereses que debe ser remediado inmediatamente”.

Debemos lidiar con la realidad de que aquí hay millones de personas viviendo ilegalmente”

Junto a él, el demócrata Chuck Schumer defendió que la colaboración entre miembros de ambos partidos garantizará el éxito de la legislación. “Todos tenemos intereses distintos, pero siempre supimos que ninguno íbamos a conseguir todo lo que queríamos”, explicó, pidiendo que las negociaciones en ambas cámaras sean adoptadas a partir de ahora con la misma perspectiva. “Esta ley demuestra que el arte del compromiso político no está muerto”.

Schumer respaldó la propuesta asegurando que ésta trata la seguridad fronteriza con la misma prioridad que la regularización de los 11 millones de indocumentados que se estima residen en el país. El demócrata respondió así a los más conservadores, preocupados por la prevención de nuevas entradas ilegales, y los defensores incondicionales de la regularización.

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Instantes después, el republicano Marco Rubio afirmó que la reforma migratoria “es de interés nacional”, permitirá modernizar el sistema actual, responder a los valores de la nación y garantizar el cumplimiento de las leyes. “Debemos lidiar con la realidad de que aquí hay millones de personas viviendo ilegalmente”.

El senador hispano de Florida, una de las estrellas republicanas de cara al futuro, aseguró tener un mensaje para aquellos que, cómo él, “creen en una limitación del gobierno federal”: “Somos una nación de inmigrantes y no vamos a deportar a todos los que viven aquí de manera ilegal”, dijo Rubio, defendiendo la propuesta para que los indocumentados paguen una multa como vía a su regularización. “Dejar las cosas como están es la verdadera amnistía”.

Puede que a algunos les guste más un aspecto de la legislación que otro. Pero igual que a nadie le va a parecer perfecta, nadie debería rechazarla al completo”

“Estamos aquí para resolver un problema que cuenta con el apoyo de la mayoría de los ciudadanos”, declaró McCain. “Puede que a algunos les guste más un aspecto de la legislación que otro. Pero igual que a nadie le va a parecer perfecta, nadie debería rechazarla al completo”.

“Esta ley proporciona una vía para sacar a los indocumentados de las sombras, pedirles que se registren con el gobierno, que demuestren que no tienen antecedentes penales y logren un permiso temporal hasta convertirse en ciudadanos”, dijo el senador demócrata Bob Menéndez, descendiente de inmigrantes y, en sus propias palabras, expresión del sueño americano. “Somos una nación de inmigrantes”, recordó.

El demócrata de Illinois, Dick Durbin, destacó la labor de los ‘dreamers’, los estudiantes indocumentados que con sus iniciativas han logrado aumentar la presión durante estos últimos años a favor de la reforma. “Se han pasado todas sus vidas escuchando que tienen que mantenerse callados para evitar ser deportados”, añadió Durbin. “Pero se dieron cuenta de que debían hacer todo lo contrario: levantarse y contar a todo el mundo sus historias”.

“Debemos reconocer que la mayoría de los que cruzaron la frontera ilegalmente o los que se quedaron aquí con un visado caducado, lo hicieron por la misma razón: la promesa de un futuro mejor para ellos y sus familias”, argumentó McCain, en un claro contraste con las políticas defendidas por sus compañeros republicanos hasta la derrota en las últimas elecciones. McCain afirmó que EE UU “no puede hacer nada para convencer a los indocumentados de que deben volver a sus países, somos un país con conciencia que no puede tolerar las violaciones de derechos de las personas que ahora mismo sostiene nuestro sistema migratorio”.

“Esta es la mejor oportunidad que yo he visto en 20 años de negociar y conseguir una reforma migratoria. El esfuerzo bipartito de todos nosotros ha sido excepcional, estamos de acuerdo en la legalización de una manera justa y alcanzable”, añadió Menéndez en español, recordando después el lema de las manifestaciones por la reforma: “Este es el momento”.

Schumer, por su parte, recordó también el papel del senador demócrata Ted Kennedy, fallecido en 2009 y líder de la iniciativa que no logró salir adelante en 2007. “Fue un héroe para nosotros y, de muchas maneras, nuestro trabajo es una continuación de su legado”.

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