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Yanukóvich sostiene que “una banda de neonazis” gobierna en Kiev

El depuesto presidente ucranio insiste en que sigue siendo el jefe de Estado legítimo de Ucrania

Un manifestante proucranio fue herido en un puesto de control en Crimea.Foto: reuters_live

El depuesto presidente ucranio, Víctor Yanukóvich, hizo una declaración pública en la ciudad rusa de Rostov del Don en la que reitera que sigue siendo el jefe de Estado legítimo de Ucrania. Al mismo tiempo, acusa a las actuales autoridades de Kiev, a las que califica de bandidos, de querer desencadenar una guerra civil.

Informe a Putin

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, informó el domingo al presidente Vladímir Putin que el secretario de Estado de EE UU, John Kerry, había aplazado la visita que en principio debería haber realizado este lunes a Rusia, aparentemente después del rechazo a las proposiciones sobre Ucrania que había transmitido por escrito a Moscú.

Esas propuestas no son aceptables para el Kremlin porque parten del presupuesto que hay un conflicto entre Rusia y Ucrania, cosa que la primera niega, y porque de hecho consideran legítimos los acontecimientos que llevaron al poder en Kiev a las nuevas autoridaes, mientras que para Moscú lo que ocurrió allí es un golpe de Estado.

En su informe a Putin, Lavrov aseguró que su ministerio tiene contrapopuestas para una solución diplomática de la crisis, que, afirmó, se corresponden con el derecho internacional y tiene en cuenta "los intereses de todos los ucranianos sin excepción". Sin embargo, no se han hecho públicos los detalles de la presunta fórmula mágica de Lavrov.

"Deseo recordar que sigo siendo no solo el único presidente legítimo de Ucrania, sino también su comandante en jefe supremo. No he renunciado a mis facultades y no me han destituido de acuerdo al procedimiento establecido en la Constitución", aseguró Yanukóvich en la sala Amatista, la misma donde el 28 de febrero pasado dio su primera y hasta el momento única conferencia de prensa desde que salió de Rusia. Esta vez, Yanukóvich se limitó a leer su declaración y abandonó el recinto sin aceptar preguntas.

Yanukóvich subrayó que las elecciones convocadas "por la camarilla que se tomó el poder como resultado de un golpe de Estado" son "ilegítimas", "no se corresponden con la Constitución de Ucrania" y, en su opinión, "transcurrirán bajo el control total de las fuerzas extremistas".

Anunció asismismo que piensa regresar a su país "en cuanto las circunstancias lo permitan", para lo que, pronostica con optimismo, "no habrá que esperar mucho".

Para Yanukóvich, en Ucrania se ha tomado el poder "una banda de ultranacionalistas y neonazis, que ya tienen como objetivo el sillón presidencial". Las actuales autoridades de Kiev "quieren poner al ejército bajo los estandartes de [Stepán] Bandera", pretenden aceptar a los extremistas en las Fuerzas Armadas, "darles armas", acusó, y dirigiéndose a Occidente inquirió: "¿Es que habéis enceguecido, es que habéis perdido la memoria, es que ya olvidasteis lo que es el fascismo?"

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Mientras tanto, en Moscú, Serguéi Mirónov, expresidente el Senado y actual líder del grupo parlamentario del partido Rusia Justa en la Duma Estatal, anunció que la ley que permitirá aceptar a Crimea como parte de la Federación Rusa será debatida el 21 de marzo, es decir, cuando ya se tengan los resultados del referéndum que se celebrará el día 16 en la península. También se espera que próximamente sea presentada en sesión plenaria la ley que simplifica la obtención de la ciudadanía rusa.

El domingo, el ministro de Exteriores Serguéi Lavrov informó al presidente Vladímir Putin que el secretario de Estado John Kerry había aplazado la visita que en principio debería haber realizado este lunes, aparentemente después del rechazo a las proposiciones sobre Ucrania que había transmitido por escrito a Moscú. Esas propuestas no son aceptables para el Kremlin porque parten del presupuesto que hay un conflicto entre Rusia y Ucrania, cosa que la primera niega, y porque de hecho consideran legítimos los acontecimientos que llevaron al poder en Kiev a las nuevas autoridaes, mientras que para Moscú lo que ocurrió allí es un golpe de Estado. En su informe a Putin, Lavrov aseguró que su ministerio tiene contrapropuestas para una solución diplomática de la crisis, que, afirmó, se corresponden con el derecho internacional y tiene en cuenta «los intereses de todos los ucranianos sin excepción». Sin embargo, no se han hecho públicos los detalles de la presunta fórmula mágica de Lavrov.

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