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Los cancilleres de 22 países debatirán la reforma de las cumbres iberoamericanas

Enrique Iglesias seguirá un año más al frente de la secretaría iberoamericana

Miguel González
Los asistentes de la XXII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, en Cadiz
Los asistentes de la XXII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, en CadizJ.J. Guillén (EFE)

El objetivo es alternar las cumbres iberoamericanas con las que celebran la UE y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC), también de carácter bienal, cuya próxima cita será en Bruselas en 2015. El año que no toque cumbre se garantizará la continuidad con una reunión de cancilleres.

El informe de Lagos, según las fuentes consultadas, apunta a la necesidad de que el sistema iberoamericano se centre en campos como la cooperación y la cultura, evitando la excesiva dispersión de esfuerzos que ha caracterizado las 22 cumbres anteriores. Se pretende también mejorar la ejecución y seguimiento de los acuerdos y reforzar la coordinación de la pléyade de organizaciones internacionales que integran dicho sistema: la Secretaría General Iberoamericana (Segib), la Organización de Estados Iberoamericanos para La Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), la Organización Iberoamericana de la Seguridad Social (OISS), la Organización Iberoamericana de la Juventud (OIJ) o la Conferencia de Ministros de Justicia Iberoamericanos (Conjib). Cada una de estas organizaciones “hermanas” es independiente y tiene su propia estructura administrativo-burocrática. La fusión se antoja inviable a corto plazo, pero no al menos la búsqueda de sinergias para ahorrar.

En la misma línea de reducir gastos se da por seguro que la Secretaría General, con sede en Madrid, sufrirá un importante recorte. Su presupuesto anual es de unos siete millones de euros y está congelado desde hace años. España es su mayor contribuyente —con una cuota que supera el 60% del presupuesto y que se ha incrementado en los últimos tiempos por los impagos de Portugal—, pero el Gobierno no esconde que desea rebajar su contribución. Madrid quiere un reparto más equilibrado de los costes con otros países iberoamericanos que en los últimos años han experimentado un fuerte crecimiento económico. No será fácil el acuerdo.

Bajo el lema “El papel político, económico, social y cultural de la Comunidad Iberoamericana en el nuevo contexto mundial”, la cumbre de Panamá coincidirá con el 500 aniversario del descubrimiento del Pacífico por Núñez de Balboa y con la celebración del Congreso de la Lengua Española. El Rey, que no ha fallado a ninguna cumbre desde la funcional de Guadalajara (México), en 1991, ha expresado su deseo de estar también en ésta, aunque dependerá de su estado de salud cuando llegue la hora.

Difícilmente acudirán a Panamá tantos líderes como se reunieron en Cádiz —17 jefes de Estado o Gobierno—, pero la decisión del presidente mexicano Enrique Peña Nieto (a quien se espera en septiembre en Madrid) de albergar la cumbre de 2014 y la prórroga de Enrique Iglesias garantizan su continuidad. Al menos por un año.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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