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Los islamistas egipcios prenden fuego a la universidad de Al Azhar

Estudiantes próximos a los Hermanos Musulmanes prenden fuego a la facultad de Comercio Al menos un muerto en choques entre jóvenes islamistas y fuerzas de seguridad en el campus

Las movilizaciones de las asociaciones estudiantiles afines a los Hermanos Musulmanes y la contundencia de las fuerzas de seguridad a la hora de reprimirlas han disparado la agitación en las universidades egipcias, convertidas en el principal foco de resistencia antigubernamental. Este sábado por la mañana un grupo de estudiantes islamistas han prendido fuego a la Facultad de Comercio de la Universidad de Al Azhar, en El Cairo. En los disturbios posteriores, ha muerto al menos una persona —un estudiante simpatizante de la Hermandad según la agencia Reuters—, decenas han resultado heridas y la policía ha practicado 60 detenciones.

El incidente se ha producido un día después de una nueva jornada de protestas por parte de los seguidores de Mohamed Morsi, el presidente islamista depuesto en julio por un golpe de Estado. De acuerdo con el último balance oficial, los disturbios callejeros, que tuvieron lugar en diferentes provincias del país, se saldaron con la muerte de cinco personas y el arresto de 265 manifestantes. En la ola de violencia que siguió al golpe, han muerto ya al menos 1.500 personas, la mayoría simpatizantes de los Hermanos Musulmanes, que han visto cómo su cúpula y decenas de dirigentes provinciales eran encarcelados.

A primera hora de la mañana, y mientras se efectuaban los exámenes de final de semestre en Al Azhar, un grupo de alumnos han penetrado la Facultad de Comercio, y han incendiado el edificio. Los bomberos han podido ya controla el fuego, que ha devastado dos plantas enteras del recinto. La acción forma parte de una campaña de las asociaciones pro-Morsi de paralizar el funcionamiento de las universidades, y específicamente, impedir la celebración de los exámenes.

Las facultades se han convertido en el principal foco de resistencia antigubernamental

El vicepresidente de la Universidad de Al Azhar, Ahmed Hosseini, ha asegurado que no se van a cancelar los exámenes. “Estos intentos son inútiles, porque los exámenes se celebrarán según el calendario previsto, y quien no asista, será suspendido”, declaró Hosseini, que afirmó que la administración de la universidad “sancionará con severidad a aquellos que continúan realizando manifestaciones políticas” en el campus. Aparte de las docenas de estudiantes arrestados por la polícia, la institución ha expulsado a 80, y se ha abierto expediente disciplinario a otros 340.

Desde el inicio de las clases el mes de septiembre, la intensidad de los disturbios en las universidades ha ido escalando. Los detonantes del malestar han sido la decisión de algunos rectores de volver a permitir la entrada de la policía a los campus, tal como sucedía en la época de Mubarak, y la muerte de varios estudiantes a causa de los disparos policiales. También ha incendiado los ánimos entre estudiantes los arrestos masivos, y las duras sentencias judiciales. Por ejemplo, una docena de estudiantes de Al Azhar fueron condenados a 17 años de cárcel por participar en una manifestación que desembocó en enfrentamientos.

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La Universidad de Al Azhar es uno de las centros de educación superior más importantes de Egipto, con más de medio millón de alumnos, y a la vez, sede de la principal institución religiosa del país. A causa de esta dimensión religiosa, los movimientos islamistas son fuertes entre los estudiantes y parte del profesorado. De ahí que la decisión del gran imán de Al Azhar, Amed Tayyeb, de apoyar públicamente el derrocamiento de Morsi haya generado una gran tensión en el seno de la milenaria institución.

Casi tres años después de la revolución que acabó con la presidencia de Hosni Mubarak, Egipto está inmerso en una crisis política por la sangrienta batalla que libran los Hermanos Musulmanes y el Gobierno, apoyado por el Ejército. En una escalada de su política represiva, el miércoles el Gabinete designó como “organización terrorista” a la Hermandad, lo que comporta que todo aquel que participe en sus marchas puede ser condenado a hasta cinco años de cárcel. La medida se tomó después de un brutal atentado en la ciudad de Mansura, que causó la muerte de 16 personas. Aunque la organización yihadista Ansar Bayt el Maqdis reivindicó el brutal atentado, el Ejecutivo y los medios han preferido atribuir su autoría a los Hermanos Musulmanes.

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