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Ska Keller | Candidata a la Comisión por Los Verdes

“El empleo verde funciona y es duradero”

Ofrece una mirada fresca sobre el paro, la inmigración y los movimientos independentistas

Lucía Abellán
La candidata para presidir la Comisión Europea por los Verdes, Ska Keller vota por correo en Berlín, Alemania.
La candidata para presidir la Comisión Europea por los Verdes, Ska Keller vota por correo en Berlín, Alemania.HAUKE-CHRISTIAN DITTICH (EFE)

La más desconocida de los candidatos a la presidencia de la Comisión Europea ha agitado la campaña con mensajes contracorriente sobre asuntos espinosos como la independencia de Cataluña. Ska Keller, alemana de 32 años, ofrece una mirada fresca –que sus oponentes pueden considerar ingenua- sobre el paro, la inmigración y los movimientos independentistas. “Si los catalanes deciden que quieren ser independientes, debería ser posible”, dice sin pestañear. La candidata de Los Verdes es la única mujer que concurre al liderazgo del Ejecutivo comunitario, una singularidad que lamenta.

Pregunta. Su figura es diferente de la del resto de los candidatos: es mujer, es joven y una cara completamente nueva en el escenario europeo. ¿Cómo define eso su candidatura?

Respuesta. Es una pena que ningún otro partido haya elegido a una mujer, muestra que aún hay mucho camino por recorrer. En cuanto a la edad, tengo experiencia en el Parlamento Europeo, en la política local, regional y nacional. Es importante traer a la campaña diferentes experiencias, no solo de los que llevan en política 40 años, sino de los jóvenes, fuertemente castigados por la crisis.

P. Usted es coetánea de muchos de esos jóvenes sin empleo a los que alude. La Comisión Europea no tiene competencias sobre esta materia. ¿Qué haría usted como presidenta?

R. Sí tiene algunas competencias. Recientemente ha puesto en marcha la llamada garantía juvenil, que no se ha aplicado del todo bien. Llega solo hasta los 25 años y el principal problema es que cubre prácticas sin remunerar, cosa que no ayuda a nadie. Lo que nosotros proponemos es dedicar dinero a la investigación y el desarrollo, a la eficiencia energética, inversiones que podrían crear empleos. La propia Comisión estima que habría seis millones de empleos para 2020 si fuéramos más ambiciosos en cambio climático, así que no solo lo decimos nosotros.

P. ¿Ve en ese campo una fuente de empleo futuro?

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R. Sí, en España hay ejemplos. El empleo verde funciona y es duradero. Para mí, también es parte de la economía verde tener sectores fuertes de educación y sanidad, son inversiones que necesitamos para el futuro.

P. Europa busca reducir la dependencia energética de Rusia a raíz de la crisis de Ucrania. Pero Los Verdes son contrarios a una de las alternativas más firmes, el fracking. ¿Bastan las renovables para atender la demanda europea?

R. Absolutamente, las renovables pueden proveer al continente, aunque no de hoy para mañana. Necesitamos energía producida de manera local, pero conectada de manera global en Europa. Y países como España, con muchos recursos solares, pueden contribuir. Hace falta cooperación para salir de la energía nuclear.

P. Visitó Ceuta y Melilla y quedó impresionada. ¿Cree que España está violando las normas europeas de inmigración?

R. Aparentemente ni siquiera está aplicando las españolas. Las vallas de Melilla son la cara de Europa ante el mundo exterior. Estuve en el centro de inmigrantes de la ciudad y encontré a familias que habían estado allí durante varios años, en situaciones en las que no se podría vivir ni varios días. Realmente es un problema. La UE y los Estados miembros tienen que ayudar más a los refugiados. En Ceuta y Melilla oí también muchas quejas sobre la policía de fronteras que expulsa a los inmigrantes en el momento. Eso va también contra la ley española. Es muy preocupante. Murieron 15 personas intentando entrar porque la policía tiró pelotas de goma. Es una locura.

P. Los candidatos a la Comisión Europea coinciden en que es necesaria una política migratoria común. ¿Cuál es su propuesta?

R. Llevamos años pidiendo un marco legal para refugiados e inmigrantes económicos. Y la Comisión ha hecho propuestas, pero los países miembros están completamente en contra. Casi todos los partidos votan para destinar más dinero al control de fronteras, a dificultar la llegada de inmigrantes. Así que dicen una cosa y hacen la opuesta. Tiene que cambiar todo el enfoque, del actual de cerrar las fronteras a convertirnos en un área de protección.

P. Su opinión sobre Cataluña es una de las más radicales que se han expresado en la UE: si fuera presidenta de la Comisión Europea, acogería a una Cataluña independiente.

R. Para mí lo más importante es que tienen derecho a decidir. Si ellos deciden que quieren ser independientes –y en Escocia, por ejemplo, hay un referéndum convocado-, debería ser posible.

P. ¿Los acogería incluso si esa independencia es contraria a la Constitución española?

R. Creo que es muy importante que el derecho a decidir pueda realizarse, pero por supuesto con diálogo, no con confrontación.

P. De todos modos, depende de los Estados miembros, no de la Comisión, aceptar a un nuevo Estado.

R. Sí. Lo que haría como presidenta de la Comisión es apoyar una petición catalana para entrar en la UE.

P. ¿Teme un Parlamento Europeo en el que muchos de sus compañeros –más de los que tiene ahora- condicionado por euroescépticos, xenófobos o populistas de varios tipos?

R. Ya los tenemos en el Parlamento Europeo. Hasta ahora no han tenido mucha visibilidad, pero han conseguido cosas. Por ejemplo, frenaron un informe sobre igualdad de género. Pueden causar muchos problemas. Porque, una vez dentro del Parlamento, pueden mover al centro-derecha y adoptar ciertos eslóganes, sobre todo en lo referente a la inmigración. Y eso sería horrible.

P. ¿Cree que va a suceder eso?

R. Bueno, nadie pensaba que los partidos conservadores utilizarían ciertos eslóganes, especialmente en inmigración intracomunitaria. Mire Reino Unido, Alemania… Eso da una idea de lo que podemos esperar. Es una estrategia completamente errónea de los partidos conservadores porque las ganancias de estos discursos van para esos partidos minoritarios. Deberían marcar más las distancias con la extrema derecha.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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