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revueltas en ucrania

El presidente de Ucrania acepta una “tregua” tras convocar al Ejército

Yanúkovich destituye al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Los intensos choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad causan 26 muertes

Imágenes de las protestas en Kiev.Foto: reuters_live
Pilar Bonet

El presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich, ha anunciado en un comunicado una "tregua" en la ofensiva lanzada contra los manifestantes y la reanudación este jueves de las conversaciones con la oposición. En una nota alojada en la web de la presidencia, el presidente ucranio ha informado que se reiniciará el diálogo "para acabar con el baño de sangre y estabilizar la situación en el país para alcanzar la paz social". Antes de anunciar el cese de las operaciones, Yanukóvich se ha reunido durante cuatro horas con tres líderes opositores.

La presidencia del país ha difundido este mensaje pocas horas después de que Defensa informase de que el Ejército sería involucrado para aplastar la rebelión popular radicalizada por los enfrentamientos de la víspera. Yanukóvich decretó precisamente este miércoles la destitución del jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas, el general Volodimir Zamana.

Una brigada de entre 500 y 1.000 paracaidistas se dirige a la capital

La destitución llegó el mismo día en que el Gobierno había anunciado una operación antiterrorista para desalojar a los extremistas de todos los edificios gubernamentales que están asediando. La violencia del 18 de febrero se ha cobrado un mínimo de 26 muertos, de ellos 10 policías, según los datos del ministerio de Sanidad, y ha llevado la crisis que afloró en noviembre pasado a un nivel de tensión sin precedentes en toda la historia moderna de Ucrania desde el fin de la URSS en 1991.

Los efectivos policiales y las fuerzas antidisturbios del ministerio del Interior (las BERKUT) no han logrado acabar con la resistencia de la plaza de la Independencia de Kiev, que se reforzaba el miércoles con nuevos manifestantes, sobre todo jóvenes, pese al peligro de que las fuerzas del orden traten esta noche de organizar el asalto final, contado con la posible colaboración del Ejército. Obligados a replegarse en la plaza de la Independencia y en torno a la tribuna, los manifestantes parecían tener como principal tarea la fabricación de ingentes cantidades de cócteles Mólotov y la acumulación de piedras y adoquines para resistir un nuevo embate en la operación en la que hasta ahora participaban el Servicio de Seguridad de Ucrania y el ministerio del Interior.

Por la mañana, en una alocución televisiva, Yanukóvich exhortó a los líderes de la oposición a distanciarse de los manifestantes "radicales" o a identificarse con ellos y afrontar las consecuencias. En la nueva terminología oficial, los manifestantes son “extremistas” y los líderes de la oposición son responsables de los disturbios, y así lo hace constar el comunicado del ministerio de Exteriores de Ucrania a la opinión pública internacional.

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El presidente destituye al máximo jefe del Ejército

Yanukóvich podría declarar el estado de Excepción, pero eso exige un procedimiento que involucraría al parlamento, lo cual ahora es impensable, y un tiempo del que no dispone. Por eso, la fórmula elegida para legalizar la participación del Ejército es una “operación contraterrorista”.

Yanukóvich destituyó el miércoles al general Vladímir Zamana como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y lo reemplazó por Iuri Ilín. Este relevo ha sido interpretado como un paso clave para asegurar la participación de los militares contra los manifestantes. Ilín, que nació en Bielorrusia en 1962, es “un hombre que cumple las órdenes”, ha dicho el ex ministro de Defensa Anatoli Gritsenko, según el cual Zamana “nunca estaría de acuerdo” en utilizar al Ejército “para defender a las autoridades de su propio pueblo”.

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El Servicio de Seguridad de Ucrania conjuntamente con el centro antiterrorista anunciaron que comenzaban una “operación contraterrorista” en el territorio de Ucrania y en vista de tal anuncio, el ministerio de Defensa ha comunicado que, de acuerdo con el artículo 5 de la ley “sobre la lucha contra el terrorismo”, tanto el ministerio como sus órganos de dirección y unidades militares pueden ejercer diversas funciones de custodia de instalaciones estratégicas, polvorines y arsenales. El ministerio informa además que, de acuerdo con la citada ley, las Fuerzas Armadas tienen derecho a utilizar las armas, detener a infractores de la ley y entregarlos a los órganos del orden público, verificar la documentación o detener a quienes no la lleven consigo para establecer la identidad, realizar registros en la zona de la operación contraterrorista, registrar vehículos, y restringir la circulación rodada y de peatones. La coordinación de todos los organismos que participan en una operación contraterrorista es efectuada por el centro antiterrorista del Servicio de Seguridad de Ucrania, señala el comunicado del ministerio de Defensa, que recuerda que “las personas que participan en la lucha contra el terrorismo se encuentran protegidas por el Estado”.

La finalidad de la citada operación contraterrorista es “detener el extremismo y las acciones ilegales de los grupos radicales que amenazan la vida de millones de ucranianos, asegurar la defensa de los ciudadanos pacíficos y no permitir la guerra civil en Ucrania”, señalaban en la institución que dirige el ministro en funciones Pável Lébedev. Para empezar, los militares han exigido a los manifestantes que desalojen el Club de Oficiales de Kiev, ocupado la víspera. Tras recordar que el Club de Oficiales tiene el rango de unidad militar, los militares advierten a los manifestantes que con sus acciones están provocando “la consiguiente reacción por parte del ministerio de Defensa”. Este departamento ha enviado ya a Kiev refuerzos desde Dnepropetrovsk para incrementar la vigilancia de los depósitos de armamento y arsenales en la capital, según confirmó el ministro Lébedev. La información había sido divulgada antes en Facebook por Gritsenko. Una brigada de paracaidistas tiene entre 500 y 100 personas.

Por otra parte, la contabilidad de las víctimas mortales en los últimos episodios de violencia en Ucrania puede elevarse si se confirma que hay personas carbonizadas en la sede de los sindicatos de Kiev, que fue pasto de las llamas el martes. También en la ciudad de Jmelntiski los manifestantes fueron tiroteados desde el edificio del Servicio de Seguridad, según informa el diario Den. Una mujer que fue alcanzada en la cabeza podría haber muerto a resulta de las heridas.

Según el diario KyievPost, en las operaciones de asalto a las comisarías y dependencias de los servicios de seguridad, los activistas han conseguido hacerse con una buena cantidad de armas. Según el vicejefe del Servicio de Seguridad de Ucrania, Vladímir Borovko, habrían robado 267 pistolas, dos carabinas, tres ametrlladoras, 92 granadas y 15.000 balas. El secretario de Prensa del ministerio del Interior, Serguéi Burlakov, ha confirmado que en las provincias de Ternópol, Ivano-Franko, Lvov y Rovno los asaltantes han conseguido 300 armas.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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