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Los socialdemócratas sopesan las condiciones para pactar con Merkel

El SPD quiere fijar un salario mínimo en Alemania y más gasto educativo y en infraestructuras

El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) sopesa esta semana las demandas que llevará a la mesa de negociación con los democristianos de Angela Merkel, que buscan un socio para gobernar tras su victoria electoral del domingo. El Partido Liberal (FDP) no llegó al 5% requerido para entrar en el Bundestag y Merkel descartó desde el lunes gobernar en solitario. Su primera opción, apuntada ya al día siguiente de su arrollador 42%, es una gran coalición con el SPD como la que le dio su primer mandato en 2005. Los socialdemócratas, que descartaron en campaña la posibilidad de un tripartito con Los Verdes y el partido La Izquierda (Die Linke), han comenzado su debate interno como vienen haciendo desde la debacle electoral de 2009: reeligiendo a su jefe parlamentario Frank-Walter Steinmeier con el 91% de los votos. Como si el domingo no hubiera pasado nada.

Peer Steinbrück cosechó el segundo peor resultado de la historia del SPD desde la fundación de la República Federal. Su 25,7% mejoró en solo 2,7 puntos el pésimo resultado de su predecesor como candidato, que fue precisamente Steinmeier. Ambos son políticos veteranos y avezados que llevaron sendas carteras en la gran coalición de Merkel. La reelección de Steinmeier al frente del nuevo grupo socialdemócrata en el Bundestag es una señal favorable a una reedición del pacto entre los dos grandes partidos. Es la coalición que favorece buena parte de los alemanes, según las encuestas y según el arco parlamentario que dejaron las elecciones. Las bases socialdemócratas, sin embargo, recuerdan el pacto de 2005 como el inicio de un declive para el que no se ha encontrado remedio ni siquiera en la oposición. Pasar otros cuatro años como segundones de Merkel no parece la receta adecuada para ganar los comicios de 2017. La ejecutiva del partido se reunirá el viernes para decidir sobre la conveniencia de negociar.

A diferencia de lo que está sucediendo en el SPD, la cúpula de Los Verdes está dimitiendo en pleno.

El SPD tiene diversos puntos de acercamiento con la Unión Cristiana Democrática (CDU) de Merkel. Se perfilan posibles acuerdos sobre el salario mínimo, una de las condiciones clave del SPD. También sobre la reforma constitucional para permitir que el Gobierno central asuma gastos de educación ahora en manos de los länder. Merkel ya esbozó en la campaña la posibilidad de aumentar el gasto en infraestructuras y educación, que es otra de las promesas del SPD. La CDU podría tener que ceder en algunos puntos de su política familiar, como las subvenciones a los padres que renuncien a enviar a sus hijos a las guarderías públicas. Este es un asunto complejo, porque los socialcristianos de la CSU, partido hermano de la CDU en Baviera, no quieren renunciar a ellas.

Mientras tanto, a diferencia de lo que está sucediendo en el SPD, la cúpula de Los Verdes está dimitiendo en pleno. Ayer renunció su jefe parlamentario, Jürgen Trittin. También ha dejado el puesto su compañera Renate Künast. El lunes dimitió la copresidente del partido Claudia Roth. El otro copresidente, Cem Özdemir, por el contrario, quiere presentarse a la reelección. Los Verdes retrocedieron 2,3 puntos respecto a las elecciones de 2009 después de haber llegado a superar al SPD en las encuestas durante esta legislatura. Hace apenas unos meses superaban el 13% de los apoyos en los sondeos. El resultado fue un golpe duro y abre un debate interno sobre los contenidos del partido y sobre la posibilidad de pactar con Merkel para gobernar en la legislatura que empieza. Es una posibilidad más remota que la gran coalición con el SPD, tanto por las diferencias programáticas entre verdes y democristiano como por el escepticismo de la CSU. Su jefe, el poderoso primer ministro de Baviera Horst Seehofer, ya ha expresado su rechazo y su preferencia por el SPD.

En cuanto a la posibilidad de un gobierno entre SPD, Los Verdes y Die Linke, la secretaria general de los socialdemócratas, Andrea Nahles, dijo el martes que lo descartan “por lo menos lo que dure esta legislatura”. Demasiadas diferencias en política económica y de defensa entre los tres partidos, que ocupan la mayoría de los escaños en el Bundestag.

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