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Un islamista tranquilo para hacer frente a Erdogan

Ihsanoglu es el candidato de la oposición laico y nacionalista a la presidencia de Turquía

Ekmeleddin Ihsanoglu, candidato de la oposición laica a la presidencia turca.
Ekmeleddin Ihsanoglu, candidato de la oposición laica a la presidencia turca.ADEM ALTAN (AFP)

Cuando hace dos semanas el Partido Republicano Popular turco (CHP, en este idioma) anunció su candidato para las elecciones presidenciales hubo muchos que no lo podían creer.

Fue precisamente el CHP, el partido de Mustafá Kemal, Ataturk, el fundador de la actual República en 1923, quien definió Turquía como un Estado laico y se lanzó a la modernización y occidentalización del país. Sin embargo, hoy el CHP presenta un candidato islamista a la elección para la presidencia de la República turca.

Ekmeleddin Ihsanoglu, exdiplomático e intelectual de 70 años de edad y musulmán devoto, fue elegido conjuntamente por el CHP y el Partido del Movimiento Nacionalista (MHP, en turco), para previsiblemente enfrentarse al todopoderoso primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, en las primeras elecciones presidenciales directas en Turquía.

La sombra de Erdogan, líder indiscutible del islamista y gobernante Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP, en turco) y el político más popular del país, es tan alargada que ha forzado a la oposición laica a renunciar a sus principios y proponer un candidato islamista para intentar frenar al líder del AKP.

Ihsanoglu, quien nació en El Cairo, en Egipto, cuenta con una amplia experiencia internacional y hasta hace unos meses era el secretario general de la Organización de la Cooperación Islámica, que reúne a 57 países y es el segundo mayor grupo intergubernamental del mundo tras Naciones Unidas.

“Creo en nuestra elección y en que vamos a ganar. Si todos nuestros ciudadanos que creen en el sistema parlamentario acuden a votar, (Ihsanoglu) puede ganar”, aseguró a la prensa tras la nominación Kemal Kilicdaroglu, líder del CHP.

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Erdogan y su AKP llevan desde 2002 inalcanzables en las urnas para la oposición. En los últimos comicios locales en marzo, y tras un año de protestas multitudinarias en su contra y un escándalo de corrupción, el AKP siguió siendo el partido más votado, con alrededor del 45% de las papeletas.

Esta imbatibilidad ha llevado al CHP a tratar de oponer la figura de un islamista tranquilo y razonable como Ihsanoglu a la de Erdogan, a quienes sus críticos acusan de autoritario y cuyos exabruptos y actitud agresiva dividen a la población entre quienes lo adoran y quienes no lo soportan.

Pero lo cierto es que pocos confían en las posibilidades de victoria de Ihsanoglu frente al volcánico y carismático primer ministro. Hasta ahora, el candidato del CHP y del MHP apenas era conocido por el gran público en Turquía, donde su reputación no es la de un político sino la de un académico. Autor de varios libros y fundador del departamento de Historia de la Ciencia en la Universidad de Ankara, Ihsanoglu es reconocido por su trabajo sobre el diálogo intercultural y las relaciones entre Occidente y el islam. Incluso el nombre de su cuenta en la red social Twitter es el de “Profesor Doctor Ihsanoglu” (@profdrihsanoglu).

Su nominación no gustó nada a buena parte del CHP y de sus votantes, por mucho que el candidato haya repetido públicamente en que “hay que dejar la religión fuera de la política”. “Hoy en día, la razón principal de los problemas en el mundo islámico provienen de la asociación entre la religión y los asuntos del Estado”, insistió también Ihsanoglu a la prensa hace unos días.

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