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Las abuelas de Plaza de Mayo: “Un ser despreciable dejó este mundo”

Argentina ha sido uno de los pocos países de la región que ha puesto tras las rejas a los responsables de las dictaduras

Alejandro Rebossio
Jorge Rafael Videla el 28 de febrero de 2011
Jorge Rafael Videla el 28 de febrero de 2011efe

Repudio y tranquilidad causó entre líderes políticos y sociales de Argentina la muerte este viernes de quien encabezara el terrorismo de Estado en este país entre 1976 y 1981, Jorge Videla. La presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, dijo: “Me quedo tranquila de que un ser despreciable ha dejado este mundo”. Madre de una desaparecida y abuela de un nieto robado por el régimen, recordó que “este hombre malo nunca se arrepintió y reivindicó todos sus delitos”.

El Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel, que recibió el premio por su lucha contra la última dictadura de su país (1976-1983), opinó que Videla fue “un hombre que ha pasado por la vida haciendo mucho daño y ha traicionado los valores de todo un país", pero aclaró que su muerte “no debe alegrar a nadie” porque consideró que sus compatriotas debe “seguir trabajando por una sociedad mejor, más justa, más humana, para que todo ese horror no vuelva a ocurrir nunca más". Pérez Esquivela añadió: "Esto no cierra un ciclo. Va más allá de Videla, es una política que se implementó en todo el país y en (el resto de) Latinoamérica". Argentina ha sido uno de los pocos países de la región que ha puesto tras las rejas a los responsables de las dictaduras militares de los setenta.

En el kirchnerismo, que fue el impulsor de la reanudación de los juicios que volvieron a condenar a Videla en los 2000, un parlamentario de Buenos Aires, Juan Cabandié, que fue uno de los 400 bebés robados por el régimen, opinó que el exdictador fue “la persona más significativa de la represión… hizo desaparecer a 30.000 compañeros, sin dejar de lado la complicidad de los otros artífices”. También se refirió en concreto a la desaparición de sus padres: “A mí me quitó la posibilidad de ser abrazado por mi mamá y contenido por mi papá. Uno no tiene sentimientos de odio ni venganza. Era un hombre de temer, por esa cabeza perversa que tenía, pero por suerte estaba en la cárcel". Una de las Madres de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, comentó: “La muerte uno no festeja. Nosotros nos alegramos cuando se hace justicia. Murió condenado… no murió torturado, no murió vejado, murió acusado de los crimines horrendos que cometió", comparó su final con el de los secuestrados por el régimen.

La presidenta de Argentina, la peronista Cristina Fernández de Kirchner, no reaccionó de inmediato por la red social Twitter ante el deceso de Videla. Tampoco lo hicieron el líder peronista disidente José Manuel de la Sota, gobernador de la provincia de Córdoba, o el conservador Mauricio Macri, alcalde de Buenos Aires. En cambio, el diputado radical Ricardo Alfonsín, hijo del expresidente Raúl Alfonsín, que impulsó el primer juicio contra el exdictador, escribió en Twitter: "Videla nos recuerda hasta dónde es capaz de llegar la perversidad y el odio; y que sólo en democracia y con Justicia aseguramos la vida". El líder socialista Hermes Binner comentó por esa red social: “Murió Videla: lloramos las 30.000 víctimas de su dictadura”.

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