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Correa entra en la campaña de las elecciones locales en Ecuador

La Asamblea Nacional concede días libres al presidente para apoyar a sus candidatos. La oposición lo acusa de proselitista

Correa, presidente de Ecuador, durante la campaña de las elecciones de 2013.
Correa, presidente de Ecuador, durante la campaña de las elecciones de 2013.EDU LEÓN

Ecuador es el escenario de una nueva contienda electoral. El próximo 23 de febrero se elegirán a 5.651 autoridades locales: 221 alcaldes, 46 prefectos y viceprefectos, 867 concejales urbanos, 438 concejales rurales y 4.079 vocales de las Juntas Parroquiales Rurales. Los aspirantes inscritos suman 27.895, según el Consejo Nacional Electoral, y desde este martes y hasta el 20 de febrero tienen vía libre para promocionar sus candidaturas.

Para el movimiento Alianza País, liderado por el presidente Rafael Correa, es una prueba para consolidar su liderazgo a nivel nacional. En las elecciones locales de 2009, este movimiento conquistó 9 de las 23 prefecturas y 72 de las 221 alcaldías. Los tres principales partidos de oposición (Pachakutik, Partido Sociedad Patriótica y Movimiento Popular Democrático) y movimientos políticos locales se hicieron con el resto.

Y en esta prueba no podía faltar la presencia del presidente Rafael Correa. Por eso pidió al legislativo tres días de licencia, concretamente los días 7, 8 y el 10 desde las 12:00. Y la Asamblea Nacional, con 91 a favor y 20 en contra, le concedió el permiso solicitado el pasado lunes.

Desde la oposición sonaron voces críticas como la de Lourdes Tibán, asambleísta por Pachakutik, que dijo que el primer mandatario ha mantenido su proselitismo durante sus funciones como jefe de Estado. “El presidente quiere llamar la atención y decir que cumple con el Código de la Democracia, pero ha pasado siete años en campaña permanente. Además el presidente durante la campaña va a hacer campaña, porque va a seguir mencionando a sus candidatos en las sabatinas [enlace semanal]”.

El asambleísta conservador Luis Fernando Torres, en cambio, manifestó su preocupación por el uso de los bienes públicos con fines partidistas. “No tiene sentido autorizar la licencia, el Presidente puede hacer campaña siempre que no utilice ningún recurso público”. Pero la bancada del oficialismo se apresuró a cerrar filas en torno al primer mandatario. Virgilio Hernández dijo que “ante un pedido de licencia, el compañero Correa no deja de ser presidente, por tanto, requiere medidas de seguridad”.

Los medios de comunicación privados recogieron los cuestionamientos de la oposición y Correa respondió a sus detractores a través de las redes sociales: “Ya empezó la campaña de la prensa ‘libre e independiente’, que el Presidente no debería participar. ¿Por qué? ¿Por el temor a perder? ¿Dónde se da este absurdo? Apoyaré, con toda mi alma y como siempre, a nuestros compañer@s, porque creo en nuestra Revolución Ciudadana”.

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Y sin más reparos, Correa volvió a vestir la camisa verde fosforito de Alianza País este martes e hizo su primera parada proselitista en la provincia amazónica de Zamora Chinchipe, que es uno de los bastiones del partido indígena Pachakutik y, además, el sitio donde el Gobierno quiere ejecutar tres proyectos mineros estratégicos: Fruta del Norte, Mirador y Panantza San Carlos.

El actual prefecto de Zamora, Salvador Quispe, que busca la relección, cuenta que el oficialismo quiere posicionar la extracción de recursos como el único medio para alcanzar el desarrollo de la provincia y que achaca el retraso de la provincia a las actuales autoridades. “Él ha dicho que somos los ‘tirapiedras’, que somos los representantes del retraso, pero nosotros decimos que independiente de la autoridad que esté, el Gobierno puede hacer las cosas que considere necesarias, todo lo demás es un simple pretexto para confundir a la ciudadanía. Nosotros defendemos a los mineros artesanales, que el Gobierno tanto descalifica, y rechazamos a las grandes empresas que quieren entrar a nuestro territorio”.

El presidente, durante sus días de licencia, también visitará otras provincias amazónicas como Morona Santiago y Pastaza, donde están los campos petroleros que fueron licitados en la última ronda petrolera, y Azuay, Loja y Tungurahua, donde sí tiene apoyo probado. No se ha dicho nada sobre su acompañamiento a los candidatos en las principaes ciudades del país, Quito y Guayaquil, pero los sondeos hechos por Cedatos, con corte al 15 de diciembre, señalan que los actuales alcaldes de esas urbes podrían repetir otro período de cinco años. Esto significaría un triunfo para Alianza País en Quito, con la reelección de Augusto Barrera, que tiene una intención de voto del 45% y un punto para la oposición en Guayaquil, con la reelección del social-cristiano Jaime Nebot, que tiene un 70% de intención de voto.

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