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El PRI reconoce su derrota en Baja California

Después de proclamarse ganador, Castro Trenti recula y acepta que ese Estado seguirá en manos del PAN, la derecha

Castro Trenti celebrando el domingo pasado una victoria que no era tal
Castro Trenti celebrando el domingo pasado una victoria que no era talAFP

Al Partido Revolucionario Institucional (PRI) le tomó seis días rendirse ante la realidad. Luego de dar un paso en falso el domingo pasado, al proclamarse prematuramente ganador de la gubernatura de Baja California, el sábado Fernando Castro Trenti, el candidato priísta a ese puesto, aceptó que ese Estado del norte de México seguirá en manos del Partido Acción Nacional (PAN, derecha), que lo gobierna desde 1989.

“Los números no son satisfactorios para obtener el triunfo, hoy termina el proceso electoral, ya sumamos y no ganamos, no vamos a impugnar”, dijo este sábado Castro Trenti, en rueda de prensa. Con su declaración, que fue seguida de otra en el mismo sentido de César Camacho Quiroz , presidente nacional del PRI, concluyó una semana de pataleo por parte de los priístas, que resistieron lo que desde la noche de la jornada electoral parecía evidente.

A las seis de la tarde del domingo pasado, Camacho Quiroz declaró en Tijuana que “los ciudadanos bajacalifornianos han optado por el PRI y sus aliados (…) y han decidido, mayoritariamente, que su próximo gobernador sea Fernando Castro Trenti”. El líder nacional priísta basó su declaración en supuestas encuestas de salida y aseguró que la tendencia favorable a su candidato estaba fuera del margen de error.

Sin embargo, de manera simultánea y también en Tijuana el PAN, junto con su aliado el Partido de la Revolución Democrática (PRD; izquierda) proclamó que el triunfo correspondía a su candidato, Francisco “Kiko” Vega.

Tras la autoproclamación de victoria por parte de ambos candidatos, le tocaba a la autoridad electoral hacer públicos los conteos preliminares de los votos para tener un indicio de quien había sido el ganador. Pero el instituto electoral de Baja California tuvo un fallo en la suma de los porcentajes de los votos y la madrugada del lunes el PRI demandó que se recontaran todos los sufragios. Para ese momento, el resultado preliminar indicaba que Castro Trenti se había quedado a 3 puntos porcentuales de ganar al candidato de PAN-PRD.

Lo que siguió fue una semana de amagos por parte de Castro Trenti, que inicialmente quiso forzar un ilegal recuento total. El líder nacional del PRI terminaría reconociendo a media semana que se habían declarado ganadores sin tener en la mano toda la evidencia de ese triunfo. “Estaba en absoluta congruencia con las encuestas a las que tuvimos acceso. Por eso nos atrevimos a hacerlo”, dijo Camacho a Milenio TV. “No fue una ocurrencia. Fue una audacia política, pero no es una irresponsabilidad política”.

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Al final, el conteo de las actas electorales consolidó la tendencia de “Kiko” Vega y Castro Trenti, a quien apodan El Diablo, tuvo que reconocer su derrota.

La gubernatura de Baja California fue el puesto más alto de cuantos estuvieron en juego en las elecciones del domingo 7 de julio. El PRI tuvo ese día más victorias que descalabros. De un total de 1,204 posiciones en disputa, los priístas se quedaron con 646; entre ellas destaca el haber recuperado Benito Juárez, la alcaldía que alberga a Cancún. Sufrió en cambio derrotas en Coahuila, donde perdió Saltillo, la capital. Y lo mismo le pasó en Aguascalientes. Pero en el balance es junto con el PAN uno de los ganadores de las elecciones de este año.

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