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DECLARACIÓN DE MADRID

La oposición siria condiciona el diálogo con el régimen a la supervisión de la ONU

Más de 80 representantes de los grupos anti-Asad firman la Declaración de Madrid Rechazan que el presidente El Asad tenga "papel alguno" en el futuro de Siria

El expresidente de la Coalición, Moaz al Jatib, habla con el ministro de Exteriores español, José Manuel Garcia-Margallo.
El expresidente de la Coalición, Moaz al Jatib, habla con el ministro de Exteriores español, José Manuel Garcia-Margallo.PAUL WHITE (AP)

Negociación, sí, pero no de cualquier manera. La oposición siria, reunida ayer y hoy en el Encuentro de Consulta Nacional Siria, auspiciado por el Ministerio de Exteriores español, condiciona el diálogo con el régimen de Bachar el Asad para la apertura de un proceso político de transición a que esté "bajo patrocinio de la ONU". Esto es, el cara a cara no ha funcionado -"es un truco del régimen que no ha dado resultados", ha dicho el líder opositor Moaz al Jatib-, así que la llave para que sea posible pasa por que la comunidad internacional coordine las negociaciones para un futuro Gobierno transitorio sin presencia de El Asad.

La declaración de Madrid, firmada esta mañana en un hotel de la capital por más de 80 representantes del amplio abanico de críticos al Gobierno de Damasco, ha cerrado un documento que, si aceptan todos los grupos opositores, podría llegar a la cumbre de Ginebra en la que trabajan Washington y Moscú. Podría porque, como casi todo lo que pasa en torno al exilio político sirio, los condicionantes gobiernan el discurso. Los presentes en Madrid no saben aún si acudirían a Ginebra -donde podrían verse las caras con miembros del régimen. Eso en caso de que los rusos y estadounidenses encuentren fecha para la cita.

España apoyará la entrega a la oposición de material defensivo

EFE, Madrid

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha anunciado hoy que España es partidaria de autorizar la entrega de material de defensa a la oposición siria para la protección de la población civil.

Esta será la postura que España defenderá ante sus socios europeos en la reunión que los ministros de Asuntos Exteriores mantendrán el próximo día 27 en Bruselas, sólo unos días antes de que caduque el régimen de las sanciones sobre Siria.

El ministro, que ha comparecido en rueda de prensa junto a Moaz Jatib, destacado miembro de la oposición siria, tras la reunión que han mantenido en Madrid, ha subrayado que la posición de España "va evolucionando según evolucionan las circunstancias sobre el terreno" y que, en este sentido, es partidario de autorizar la entrega de material de defensa para la protección de la población.

Fuentes diplomáticas han precisado que esa ayuda incluiría "material letal" como "artillería antiaérea", entre otros efectivos. Hasta ahora España rechazaba esa posición -al igual que Alemania- y era partidaria de favorecer una "ayuda no letal" a la oposición que lucha contra el régimen de Bachar al Asad pero no de ir más allá -una postura que defienden Francia y Reino Unido- por el riesgo de proporcionar armas a elementos yihadistas o salafistas.

Prospere o no la agenda de Ginebra, una cosa está clara: "El régimen", ha manifestado Al Jatib, expresidente de la Coalición Nacional Siria, principal órgano de reunión de opositores, "tiene que irse y con él sus figuras, y su figura máxima".

La marcha de El Asad es el fin último -o casi último- en el que parece que coinciden los grupos antigubernamentales. Pero antes, según la declaración leída por el religioso damasceno Mohamed al Yakoubi, se tienen que retirar las tropas del Ejército sirio, liberar a los presos políticos, abrir las fronteras a la ayuda humanitaria y facilitar el retorno de los refugiados y desplazados. Grosso modo, lo mismo que pidió Kofi Annan como enviado especial a la zona y que fracasó rotundamente en junio del pasado año.

Ese sería lo que llaman "el preludio principal", al que seguiría un proceso político de transición, en el que El Asad no tendría "papel alguno en la toma de decisión del futuro de Siria". Del bando opositor, los que sí desempeñarían un papel determinante sería un Consejo de sabios, formado bajo patrocinio de la ONU y con todas la competencias. A este órgano rendirían cuentas las actuales fuerzas de seguridad del régimen. El objetivo: que el Comité de sabios lleve a una Comisión constitucional que siente las bases de un nuevo sistema político.

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Nunca mejor dicho, esto es lo que aparece en el papel. En la práctica, el Gobierno de Damasco ha rechazado desde el inicio de la revolución la injerencia exterior -o no la ha hecho caso. Además, los principales grupos opositores deberán consultar a los milicianos que combaten en el terreno -lo harán, según ha manifestado Al Jatib. Y eso será harina de otro costal. 

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