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obituario

U Win Tin, valiente opositor a los espadones birmanos

El periodista y político fue estrecho colaborador de Aung San Suu Kyi

Win Tin, en su casa de Yangon el año pasado.
Win Tin, en su casa de Yangon el año pasado.GEMUNU AMARASINGHE (AP)

U Win Tin (Gyobingauk, 1930) fue un periodista e intelectual birmano que se distinguió por su inquebrantable oposición a la camarilla militar que, bajo una u otra fórmula, rigió los destinos de su país entre el golpe de Estado de marzo de 1962 y la titubeante apertura democrática de comienzos de esta década. Falleció de fallo multiorgánico el pasado 21 de abril en Yangon. Win Tin tenía 84 años y sufría múltiples achaques por el trato inhumano que recibió durante su larga estancia en prisión.

Antiguo periodista, Win Tin era cofundador y figura fundamental de la Liga Nacional para la Democracia (LND) liderada por la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi. Win Tin, que siempre se vio más como un intelectual al que las circunstancias impusieron el activismo que como un político vocacional, pasó 19 años en la cárcel por sus críticas al régimen, al que molestó sobremodo que Win Tin hiciera llegar a la ONU un informe en el que pormenorizaba las prácticas criminales de la dictadura.

En 1988 Win Tin tomó parte muy destacada en las protestas nacionales de 1988 (conocidas como el “Levantamiento del 8888”, porque su punto culminante se situó en torno al 8 de agosto de aquel año), brutalmente reprimidas por el Ejército, que asesinó a varios miles de manifestantes y forzó a decenas de miles a buscar refugio en la vecina Tailandia. Fue precisamente a raíz de aquellos hechos cuando Win Tin y un grupo de opositores al régimen fundaron la LND.

Fue sentenciado a tres años de prisión en julio de 1989, pena que se le fue ampliando arbitrariamente a lo largo de casi dos décadas. Aparte de la privación de libertad, se le sometió al sufrimiento adicional del trabajo forzado, torturas de todo tipo y largos periodos de confinamiento solitario, a veces en jaulas para perros. Nada de esto logró quebrantar otra cosa que su salud y, en la medida en que le fue posible, mantuvo una activa oposición a la dictadura durante todo el tiempo que estuvo en prisión. Su firme defensa de la libertad le valió numerosos premios de prestigio internacional, entre ellos la Pluma de Oro de la Asociación Mundial de Periódicos o el Guillermo Cano de la Unesco.

Convertido en una de las figuras más emblemáticas de la resistencia a la junta militar, Amnistía Internacional, el PEN Club Internacional y otras organizaciones de derechos humanos desarrollaron prolongadas campañas para conseguir su liberación, que finalmente llegó en septiembre de 2008, en el marco de la amnistía de la que se benefició una veintena de los miles de presos políticos de la dictadura. En el momento de su puesta en libertad, Win Tin era el preso de conciencia más antiguo de Birmania.

Aunque leal consejero de Suu Kyi, de quien fue muy cercano colaborador cuando la Nobel regresó a Birmania en 1988, recientemente discrepó de su decisión de presentarse a las elecciones legislativas parciales de 2012. Win Tin consideraba que la candidatura de Suu Kyi daba una pátina de respetabilidad a un Gobierno surgido de unos comicios más que dudosos y repleto de ejecutores o cómplices de la dictadura.

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