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Ban pide cuatro días hasta que los inspectores de la ONU acaben su trabajo

El secretario general de la ONU solicita al Consejo de Seguridad que asuma su responsabilidad Los expertos completan su segundo día de investigaciones en Damasco

Foto: reuters_live | Vídeo: REUTERS / LIVE | BAS CZERWINSKI (AFP)

Los inspectores de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que están en Siria investigando si se han utilizado armas químicas en la guerra civil que se libra en el país necesitan cuatro días para concluir su trabajo. Ese es el tiempo que ha estimado el secretario general del organismo, el surcoreano Ban Ki-Moon. "Están trabajando muy duro, bajo circunstancias muy, muy peligrosas", ha declarado Ban, quien ha pedido al Consejo de Seguridad de la ONU que deje que los técnicos, que hoy han completado su segundo día de indagaciones, terminen su trabajo.

La reunión que los cinco miembros permanentes de este órgano —Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia y China— han mantenido este miércoles ha concluido sin demasiados avances. El ministro de Exteriores ruso, Sergéi Lavrov, también ha solicitado a su homólogo británico, William Hague, que espere a que los enviados de la ONU concluyan su informe.Según Lavrov, la propuesta de resolución que los británicos han presentado no debe discutirse hasta conocer los resultados de las investigaciones.

Justo al terminar esa reunión de los miembros permanentes, el embajador de Siria ante la ONU, Bachar Ja'Afari, ha pedido que el equipo de expertos que se encuentra en Damasco investigue también tres ataques rebeldes. Según Ja'Afari, soldados del régimen inhalaron gas venenoso en esos choques con los opositores. Las acusaciones de Ja'Afari van en la línea de las que ha lanzado el viceministro de Exteriores sirio, Faisal Miqdad, que ha asegurado haber entregado al equipo de expertos pruebas de que los rebeldes se encuentran detrás del uso de armas químicas. Miqdad incluso ha ido más lejos al acusar a EE UU, Reino Unido y Francia de ayudar a "terroristas" a emplear armas químicas en el país, y ha pronosticado que esos mismos grupos "pronto" usarán las mismas armas para atentar en Europa.

Desde La Haya, Ban Ki-Moon ha hecho un llamamiento al Consejo para que "asuma sus responsabilidades" en la guerra civil de Siria, que ha dicho que supone "el mayor reto para la paz y la seguridad en el mundo actual". En opinión del dirigente de la ONU, si no se actúa se corre el riesgo de perder "una generación completa de seres humanos. Los sirios necesitan soluciones".

Mientras varias potencias occidentales se preparan para una intervención en el conflicto sirio, Ban Ki Moon ha aprovechado la conmemoración del centenario del Tribunal Internacional de Justicia (TIJ), máximo órgano judicial de la propia ONU para recordar que hay que darle una oportunidad a la paz y a la diplomacia, pero la comunidad internacional debe evitar transgresiones de las leyes internacionales. "El caos de Siria ha matado ya a más de 100.000 personas, Ha traído también las peores imágenes vistas: el uso de armas químicas. Un equipo de la ONU está allí, sobre el terreno, para comprobar lo ocurrido. Ha recogido muestras y necesita tiempo para contrastarlas. A los que mandan armas a ambos lados del conflicto les digo: ¿Qué han traído si no es más sufrimiento?".

El equipo de inspectores ha regresado a media tarde a su hotel, en el centro de la capital siria, desde el lugar donde supuestamente fue gaseada la población civil, en varios suburbios de la ciudad. La de este miércoles ha sido la segunda visita que realiza el equipo de expertos y que el Gobierno de Bachar El Asad retrasó —estaba prevista para este martes— alegando que no podía garantizar la seguridad del equipo. El lunes, los inspectores se vieron obligados a retrasar otra inspección tras recibir disparos de un francotirador. Horas antes, varios proyectiles de mortero habían caído cerca del hotel Four Seasons en el que se alojan los técnicos.

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Ban se ha esforzado en resaltar el esfuerzo de los inspectores en su comparecencia en la sede del TIJ, el llamado Palacio de la Paz. Desde su creación en 1946 para resolver disputas entre Estados, el TIJ ha tramitado 153 casos y ha emitido el correspondiente fallo sobre 113. Entre los más señalados figura el que calificó de ilegal el muro levantado por Israel en Gaza. O bien el que confirmó el genocidio de Srebrenica, pero exoneró a Serbia del mismo. Aunque las decisiones de los jueces son vinculantes, su aplicación depende de la voluntad de las partes implicadas. Así, mientras en América Latina favorecen en consenso y la unificación en la región, llena de litigios fronterizos, el caso de Israel fue distinto. El Gobierno desoyó a los jueces de la ONU, pero la presión internacional ante la evidencia de una muralla ilegal fue tremenda.

Para Holanda, la conmemoración del 100 aniversario del TIJ ha supuesto una inyección de energía en plena recesión económica. La Haya no solo es la capital de la justicia Internacional (sede asimismo de la Corte Penal Internacional, el Tribunal para la antigua Yugoslavia y el de Líbano). "Es la demostración de que la paz es vital para el desarrollo económico en el mundo", en palabras de Mark Rutte, primer ministro liberal.

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