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Santos inaugura el nuevo Congreso con Uribe como senador

El presidente colombiano define al Parlamento como "el de la paz" frente a su predecesor, su más férreo opositor

Primera sesión del nuevo Congreso colombiano.
Primera sesión del nuevo Congreso colombiano.GUILLERMO LEGARIA (AFP)

Este 20 de julio, el día que Colombia celebra 204 años de su independencia de España, Juan Manuel Santos instaló el nuevo Congreso que lo acompañará en su segundo periodo presidencial y donde la oposición será mayor a la que tuvo en su primer mandato. A la oposición de izquierda (Polo Democrático) ahora se suma la llegada de una bancada de centro derecha que encabeza el expresidente Álvaro Uribe (del naciente Centro Democrático), su más férreo opositor. Por eso, Santos aprovechó el escenario político para llamar a sus opositores a la reconciliación, en una causa común como es cerrar medio siglo de conflicto armado, su principal bandera de gobierno.

Santos espera que este Parlamento sea crucial de firmarse la paz con la guerrilla de las FARC y también con el ELN, la segunda guerrilla del país. “La paz es el valor supremo de toda sociedad y en su construcción cabemos todos”, dijo y luego agregó a su mensaje conciliador que “no solo soy el presidente de los que votaron por mí, soy el presidente de los que no votaron por mí”. Incluso, recordó los logros de la selección de Colombia en el mundial de Brasil para afirmar que es posible trabajar unidos, por lo que llamó al nuevo parlamento el “congreso de la paz”, ya que tendría que aprobar leyes y modificar otras para hacer realidad los acuerdos a los que se lleguen en La Habana, lugar de las negociaciones con la guerrilla. Se sabe que es ahí donde Uribe y sus senadores darán las mayores peleas.

El expresidente y senador Álvaro Uribe.
El expresidente y senador Álvaro Uribe.Mauricio Dueñas Castañeda (EFE)

Además, el presidente colombiano anunció que su gobierno presentará al Congreso reformas que girarán sobre seis ejes: campo, la educación, la salud, la seguridad, el ambiente y la reforma de equilibrio de poderes. Dentro de estos, la noticia más importante fue la presentación de un proyecto que elimine la reelección presidencial y que permita la ampliación del período a “cinco o seis años”, sin que esto beneficie al actual mandatario. También invitó a todos los sectores a participar en estas reformas. “Los convoco a que juntemos nuestras manos y, con trabajo, voluntad y honestidad, sanemos las heridas y demos la bienvenida al porvenir en un ambiente de unidad y reconciliación”, afirmó.

Sin embargo, al mensaje de Santos le espera duros escollos. El principal es el movimiento de Uribe, cuya bancada que ni se inmutó ante los anuncios presidenciales, aplaudidos de pie por los miembros de la coalición de gobierno. La ecuación sobre las mayorías en el nuevo Congreso es diferente de la de hace cuatro años, cuando Santos tenía el apoyo de más del 80% de los senadores. Hoy, aunque sigue con mayoría, su coalición, que integran el partido de La U, Cambio Radical y el Liberal, suma 47 escaños de 102, es decir, menos de la mitad, por lo que necesitará hacer alianzas con otros partidos para poder aprobar cualquier proyecto que pase por ese recinto.

Esta es la primera vez que un expresidente de Colombia decide volver al ruedo político como senador (lo fue hace 20 años) y con él llega un movimiento de 19 senadores más a la cámara alta, la mayoría desconocidos y que Uribe ayudó a elegir en las legislativas del 9 de abril cuando con su solo nombre logró un poco más de 2 millones de votos. Con estos resultados, Uribe le pisó los talones al partido de Santos (La U), que logró 21 curules en el Senado.

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El grupo parlamentario de Uribe llamará a debate a los ministros de Interior, Defensa y Exteriores

De entrada, ha trascendido que el grupo de Uribe llamará a debate de control político a los ministros de Interior, Defensa y de Relaciones Exteriores, y también al comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, por el proceso de paz con las FARC que han cuestionado duramente afirmando que de firmarse la paz, será con impunidad. Precisamente, a este tema Santos también le dedicó parte de su discurso asegurando que “la paz que buscamos (con la oposición uribista) es, en esencia, la misma”, refiriéndose a que sea justa, sin impunidad y con verdad. Sin embargo, agregó que para que sea posible “tendremos que ceder algo pero será mucho menor que lo que ganamos como país”.

Pero si la derecha promete una oposición inclemente, la izquierda no se queda atrás aunque solo tenga ocho congresistas. El Polo Democrático ha dicho que hará control político aunque en el tema de la paz dará su espaldarazo al gobierno. Por ahora, uno de los blancos será el propio Uribe y la responsabilidad que tendría en el espinoso tema del paramilitarismo.

A este nuevo Congreso regresan figuras de larga trayectoria política del más alto nivel como el liberal Horacio Serpa y el exguerrillero del M-19 hoy del Partido Verde, Antonio Navarro Wolff. Los dos han sido candidatos a la presidencia, fueron copresidentes y coautores de la Constitución de 1991, que actualmente rige en el país suramericano y opositores del expresidente Uribe. Y continúa otro peso pesado, Jorge Enrique Robledo, el mayor opositor de Santos en su primer periodo y que obtuvo la mayor votación en las legislativas.

En las manos de este nuevo Congreso estarán temas tan polémicos como la participación en política de los desmovilizados de las guerrillas y el castigo que tendrán aquellos que han cometido delitos graves, incluidas penas alternativas a la cárcel, dos asuntos que rechazan de plano los uribistas. Un Congreso que, sin duda, será crucial en el segundo mandato de Santos que se posesionará el próximo 7 de agosto y para un país que aspira a terminar con una guerra que ha dejado más de seis millones de víctimas.

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