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Un jurado declara inocente al acusado de asesinar a un joven negro en EE UU

El vigilante vecinal George Zimmerman, de origen peruano, disparó al adolescente Trayvon Martin, abriendo un agrio debate sobre la raza y los derechos civiles

Yolanda Monge
Protestas en el exterior de la Corte de Justicia.
Protestas en el exterior de la Corte de Justicia. B. BLANCO (EFE)

Poco más de 16 horas a lo largo de dos días han sido suficientes para que un jurado compuesto por seis mujeres absolviera de los cargos de asesinato en segundo grado y homicidio involuntario a George Zimmerman, el vigilante vecinal que acabó con la vida en febrero de 2012 en Sanford (Florida) del joven de raza negra Trayvon Martin, cuando paseaba desarmado, lo que inició un debate nacional sobre la raza y los derechos civiles que en la noche del sábado se temía acabara en disturbios. En varios puntos del país - desde San Francisco a Washington - se produjeron manifestaciones pacíficas en recuerdo de Trayvon.

El veredicto ha sido unánime. Las seis mujeres han entrado en la sala y con gesto sombrío y mirada baja han ido una por una declarando lo que se ha vivido como una sentencia en la familia de la víctima: "no culpable". Tras tres semanas de testimonios que concluyeron el pasado viernes, el jurado no ha creído la versión de la fiscalía de que Zimmerman, 29 años, persiguió de forma deliberada a Martin porque debido a su raza y su forma de vestir asumió que era un criminal, por lo que provocó una pelea que acabó en la muerte del joven negro.

Zimmerman ha permanecido extremadamente calmado durante la lectura del veredicto que esta misma noche le convertía en un hombre libre que hasta hace pocos minutos enfrentaba la posibilidad de pasar el resto de su vida en la cárcel. Solo ha intentado una mínima sonrisa de satisfacción. Su mujer ha llorado y sus padres se han abarzado aliviados. Zimmerman ha sostenido todo el tiempo que disparó a Martin, 17 años, en defensa propia después de que el adolescente le golpeara repetidamente y golpeara su cabeza contra el suelo.

De madre peruana, Zimmerman afrontaba una condena de cadena perpetua, en el caso de ser declarado culpable de asesinato en segundo grado, y de hasta treinta años de cárcel por el de homicidio involuntario. Sybrina Fulton y Tracy Martin, padres divorciados del joven que moría poco después de cumplir 17 años, no estaban en la sala en el momneto de leerse el veredicto.

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CNN entrevistaba en exclusiva al hermano de Zimmerman, Robert Zimmerman, que se mostró satisfecho con el veredicto porque consideraba que su hermano era inocente. Los abogados de los padres de Martin se mostraron prudentes y rehusaron responder a la pregunta de los periodistas de si consideraban que de haber sido el caso al contrario (un tirador negro y una víctima blanca) el resultado del juicio hubiera sido el mismo.

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Durante las semanas de comparecencias, el jurado escuchó a numerosos testigos, incluidos policías, forenses y vecinos de la urbanización donde se produjo el fatal suceso que ha conmocionado Estados Unidos y polarizado la opinión pública y los medios de comunicación del país. Pero ninguno de los testigos que compareció en el juicio de casi cinco semanas vio cómo se originó la reyerta que acabó con la vida del muchacho negro estudiante de bachillerato en un colegio de la localidad de Miami Gardens, aledaña a Miami.

El perfil del caso alcanzó incluso a la Casa Blanca, que un mes después de la muerte de Martin y muchas manifestaciones en todo el país a favor del joven negro provocaba que el presidente Barack Obama se manifestara y mostrara su simpatía al decir: "Si yo tuviera un hijo se parecería a Trayvon".

La fiscalía ha retratado a Zimmerman como alguien que "se creía un policía", que "se tomó la justicia por su mano", cuando vio a Martin caminando bajo la lluvia, y asumió que el chico "no era para nada bueno". El fiscal describió a Martin como un "chico inocente de 17 años", que comía tranquilamente una bolsa de golosinas, a quien Zimmerman "identificó como un criminal", le persiguió -en contra de la recomendación de la policía-, se enzarzó en una pelea con él y lo mató de un tiro a quemarropa "porque quiso". En el tiempo de refutación otorgado ayer a la fiscalía se hizo una emotiva apelación al sentido común y al corazón del jurado y se pidió justicia para Martin.

Pero sobre las consideraciones y decisión final del jurado ha pesado más el relato de los hechos expuesto por la defensa de Zimmerman, que ha defendido la inocencia de este con el argumento de que actuó en defensa propia y pedido la absolución de los cargos en su contra.

Pero muy posiblemente la clave de un veredicto que dará mucho que hablar ha estado en el concepto de "duda razonable". El abogado de Zimmerman recordó ayer al jurado en la exposición de los argumentos de cierre que una si existía una mínima "duda razonable" de que el Zimmerman sólo intentó defenderse, esa era suficiente para declarar a su cliente inocente de los cargos que se le imputaban.

La versión de Zimmerman sobre su actuación en defensa propia se fundamentó en que Martin le pegó un puñetazo en la nariz, le empujó y, al caer al suelo, el muchacho se sentó a horcajadas sobre él y comenzó a golpearle y sacudir su cabeza contra el suelo, por lo que tuvo que defenderse y dispararle.

El exvigilante voluntario ha mantenido siempre que disparó en defensa propia contra Martin, quien regresaba de noche a la casa de la pareja de su padre y caminaba por la urbanización de la población de Sanford, en el centro de Florida, con la capucha del suéter puesta, lo que despertó las sospechas de Zimmerman.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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