_
_
_
_
_

El gobernador de Río se rinde tras meses de presión social

Cabral se pone a disposición del PMDB para ser senador de la República. La decisión coincide con una encuesta en la que se confirma que su popularidad ha caído en picado hasta el 20%

El Gobernador de Rio Sergio Cabral.
El Gobernador de Rio Sergio Cabral.Gobierno de Rio de Janeiro

El gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, del centrista PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño), se ha rendido a la evidencia de su imparable desgaste político y ha anunciado su próxima salida del Gobierno estatal que más impacto tendrá en la imagen internacional de Brasil en los próximos años. La decisión de Cabral coincide en el tiempo con la divulgación de un sondeo realizado por Datafolha, en el que se confirma lo que ya era una tendencia en los últimos meses: desde las manifestaciones del pasado junio, su popularidad ha caído en picado hasta el 20%, mientras que los que consideran su gestión mala o pésima ya suman el 38% de los encuestados. Pero el aún Gobernador de Río no se autocondena por ello al ostracismo, sino que pretende reacomodarse como senador de la República, donde ya ejerció antes de ser elegido gobernador en 2006. Por ello ha anunciado que se pone a disposición de su partido para presentar su candidatura al más agradecido cargo de senador, atrincherado en Brasilia y fuera de los focos y las polémicas que vienen amargándole la existencia desde hace meses.

Cabral ha dicho que saldrá del partido el próximo 31 de marzo para consagrarse a la nueva campaña electoral. Hasta el cinco de octubre 2014, cuando se celebrarán las elecciones Presidenciales y Estatales, su actual vicegobernador, Luiz Fernando Pezão, lo sustituirá interinamente al frente del Ejecutivo y como futuro candidato del PMDB al Gobierno de Río.

Tampoco Pezão parece ser el candidato ideal del PMDB, que con un pírrico 5% de intención de voto ve cómo, poco a poco, se desvanecen las posibilidades de revalidar su liderazgo político en el estado. Por si no fuera suficiente la acusada caída del apoyo popular, la última andanada le ha llegado de su principal aliado en el Gobierno, el Partido de los Trabajadores (PT), que ha anunciado su intención de romper la alianza, en pie desde hace siete años, y presentar a un candidato propio a los comicios de octubre. El senador, Lindbergh Farias, que inicialmente estaba destinado a presentarse de segundo en la coalición, competirá directamente con Pezão y con los otros precandidatos, el senador Anthony Garotinho (líder en las encuestas con el 21% de intención de voto) y el actual ministro de Pesca Marcelo Crivella (PRB).

Sergio Cabral acarició la gloria de la política en sus primeros años como gobernador con la elección de Río como sede olímpica y el exitoso proceso de pacificación que despegó con unos niveles de aceptación generalizados y una plausible disminución de la violencia en la ciudad más turística de Brasil. Recientemente, el rosario de denuncias por sobregastos en varias de las obras que están transformando a Río de cara a los próximos eventos deportivos, los primeros agujeros negros en el proceso de pacificación de las favelas, los desalojos de comunidades pobres cercanas a las instalaciones deportivas, la brutalidad policial en las manifestaciones que azotan la ciudad desde el pasado junio o las sospechas de corrupción que recaen sobre el propio Cabral han socavado inexorablemente su imagen y su crédito político hasta forzarlo a la renuncia.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_