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Ni una llamada, ni un mensaje

Los cientos de pasajeros del vuelo MH370 guardaron un extraño silencio mientras el avión fue desviado y volaba en otra dirección

Una joven observa los mensajes de apoyo a las familias escritos en una pared del aeropuerto internacional de Kuala Lumpur.
Una joven observa los mensajes de apoyo a las familias escritos en una pared del aeropuerto internacional de Kuala Lumpur.S. S. (REUTERS)

Ni una llamada telefónica, ni un mensaje vía Twitter o Weibo (red social china) o una foto en Instagram. Los 227 pasajeros del vuelo MH370 guardaron un extraño silencio mientras el avión Boeing 777-200 fue desviado y voló durante horas en una ruta que no era la original.

La mayoría de los pasajeros eran de China y Malasia, países donde el uso de teléfonos móvil es frecuente, especialmente entre personas con recursos para tomar vuelos internacionales. Entonces, ¿por qué nadie se comunicó? Expertos consultados por el diario estadounidense The New York Times explican que las posibilidades van desde que volaban demasiado alto para que los dispositivos electrónicos personales funcionaran, hasta que la persona que desconectó los sistemas de comunicación del avión, también apagó el sistema de entretenimiento del aparato, por lo que los móviles de aire no funcionaban.

Ahmad Jauhari Yahya, director ejecutivo de Malaysia Airlines, aseguró que no hay ninguna evidencia de que los pasajeros trataron de comunicarse con tierra. Sin embargo, las autoridades continúan comprobando miles de registros.

La falta de comunicación de los pasajeros del MH370 contrasta con lo sucedido en los cuatro vuelos secuestrados el 11 de septiembre de 2001 en EE UU. En esa ocasión, los pasajeros y tripulantes realizaron llamadas a sus seres queridos y autoridades.

Vicent Lau, catedrático de electrónica en la Universidad de Hong Kong de Ciencia y Tecnología, aseguró que la altitud podría haber evitado que los móviles se conectasen con tierra, incluso si lo llevaban funcionando desde tierra o lo encendieron durante el vuelo. De acuerdo con los radares militares, el avión volaba a 45.000 pies (13.776 metros) cuando giró y cambió de rumbo —la altitud máxima autorizada para un Boeing 777 es de 43.100 pies (13.137 metros). Luego, a su paso por Malasia, descendió hasta los 23.000 pies (7.010 metros) y volvió a subir hasta los 29.500 pies (8.990 metros) y de ahí a la altura crucero: 10.000 metros.

El catedrático dijo que a esa distancia los teléfonos móviles recibirían poca o ninguna señal. Lau señaló que desde los ataques del 11 de septiembre se ha mejorado la cobertura de la señal, aunque la intensidad a veces se pierde.

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Lam Wonh-Him, especialista en comunicación inalámbrica de la Universidad de Hong Kong, explicó al diario estadounidense que los dispositivos móviles transmiten a un vatio o menos, mientras que los teléfonos en tierra a 20 vatios o más. Esta diferencia provoca que aunque el teléfono móvil muestre que recibe la señal, esta no sea lo suficientemente fuerte como para hacer una conexión. Además, a esto se le suma que el metal del avión reduce las señales de los móviles.

Aunque la comunicación por móvil sea complicada, los aviones comerciales están equipados con teléfonos de aire (estos usan el sistema de radio tradicional o tecnología satelital), en el caso del B777-200 tenía este equipo en el área de negocios.

Expertos en telecomunicaciones, que pidieron el anonimato al Times, explicaron que muchos aviones tienen estos teléfonos conectados a su sistema de entretenimiento, por lo que la persona que deliberadamente desvió el B777 y apagó los equipos de comunicación, "probablemente" haya hecho lo mismo con este sistema. Otra consecuencia de desactivar este equipo es que el mapa que muestra la ruta del avión no funcionaba, por lo que los pasajeros no sabían que volaban en dirección equivocada.

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