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Escraches con coches y ‘drones’

El movimiento Automaidán visita las casas de los políticos y las fotografía con aeronaves de radiocontrol

Pilar Bonet
Yekaterina Butkó.
Yekaterina Butkó.

Yekaterina Butkó supo que “las visitas a domicilio son lo que más irrita a los políticos” después de que el movimiento Automaidán lanzara un pequeño dron(aeronave no tripulada) sobre el territorio que rodea la residencia del presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich. Butkó, de 25 años, que estudió ciencias políticas, es jefa de prensa de Automaidán, organización fundada el pasado otoño por varios amigos que decidieron poner sus coches particulares al servicio de las protestas y recurren también a las aeronaves de radiocontrolpara fotografiar las residencias de los políticos.

La primera salida, por las calles de Kiev, fue el 29 de noviembre y a partir de ahí comenzaron las excursiones para “visitar a los personajes públicos que conocemos, pero que no sabemos cómo viven”. Acudieron a la residencia del ministro del Interior, “una enorme villa con pista de tenis”, y allí lanzaron un aparato no tripulado que fotografió el lugar. En diciembre, “fuimos a ver al presidente y esa fue la acción más masiva que hemos realizado, con miles de coches”.

“Después de ese paseo comenzamos a sufrir la represión, porque por aquella acción la gente todavía es citada a los juzgados, supuestamente por no obedecer a los guardias de tráfico y pararse”, señala la activista. “Hemos tenido más de 2.000 citaciones. En algunos casos la policía de tráfico ha ido a ver a la gente a su casa y a muchos les han quitado el carné de conducir entre tres y seis meses”, señala Butkó. Y añade que su propio padre, Tarás Butkó, de 55 años, músico, ha visto suspendido su carné de conducir por seis meses. La hija va de pasajera en las excursiones, pues dice no tener vehículo.

“Para llegar a la villa de Yanukóvich nos faltaron 300 metros, porque nos topamos con un cordón de seguridad formado por BERKUT (agentes de los cuerpos de intervención especial) y tropas del Ministerio del Interior. Cuando volvimos por segunda vez, los cordones de seguridad estaban desplegados incluso campo a través. “A Mezhgorie (emplazamiento de la residencia presidencial) hicimos unas cinco excursiones, pero solo dos fueron masivas. El dron voló sobre la residencia, pero el espacio es tan grande que no llegó a su destino, aunque nos permitió ver el panorama”, dice. “Comprendimos que las visitas personales son las que más les irritan”. También fueron a visitar a la familia de un coronel de las BERKUT al que acusan de haber pegado a un fotógrafo de prensa, relata.

El 22 de enero, uno de los líderes del Automaidán, Dmitri Bulátov, desapareció. “Era el principal portavoz y el que estaba bajo mayor presión, ya que era amenazado de exterminio físico”, señala la activista. En la noche del 22 al 23 de enero, fueron detenidas 17 personas, añade. Luego, ocho miembros de Automaidán fueron sancionados con dos meses de arresto. “No hacemos nada malo, solo queremos hablar. No presionamos a los parientes, porque no son culpables, aunque tal vez las madres tienen algo de culpa por cómo han educado a los hijos”, asegura la activista.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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