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El Congreso votará este viernes dejar sin fondos la reforma sanitaria de Obama

El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner.
El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner.JIM LO SCALZO (EFE)

La Cámara de Representantes de Estados Unidos, dominada por una mayoría de legisladores republicanos, se dispone este viernes a votar una ley que eliminaría la financiación federal del sistema sanitario impulsado por el presidente Barack Obama en 2010. La Casa Blanca ha advertido que la legislación sería vetada por el presidente.

El Partido Republicano ha votado propuestas similares en hasta 40 ocasiones, sin embargo, la iniciativa de este viernes está enmarcada dentro de las negociaciones del presupuesto federal que enfrentan a Obama y al Partido Demócrata con la oposición republicana. Esta última propuesta plantea prorrogar el presupuesto actual a través de la eliminación de los fondos federales del sistema sanitario para destinar éstos a otros programas públicos.

“Mañana celebraremos una gran victoria”, afirmó este jueves el portavoz de la Cámara de Representantes, John Boehner. El líder republicano anunció este miércoles que convocaría la controvertida votación, provocando la reacción inmediata de la Administración Obama. Durante su comparecencia ante un círculo de empresarios en Washington, el presidente acusó a los republicanos de “extorsionarle” con el presupuesto.

El país no se puede permitir otra crisis inventada por los republicanos” Nancy Pelosi, portavoz del
Partido Demócrata en la
Cámara de Representantes

La Casa Blanca emitió posteriormente un comunicado en el que amenaza con vetar la legislación que contempla la Cámara de Representantes “porque responde a una agenda ideológica que amenaza la economía y los intereses de la clase media”. En palabras de Boehner, sin embargo, Obama lleva varios años “defendiendo los intereses de las grandes empresas” y este es el momento de que el Partido Republicano “ayude a las familias americanas”.

Los principales líderes demócratas también han pronunciado su rechazo a la propuesta de este viernes, interpretándola como una cesión de Boehner al sector más conservador del partido, el Tea Party. Mientras que el portavoz de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, ha avisado de que la ley “estará muerta” en cuanto llegue a la Cámara Alta -suponiendo que sea aprobada este viernes-, Nancy Pelosi criticó el papel de los republicanos en el debate presupuestario. La portavoz de la minoría en la Cámara de Representantes aseguró que “el país no se puede permitir otra crisis inventada por los republicanos”.

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El desencuentro entre Obama y la oposición se agravó en el verano de 2011 durante las negociaciones del presupuesto federal y el techo de deuda pública -el límite máximo al que puede endeudarse la economía estadounidense. Desde entonces, ambas partes han acordado diferentes pactos económicos en torno a los impuestos y la financiación de programas federales, acompañados de prórrogas para evitar el “cierre” del Gobierno por falta de recursos.

Según el Departamento del Tesoro, EE UU se enfrentará a ese cierre -que acarrea suspensión de pagos a empleados federales y retirada de financiación de algunos programas-, si no llega a un acuerdo sobre la ampliación del presupuesto y el techo de deuda antes del 30 de septiembre. Los cálculos de la Administración auguran el fin de los fondos para mediados de octubre.

Hasta ahora, la negociación del presupuesto había avanzado separada de la ley insignia del Tea Party: la eliminación de los fondos públicos de la reforma sanitaria, que apodaron despectivamente como “Obamacare”. Pero esta semana los republicanos proponen aumentar el techo de deuda por el plazo de un año, a cambio de prorrogar la entrada en vigor de la reforma, por el mismo período.

El senador Ted Cruz, una de las voces del Tea Party -ha calificado este debate como “la guerra más importante que se libra en EE UU”- amenazó este jueves con hacer “todo lo que sea necesario” para eliminar los fondos federales del sistema de salud. Boehner también advirtió que espera que sus compañeros de partido en el Senado “hagan cuanto puedan, igual que haremos en la Cámara”.

La votación de este viernes ha sido interpretada como una cesión de Boehner al sector más conservador de su partido, que desde hace tres años reivindica la inconstitucionalidad de la reforma de sanidad. Con cada votación para retirar esos fondos, la Casa Blanca recuerda que ambas cámaras votaron a favor de la ley en 2010 y que ésta cuenta además con validez constitucional reconocida por el Tribunal Supremo.

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