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Hollande reconoce que Francia espera la decisión final de Obama

El presidente afirma que solo podrá formarse una coalición si EE UU respalda atacar Siria El 'plan b' de París implica "asumir la responsabilidad" de apoyar a la oposición El Parlamento francés debate este martes su participación en el conflicto

El presidente francés, François Hollande, ha reiterado el lunes que Francia no actuará sola en Siria, y ha admitido que la condición para formar una coalición internacional que castigue al régimen de Bachar El Asad por el uso de armas químicas contra su pueblo es que el Congreso de Estados Unidos dé “luz verde” a la intervención militar deseada por Barack Obama el próximo día 9. “Si la decisión no fuera positiva, entonces Francia no actuaría sola pero asumiría su responsabilidad apoyando a la oposición en Siria de forma que una respuesta sea dada”, ha afirmado Hollande, revelando así que el alcance del plan B es bastante más modesto que el de la idea original.

Hablando ante la prensa junto al jefe del Estado alemán, Joachim Gauck, que realiza una visita de Estado a Francia para conmemorar el 50º aniversario del pacto franco-alemán del Elíseo, Hollande ha pedido a los países europeos que “asuman sus responsabilidades” y permanezcan “unidos” contra El Asad, y ha avanzado que “muy pronto” habrá una reunión a escala europea donde se discutirá qué respuesta debe darse. Probablemente, esa cita se producirá al margen de la reunión del G-20 que se abre el jueves en San Petersburgo.

Preguntado por la novedad histórica que supondría que Francia ataque a un país sin el amparo de una resolución de Naciones Unidas, Hollande ha recordado que “el Consejo de Seguridad lleva dos años bloqueando” las iniciativas presentadas contra Damasco, y ha matizado: “Tengo el máximo respeto por la legalidad internacional, pero es obvio que recurrir al Consejo de Seguridad no servirá para nada”.

El presidente francés ha replicado también a las amenazas vertidas por El Asad desde las páginas de ‘Le Figaro’, donde advierte de que Francia sufriría repercusiones negativas en caso de atacar Siria. Según Hollande, esas palabras solo refuerzan su voluntad de actuar: “Aquellos que tenían dudas sobre las intenciones de Al Asad ya no las pueden tener. Ha hablado de ‘liquidar’ (al enemigo). Podría haber dicho gasear”, ha dicho el jefe del Estado galo.

Este martes, las dos Cámaras del parlamento francés se reunirán en sesión conjunta para debatir la situación siria. Hollande decidió el lunes que los diputados y senadores no voten al final de la deliberación. Al ser cuestionado hoy por su negativa, el presidente francés ha preferido eludir la pregunta: “Todavía no estamos en eso”, ha dicho.

Su decisión obedece sobre todo a dos factores: el largo paréntesis abierto por las dudas de Obama ha dejado a Francia sin plan alternativo y con las manos atadas, y la aguda división de la clase política nacional podría desembocar en una derrota parlamentaria de las tesis presidenciales. El principal grupo opositor, la conservadora UMP, ha salido por fin de su confusión y ha anunciado que exigirá un voto parlamentario en el caso de que Hollande ordene atacar a Siria “fuera del marco de Naciones Unidas”.

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Según el ministro de Relaciones con el Parlamento, Alain Vidalies, el voto “no es un tema tabú” para Hollande. Pero para llegar esa concesión, hace falta que Obama mueva ficha y que se monte una coalición. De momento, el presidente francés, que soñaba con lanzar una intervención rápida, eficaz y aséptica de catigo a El Asad, ha pasado de ser el socio prioritario de Obama a depender, como él, de la imprevisible decisión del Congreso de Estados Unidos.

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