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Una app para viajar más rápido en la Ciudad de México

Una plataforma digital permite crear aplicaciones móviles con información de itinerarios, rutas y paradas de transporte público

Metrobús de la Ciudad de México.
Metrobús de la Ciudad de México.Isabelle Schaeffer

Marta vive en la Ciudad de México. Cada mañana, mientras desayuna, enciende su teléfono celular y abre una aplicación que le indica a qué hora pasará el colectivo por la parada más cercana a su casa, cuánto tendrá que esperar por el Metrobús que tomará después, y si hay disponibilidad en la estación de Ecobici donde toma la bicicleta para recorrer el tramo final hasta su trabajo.

Los “defeños” que lidian diariamente con las 12 líneas de metro, 94 de autobuses, 4 de Metrobús, 8 de trolebús, 260 estaciones de Ecoboci y casi 1400 rutas de colectivos que realizan 20 millones de viajes al día, pensarán –con razón- que el párrafo anterior fue extraído de un texto de ficción.

En un futuro no muy lejano, sin embargo, la rutina de Marta podría convertirse en realidad gracias a la Base de Datos Abiertos de Transporte de la Ciudad de México, una plataforma online que reúne la toda la información sobre ubicación de estaciones, paradas y frecuencias de paso en las distintas líneas y rutas de los sistemas de transporte de la ciudad.

“Hasta hoy, nunca ha habido un mapa integrado de transporte de la Ciudad de México. Esto significa que el usuario del transporte público se enfrenta a una serie de servicios individuales en vez de un solo sistema”, explica Catalina Ochoa, especialista en Transporte Urbano del Banco Mundial. ESMAP, el programa de asistencia para la gerencia del sector energético, asesoró técnicamente a la autoridad de transporte público de la ciudad para desarrollar la plataforma digital que permitiera la recolección de los datos sobre servicios, paradas y frecuencias, entre otros. Como estándar de esa plataforma se usó el llamado ‘feed’ de transporte público o GTFS, creado por Google y el gobierno de Portland (Oregon, EE.UU), ya que es fácil de mantener y replicar, y además permite a los desarrolladores recoger, almacenar, publicar y actualizar de manera abierta las rutas, frecuencias, paradas y otros datos de distintos modos de transporte.

En el caso del DF, el GTFS tuvo que hacer frente a un desafío adicional: cómo incorporar los datos de un servicio como el de los colectivos (sin itinerario ni paradas claramente establecidas). Esto obligó a desarrollar una versión “adaptada” del estándar para poder recolectar esos datos. La idea es proponer alternativas en cuanto al funcionamiento, la disponibilidad y la integración de los colectivos al resto de la red de transporte público.

Al estar en una plataforma abierta, estos datos pueden ser utilizados por desarrolladores externos para crear sus propias aplicaciones, en las que los usuarios -ya no ficticios, como Marta, sino de carne y hueso- puedan encontrar información confiable y en tiempo real sobre el transporte público en la ciudad y así evitar esperas inútiles en las paradas o estaciones y evitar embotellamientos de tráfico, por ejemplo.

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“Estos datos, combinados con los del censo y los del uso del suelo, le dan la posibilidad a los gobiernos locales de consolidar las rutas de transporte público y ajustarse a la oferta y la demanda”, explica Catalina Ochoa.

La especificación GTSF ya ha sido adoptada por 500 agencias de transporte público en todo el mundo. Otras ciudades mexicanas ya está considerando adoptarla también. Con ella las ciudades se ahorran millones de pesos en desarrollo de software y los usuarios tienen acceso a un transporte público mucho más eficiente.

*José Baig es editor online del Banco Mundial

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