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EE UU sostiene que Rusia ha violado los tratados sobre misiles

Los estadounidenses han informado a sus aliados de la OTAN sobre presuntos lanzamientos de nuevos misiles de crucero Los rusos dan por cerrado el caso

El presidente Vladímir Putin (izq) junto a su homólogo estadounidense Barack Obama, durante la cumbre del G-20 de 2012.
El presidente Vladímir Putin (izq) junto a su homólogo estadounidense Barack Obama, durante la cumbre del G-20 de 2012.AP

Estados Unidos informó este mes a sus aliados de la OTAN que Rusia ha probado un nuevo misil de crucero tierra-aire, lo que aumenta la preocupación acerca del cumplimiento de Moscú de un acuerdo que controla este tipo de armas.

Funcionarios estadounidenses creen que Rusia comenzó a realizar las pruebas con estos misiles en 2008. Tales pruebas están prohibidas por un tratado de misiles de mediano alcance que fue firmado en 1987 por el presidente estadounidense Ronald Reagan y Mijail Gorbachov, el líder soviético en la época. Este acuerdo ha sido visto como la roca de fondo que puso fin a la Guerra Fría.

Desde mayo pasado, Rose Gottemoeller, alta funcionaria de control de armas del Departamento de Estado, le ha planteado en repetidas ocasiones tales pruebas a oficiales rusos, que han respondido que investigaron el asunto y lo consideran "cerrado". La adminitración de Obama no está lista todavía para declarar oficialmente que Rusia —con los lanzamientos— ha violado el tratado de 1987.

Con el presidente Obama comprometido en buscar mayores recortes en las armas nucleares, el Departamento de Estado ha tratado de encontrar una manera de resolver la cuestión del cumplimiento, preservar el tratado y dejar la puerta abierta a futuros acuerdos de control de armamentos.

"Estados Unidos nunca duda en plantear los problemas de cumplimiento de tratados con Rusia, y este tema no es la excepción", dijo Jen Psaki, el portavoz del Departamento de Estado. "Hay un proceso de revisión en curso, y no quisiera especular o prejuzgar el resultado", añadió.

Otros funcionarios, que pidieron no ser identificados porque estaban discutiendo las deliberaciones internas, dijeron que no había ninguna duda de que las pruebas de misiles eran contrarias al tratado, y que la administración ya había mostrado mucha paciencia con los rusos. Algunos miembros del Congreso, que han sido informados sobre el tema de forma clasificada durante más de un año, han estado presionando a la Casa Blanca para que dé una respuesta más firme.

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© The New York Times

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