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EE UU permite a los matrimonios gais declarar impuestos de manera conjunta

Se trata de una de las consecuencias de la decisión del Tribunal Supremo sobre el matrimonio gay

Cuc Vu y Gwen Migita tras contraer matrimonio en Washington.
Cuc Vu y Gwen Migita tras contraer matrimonio en Washington.MANDEL NGAN (AFP)

Los matrimonios de parejas del mismo sexo podrán hacer la declaración de impuestos de manera conjunta, gracias a un acuerdo anunciado este jueves por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y la agencia tributaria del país. La decisión deriva de la sentencia del Tribunal Supremo, que el pasado mes de junio revocó una ley que impedía reconocer las uniones homosexuales a nivel federal.

Aquella decisión afecta a más de mil leyes federales, desde las condiciones impositivas hasta los derechos de cada miembro de la pareja en el seguro médico de su pareja. A partir de este jueves, podrán acceder también a uno de los beneficios reservados hasta ahora a las parejas heterosexuales.

“Las nuevas reglas proporcionan una guía de declaración de impuestos clara y coherente para las parejas del mismo sexo que hayan contraído matrimonio”, declaró este jueves el secretario del Tesoro, Jacob Lew. “La normativa garantiza el acceso a beneficios, responsabilidades y protecciones bajo la ley federal que merecen tener todos los estadounidenses".

La consecuencia más importante de esta decisión radica en que aquellas parejas casadas en uno de los doce Estados que sí han legalizado el matrimonio gay, pero que residan en otro donde sea ilegal, también podrán beneficiarse de la declaración conjunta.

La normativa garantiza el acceso a beneficios, responsabilidades y protecciones bajo la ley federal que merecen tener todos los estadounidenses"

“Esta decisión también garantiza que las parejas homosexuales que hayan contraído matrimonio pueden mudarse a cualquier ciudad del país sabiendo que sus condiciones para declarar impuestos de manera conjunta no cambiarán”, añadió Lew.

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Fue precisamente un caso relacionado con los impuestos lo que llevó el matrimonio homosexual hasta el Tribunal Supremo de Estados Unidos. Edith Windsor, de 83 años, demandó al Gobierno federal cuando éste le reclamó el pago de impuestos sobre la herencia de su esposa, Thea Spyer. Windsor alegó ante la justicia que si una de ellas dos hubiera sido un hombre, no estaría obligada a pagar cerca de 300.000 dólares de tasas.

El Gobierno justificaba el reclamo de esos impuestos en la Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA), aprobada en 1996 por la Administración Clinton, y que establecía la definición de matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer. Esa limitación impedía que miles de parejas homosexuales casadas en los Estados que ya lo permiten y reconocen, se beneficiaran después de condiciones que no dependen de legislaciones estatales sino de la ley federal.

El Tribunal Supremo, a través de una sentencia histórica, estableció que la ley DOMA es inconstitucional al violar el derecho a la igualdad de los homosexuales. Lejos de establecer un derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo, los jueces sí dieron el mayor respaldo judicial hasta ese momento a las uniones gais.

Desde entonces, la Administración Obama, así como diversos departamentos del Gobierno -desde el del Tesoro hasta el Pentágono- han modificado sus regulaciones para recoger los cambios que implica la decisión del Supremo, que obliga a modificar más de un millar de leyes.

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