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El uribismo gana fuerza frente a Santos antes de las presidenciales

Las acusaciones mutuas emponzoñan la campaña electoral en Colombia

Zuluaga y Uribe, en un acto electoral.
Zuluaga y Uribe, en un acto electoral. F. Vergara (AP)

La recta final de la contienda electoral en Colombia se ha enturbiado por los escándalos protagonizados por las campañas del presidente Juan Manuel Santos y el candidato uribista, Oscar Iván Zuluaga, su más fuerte rival. Los pronósticos iniciales que apuntaban a que Santos se haría con facilidad con la reelección se han desvanecido. Ahora el panorama electoral muestra que el mandatario está lejos de ganar con holgura y que su principal opositor, respaldado por el expresidente Álvaro Uribe, podría arrebatarle la presidencia en segunda vuelta.

La encuesta más reciente, la del Centro Nacional de Consultoría —contratada por un telediario—, señala esta tendencia. El uribista Zuluaga supera por dos puntos a Santos. El 24% de los encuestados, de una muestra de 1.500, votaría por el primero y el 22% por el actual mandatario, que prácticamente se estancó en esta medición, ya que la anterior le daba un 23%. Esto técnicamente representa un empate. Sin embargo, ante la pregunta de un posible escenario para segunda vuelta entre estos dos candidatos, Zuluaga le ganaría a Santos con una diferencia de ocho puntos (42%-34%). Es la primera vez que el opositor aparece encabezando la intención de voto de la primera y segunda vuelta presidencial.

Zuluaga es el candidato de los cuatro rivales que tiene Santos que más ha crecido en las encuestas 

Las encuestas de hace dos semanas ya apuntaban a que Santos seguía llevando la delantera, pero se debilitaba, lo contrario a lo que sucedía con Zuluaga, el candidato que más ha crecido de los cuatro rivales que tiene Santos. Hace una semana, una encuesta realizada por la firma Cifras y Conceptos también pronosticó que la presidencia terminaría siendo una lucha entre el santismo y el uribismo. Sin embargo, que Santos pase de segundo a la segunda vuelta le da un giro a los pronósticos electorales. Para el analista Mauricio Vargas, columnista del diario El Tiempo, los desaciertos de la campaña le están pasando factura a Santos. “Es una campaña que no podía perder salvo que cometiera todos los errores, y los está haciendo”, dijo. Entre ellos —según el analista— una campaña publicitaria de mala calidad y no tener un mensaje estratégico, ya que se ha centrado en la paz, un tema que para los colombianos no es tan prioritario como el empleo, la inseguridad y la salud.

Eso también podría reflejarlo la encuesta del Centro Nacional de Consultoría, que es la primera que se conoce después una intensa semana en+ donde las campañas de Santos y Zuluaga han terminado salpicadas por una guerra sucia. Sin embargo, Zuluaga sale airoso.

En el caso del mandatario, su principal asesor, el polémico venezolano J.J. Rendón, tuvo que dimitir tras ser señalado por narcos de hacer lobby a una propuesta de entrega a la justicia colombiana por la que le habrían pagado 12 millones de dólares. Luego la tormenta creció cuando la fiscalía capturó a un hacker acusado de espiar el proceso de paz con las FARC y que además trabajaba en la campaña de Zuluaga. Cada campaña ha negado las acusaciones, pero lo paradójico es que este hacker también trabajó para el asesor de Santos en pasadas campañas cuando los ahora enemigos jugaban en el mismo equipo: Santos, Uribe, Zuluaga y J.J. Rendón.

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Entonces, ¿por qué castigan solo a Santos? “Hay una impresión en un grupo importante del electorado urbano de que quizás los grandes medios de comunicación y la propia Fiscalía forman parte de un grupo contra Zuluaga y Uribe. Y en Colombia, históricamente, al elector no le gustan las camarillas”, añade el analista.

El expresidente Uribe, que goza de gran popularidad, también ha entrado a atizar los escándalos insinuando que dos de los 12 millones de dólares que habría recibido el venezolano Rendón, los habría donado para pagar deudas de la campaña presidencial de Santos en 2010, por lo que pidió que se investigara. Sin embargo, Uribe se ha negado a revelar quiénes fueron sus fuentes e incluso dijo que no tiene garantías en la Fiscalía, lo que fue interpretado en círculos políticos como una estrategia para no acudir ante la justicia porque no tiene pruebas.

El expresidente Uribe, que goza de gran popularidad, también ha entrado a atizar los escándalos

“La gran equivocación de los adversarios políticos de Uribe ha sido que nunca han entendido que lo que le sirve siempre es la confrontación. Cada vez que lo atacan, él se crece y en eso se ha equivocado Santos ya que eso significó que aceptó jugar en su terreno y que Uribe se convirtió en el que pone la agenda”, dice el analista.

Por ahora, Zuluaga logró conjurar el efecto adverso de que un colaborador suyo fuera acusado de sabotear la principal bandera de campaña de Santos, aunque le costó la renuncia al director de su campaña, Luis Alfonso Hoyos, después de que se conociera que presentó al hacker a periodistas de un noticiero con la excusa de que tenía información confidencial de que la guerrilla obligaba a votar por Santos en ciertas regiones. Algo que no se pudo probar.

A 12 días de la primera vuelta presidencial, poco han sabido los colombianos de las propuestas de gobierno de los candidatos y quien gane podría ser el que logre salir menos golpeado por la guerra sucia que se tomó la contienda electoral.

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