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Margallo, dispuesto a disculparse ante Morales por el “malentendido” del avión

El ministro de Exteriores admite la posibilidad de que se haya producido un malentendido cuando Morales estuvo retenido en el aeropuerto de Viena. Asegura que España no ha cerrado su espacio aéreo ni ha puesto en peligro la vida del presidente boliviano

Miguel González

El ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha asegurado hoy que no tiene ningún inconveniente en “pedir disculpas” al presidente boliviano, Evo Morales, “si se ha producido algún malentendido” en el incidente protagonizado por el avión oficial del mandatario, que se vio retenido la semana pasada durante 13 horas en Viena debido a que algunos países europeos le negaron el sobrevuelo en su viaje de vuelta a La Paz desde Moscú. “Si ha habido alguna percepción errónea, con toda naturalidad decimos que lo sentimos”.

Las palabras del jefe de la diplomacia española suponen un cambio de postura, ya que el pasado viernes aseguró que no tenía por qué pedir disculpas, después de que los países de Unasur, reunidos en Cochabamba (Bolivia) las exigieran a Francia, Italia, Portugal y España. Margallo ha puntualizado hoy que España no tiene que excusarse por cerrar su espacio aéreo y poner en peligro la vida de Morales, como aseguraba la declaración de Unasur, ya que nunca lo hizo. En cambio, ha admitido la posibilidad de un malentendido durante la visita que el embajador de España en Austria hizo a Morales cuando se encontraba retenido en el aeropuerto de Viena.

Margallo ha asegurado que fue el canciller boliviano, David Choquehuanca, quien le dijo que, “si era necesario”, estaba dispuesto a que se registrase el avión de Morales, para comprobar que el excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden no iba a bordo. Según el ministro, Choquehuanca le llamó “nervioso” desde Panamá y le remitió una carta y una nota verbal en la que “enfáticamente” negaba que el prófugo de EE UU viajara en el avión. Margallo ha puntualizado que cuando, el 2 de julio por la tarde, Bolivia pidió que el Falcon presidencial hiciera escala en Canarias, después de que Portugal le hubiese negado el aterrizaje en Lisboa, España dio su autorización y que nunca la revocó.

El ministro no ha querido identificar el origen del “rumor” que situaba a Snowden en el avión y solo ha dicho que era “interalia”; es decir, procedente de un país aliado. Respecto a las revelaciones realizadas por el exagente, ha dicho que “no es costumbre entre aliados espiarse” y que “la UE está haciendo una investigación a la que España se ha sumado”. Eso sí, se ha mostrado convencido de que este asunto no afectará a las negociaciones entre la UE y EE UU para llegar a un acuerdo de libre comercio y ha advertido que si Snowden hubiera pisado suelo español, se habría aplicado el convenio de extradición con Washington.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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