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Un grupo armado mata a ocho militares tunecinos en la frontera con Argelia

La zona es escenario de operaciones para capturar a terroristas de Al Qaeda y salafistas El primer ministro propone elecciones el 17 de diciembre y asegura la continuidad del Gobierno

Manifestantes con carteles del líder opositor asesinado, Mohamed Brahmi, el domingo en una protesta ante el Parlamento.
Manifestantes con carteles del líder opositor asesinado, Mohamed Brahmi, el domingo en una protesta ante el Parlamento.MOHAMED MESSARA (EFE)

Al menos ocho militares tunecinos han muerto este lunes en un ataque perpetrado por un grupo armado en los montes de Chaabani, en la provincia tunecina de Kaserín, fronteriza con Argelia, informó hoy la televisión nacional tunecina. El canal aseguró que según las primeras informaciones los soldados murieron en un tiroteo con terroristas, aunque otras fuentes aseguran que han sido degollados. Los asaltantes despojaron de sus uniformes a las víctimas, miembros de una unidad de élite, y se llevaron sus armas. Otros cuatro militares resultaron heridos en la emboscada.

La presidencia del país ha decretado tres días de luto nacional. La televisión estatal ha interrumpìdo su programación y emite sólo versículos del Corán y canciones patrióticas. En un discurso dirigido a la nación, el presidente, Moncef Marzuki, aseguró que los terroristas sólo han conseguido la mitad de sus objetivos y apeló a la unidad nacional. "Que no se equivoquen [los terroristas], este pueblo va a combatirlos y encontraremos los medios de triunfar sobre ellos", dijo. Marzuki también confirmó el número de bajas, después de que fuentes militares y médicas en la región hubieran informado en un primer momento de la existencia de nueve muertos.

Desde el pasado mes de diciembre los cuerpos de seguridad tunecinos realizan operaciones de rastreo en esa región, para intentar capturar a varias decenas de miembros del grupo terrorista Al Qaeda —algunos de ellos veteranos de la guerra en Malí— y a otros extremistas islámicos, al parecer simpatizantes del grupo Ansar al Sharía, según fuentes oficiales. El Ministerio del Interior relacionó con este grupo salafista a algunos de los sospechosos del asesinato del opositor Mohamed Brahmi, muerto a tiros ante su domicilio en Túnez el jueves pasado.

El pasado 6 de junio dos uniformados murieron al explotar una mina en la misma zona donde en los últimos meses una veintena de miembros de las fuerzas de seguridad han resultado heridos como consecuencia de la detonación de este tipo de explosivos.

En una rueda de prensa celebrada este lunes, el primer ministro de Túnez, Ali Laridi, reconoció las dificultades con las que se encuentran las fuerzas de seguridad y prometió duplicar los esfuerzos para combatir el crimen y el terrorismo.

Por otra parte, Laridi propuso la celebración de elecciones el próximo 17 de diciembre e insistió en que el Gobierno "continuará con su deber".

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"Nuestra determinación no es permanecer en el Gobierno, pero tenemos un deber y en el momento en el que asumimos la responsabilidad la asumimos del todo y hasta el final. Hasta el último momento", dijo Laridi en declaraciones televisadas en respuesta a las voces opositoras que han pedido la disolución del Parlamento y del Ejecutivo.

La comparecencia de Laridi se ha producido tras el asesinato del opositor Brahmi, cuya muerte, al igual que la de Chokri Belaid en febrero, ha provocado protestas en varias ciudades de Túnez, muchas de las cuales han acabado en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

Laridi también aseguró que la Constitución estará finalizada antes de septiembre y que la ley electoral estará lista el 23 de octubre, y llamó a los partidos y las fuerzas políticas a sentarse a la mesa de diálogo.

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