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La izquierda mexicana marcha en contra de la reforma energética

Una manifestación liderada por Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del presidente que expropió la industria petrolera, recorre la capital de México

Pablo de Llano Neira
Cuauhtémoc Cárdenas (al centro), en la manifestación.
Cuauhtémoc Cárdenas (al centro), en la manifestación.Marco Ugarte (AP)

Un sector de la izquierda mexicana ha salido a la calle en México DF este sábado por la tarde para protestar por el proyecto de reforma energética del gobierno de Enrique Peña Nieto, que plantea la apertura de la compañía Pemex (Petróleos Mexicanos), propiedad del Estado, a inversores privados. Esta manifestación, en la que han participado alrededor de 2.000 personas según la policía, 8.000 según los organizadores, ha sido convocada y encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas, fundador del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Cárdenas, hijo del presidente Lázaro Cárdenas del Río —quien ordenó expropiar la industria petrolera en 1938—, ha hecho un mitin en el Zócalo, la plaza central de la capital, en el que ha reivindicado el discurso histórico del México contemporáneo en relación a los recursos energéticos: “Ni un paso atrás en la defensa del petróleo y de la electricidad”. Cárdenas, de 79 años, ha promovido esta protesta sin involucrar directamente a su partido, el PRD. El excandidato presidencial se ha convertido en puntal simbólico de lo que define como una defensa del petróleo contra la privatización.

El presidente Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), presentó en público el 12 de agosto su plan de reforma energética, que será debatida en septiembre por los legisladores. Peña Nieto ha defendido que la apertura de la explotación petrolera a la inversión privada es necesaria para la “modernización” de este sector, y ha negado de forma tajante la acusación de la izquierda de que esto supone la privatización del mayor recurso natural de México. “Los mexicanos seguiremos siendo los únicos dueños de la renta petrolera”, ha afirmado el presidente. El mensaje del Gobierno mexicano es que su propuesta respeta “palabra por palabra” las modificaciones a la ley que Lázaro Cárdenas, padre de Cuauhtémoc, promovió en 1938 para expropiar la industria petrolera.

De acuerdo con la explicación del Gobierno, el plan de reforma energética implica que se hagan contratos particulares con empresas nacionales y foráneas para explorar y explotar yacimientos en aguas profundas y de gas de esquisto. Para llevar a cabo esta operación el Ejecutivo necesita que se retoquen aspectos de los artículos 27 (de nacionalización del petróleo) y 28 de la Constitución. Cuauhtémoc Cárdenas rebate que las modificaciones no sólo no respetan los deseos de su padre, sino que son el primer paso para la privatización de la industria petrolera en México.

La manifestación por separado de Cárdenas este sábado supone también un nuevo indicio de las diferentes corrientes, o grupos de poder, en la izquierda mexicana, que están en pugna por hacerse con el estandarte de la defensa del crudo como bien nacional. El próximo ocho de septiembre en el DF habrá otra marcha de izquierdas contra la reforma energética, pero esta será liderada por Andrés Manuel López Obrador, candidato a la presidencia por el PRD en las dos últimas elecciones y ahora líder de su propio grupo político, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

La protesta de este sábado también ha contado con la participación de estudiantes, del Sindicato Mexicano de Electricistas, y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), un sindicato de maestros. Este último grupo ha protagonizado en las últimas dos semanas un pulso al Gobierno por otra reforma en marcha, la de la educación, que se está debatiendo en el Congreso y que supondría la incorporación de un sistema de evaluación obligatorio para los maestros. En la manifestación contra la reforma energética Cárdenas hizo un guiño a los maestros: “Ellos no se oponen a la evaluación. El asunto es que hay que empezar a evaluar a las autoridades; hay que empezar a evaluar desde lo más alto”.

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Las protestas de los maestros han alterado en los últimos días vías y edificios relevantes de la capital. Una de sus concentraciones hizo que el Congreso parase su funcionamiento durante unas horas, y en otros actos alteraron la dinámica de otros lugares como el Senado, el aeropuerto, la residencia oficial del presidente, Los Pinos, la Bolsa de Valores y televisiones privadas. La tensión provocada por estas protestas ha hecho que el presidente Peña Nieto cambie el informe de su primer año de gobierno de este domingo, fecha prevista, al lunes.

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