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CONFLICTO ISRAEL-PALESTINA

Los palestinos pactan un Gobierno de unidad

Al Fatah y Hamás forman un Ejecutivo tecnócrata tras siete años de divisiones

Abbas y ministros del nuevo Gobierno palestinos este lunes en Ramala.
Abbas y ministros del nuevo Gobierno palestinos este lunes en Ramala. MOHAMAD TOROKMAN (Reuters)

Los dos grandes movimientos palestinos han presentado hoy un Gobierno de unidad que formalmente supone su reconciliación tras siete años de enfrentamientos fratricidas que derivaron en la división territorial y política de los territorios palestinos: Cisjordania gestionada por Al Fatah y Gaza dominada por el grupo islamista Hamás. El Gabinete, con 17 ministros designados por ambos grupos por su valía profesional más que por su adscripción política, tomó posesión ante el presidente Mahmud Abbas en una ceremonia en Ramala. En consonancia con un sentimiento muy extendido entre los palestinos, Abbas proclamó: “Hoy declaramos el fin de la división que ha causado un daño catastrófico a nuestra causa”. Desde 2006 no se celebran elecciones en los territorios palestinos. El mandato de Abbas expiró en 2009.

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Los palestinos esperan que Occidente reconozca al nuevo Ejecutivo pese a la frontal oposición de Israel, que ha instado a los Gobiernos extranjeros a no apresurarse en reconocerlo en vista de que Hamás no reconoce ni siquiera admite el derecho a la existencia misma de Israel. El gabinete de seguridad, convocado por el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, insistió en que no negociará “con un Gobierno palestino que depende de Hamás”. El jefe del Ejecutivo israelí ha insistido reiteradamente en que Abbas ha elegido “el terrorismo por encima de la paz” y por eso interrumpió por completo los contactos con los negociadores palestinos poco antes de que, el 29 de abril, acabase el plazo de nueve meses que las partes se dieron —bajo los auspicios de EE UU— para redactar un borrador de acuerdo de paz.

Israel solo mantendrá los contactos estrictamente necesarios para garantizar la seguridad de su territorio ya que, al igual que la Unión Europea y EE UU, considera a Hamás y Yihad Islámica organizaciones terroristas.

Todas las decisiones vinculadas con la diplomacia y la seguridad quedan en manos de Abbas, de 79 años, que ha recalcado que el nuevo Ejecutivo reconoce a Israel y mantiene el compromiso de buscar un acuerdo de paz que ponga fin a este conflicto, que dura ya 66 años. El Departamento de Estado de EE UU aseguró que “está dispuesto a trabajar con el nuevo Gobierno, siempre que respete los principios reiterados por Abbas” y vigilará su política.

El pacto entre Al Fatah y Hamás que dio origen al Gobierno de unidad es titubeante, de incierto futuro y llega tras tres años de negociaciones entre los partidos y milicias palestinos, que cuajaron en los acuerdos de El Cairo, en 2011, y de Doha, en 2012, un tiempo en el que los acercamientos y las rupturas entre ambas partes se han ido sucediendo sin aparente fin. El acuerdo actual se produce en un momento en que tanto Al Fatah como Hamás están debilitados: los primeros, con Abbas al frente, por el enésimo fracaso de las negociaciones de paz con los israelíes, y los segundos, porque el derrocamiento de sus aliados, los Hermanos Musulmanes, ha supuesto el cierre de los túneles subterráneos y de la frontera con la consiguiente asfixia de los habitantes de Gaza.

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Reflejo de problemas cotidianos para los palestinos, los tres ministros procedentes de la franja mediterránea no pudieron asistir a la ceremonia porque Israel no les autorizó a salir.

Las divergencias entre ambos grupos eran muchas y por eso la tensión ha llegado hasta el último momento. El primer ministro, Rami Hamdalá, del partido Al Fatah, conserva el cargo, al que añade la sensible cartera de Interior, que debe encarar la reforma de las fuerzas de seguridad para integrar a los brazos armados de Hamás o Yihad.

EE UU trabajará con el nuevo Gabinete y vigilará sus políticas

El nuevo Gobierno se ocupará fundamentalmente de atender las necesidades diarias de los palestinos tanto de Gaza como de Cisjordania durante los seis próximos meses, el plazo que se han dado para convocar unas nuevas elecciones presidenciales y legislativas. “No habrá elecciones. Formar Gobierno es un paso simbólico pero no deberíamos exagerar las expectativas”, advierte George Giacaman, de la Universidad palestina de Birzeit en declaraciones a Reuters.

Siete años divididos

  • Enero de 2006.El movimiento islamista Hamás gana las elecciones legislativas frente a Al Fatah, un triunfo que la comunidad internacional recibe con un boicoteo diplomático. La tensión entre ambas facciones culmina con la convocatoria de unas elecciones anticipadas por el presidente Abbas que no llegan a celebrarse. El Gobierno de Hamás lo calificó de "golpe de Estado".
  • 2007. Las escaramuzas entre ambos grupos derivan en un enfrentamiento armado en Gaza. El 14 de junio, tras cinco días a tiros, Hamás proclama la "liberación" de la franja.
  • 3 de mayo de 2011. Hamás, Al Fatah y otros 11 partidos firman un pacto para formar un Gobierno de coalición que fracasa.
  • 23 abril de 2014. Las dos facciones anuncian su reconciliación para crear un Gobierno de unidad.

La ruptura entre ambos grupos alcanzó su punto culminante en 2007, cuando Hamás se hizo a la fuerza con el poder en Gaza tras ganar las elecciones legislativas palestinas de un año antes. La actual fase de acercamiento entre las facciones palestinas cristalizó el pasado 23 de abril con un acuerdo que, más allá del nuevo equipo y las elecciones, incluye una mayor integración de las partes en la OLP y liberaciones de presos de unos y otros, en la franja y en Cisjordania, como signo de buena voluntad. No obstante, formar un Gabinete era el paso sencillo —y eso que se ha retrasado unos días—, se trataba de reunir un grupo de tecnócratas que intenten movilizar la maquinaria electoral manteniendo cubiertas las necesidades básicas de la población. Lo complicado es llegar a esos comicios, algo en lo que hay escasas esperanzas en ambas partes.

El temor al ascenso del contrario y las divisiones internas de cada facción —“Ya no se sabe con quién hablar en Gaza”, decía un diputado de Fatah, explicando las diferentes sensibilidades entre sus hasta ahora enemigos— complican las perspectivas de que se convoquen comicios dentro de medio año.

El gabinete de seguridad israelí acordó ayer hacer campaña para evitar “que organizaciones terroristas participen en elecciones” y autorizó a Netanyahu a “imponer nuevas sanciones” a la Autoridad Palestina, a la que retiene impuestos por los reiterados ataques con proyectiles a centros de población civil.

El nuevo Gobierno palestino asume el poder también en Gaza, donde el ya ex primer ministro islamista Ismail Haniya aseguró que el pacto zanja “el capítulo de siete años de división” y convierte a su brazo armado en “un ejército” palestino.

Soldados israelíes abatieron este lunes en Cisjordania a un palestino, que, según fuentes del Ejército israelí, les había disparado previamente, informa Reuters.

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