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Felipe VI participa en la conmemoración de la Primera Guerra Mundial en Bélgica

A los actos han sido invitados los países que se enfrentaron y el resto de Estados de la UE

Felipe VI saluda a los reyes de los belgas.Foto: reuters_live | Vídeo: l. d. (REUTERS) | EL PAÍS-LIVE!
Ignacio Fariza

El rey Felipe VI ha participado este lunes en Lieja (197.000 habitantes, Bélgica) en los actos de conmemoración del centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), que dejó más de 15 millones de muertos. La escenificación de la reconciliación entre los combatientes en la denominada Gran Guerra ha sido la nota predominante de un acto que ha servido como carta de presentación del Rey ante una mayoría de mandatarios europeos, tras haber visitado oficialmente el Vaticano, Francia, Portugal y Marruecos desde su proclamación. Más de 80 delegaciones, entre ellas las 28 de los Estados miembros de la UE, han participado en la ceremonia.

En la retransmisión de la televisión pública belga RTBF se ha podido ver a Felipe VI siguiendo la conmemoración junto al presidente alemán, Joachim Gauck, y al príncipe Guillermo de Luxemburgo. Antes del acto, el Rey —invitado a la ceremonia pese a que España no participó en la contienda— ha mantenido sendos diálogos con el presidente francés, François Hollande, con el primer ministro belga, Elio di Rupo, y con el heredero al trono británico, Guillermo de Cambridge.

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Las intervenciones de los jefes de Estado de Bélgica —el primer país en sufrir la invasión germana, en 1914—, Francia y Alemania y del príncipe Guillermo de Inglaterra se han centrado en la importancia del recuerdo de la Primera Guerra Mundial para la construcción de un futuro mejor para el continente europeo. "Hoy tenemos la Europa pacificada, unificada y democrática con la que nuestros abuelos soñaban", ha abierto el rey Felipe de Bélgica. "Sigamos mejorándola", ha espetado ante un público compuesto únicamente por invitados y entre fuertes medidas de seguridad.

A continuación, Hollande ha puesto el acento en el sufrimiento de los soldados y de la población civil en un mes —agosto de 1914— "especialmente mortífero" y ha recordado a los oficiales galos que perdieron la vida en Bélgica, país neutral hasta su invasión a manos de Alemania. "Bélgica, uno de los primeros campos de batalla de la Gran Guerra, cuenta con el reconocimiento eterno de Francia", ha subrayado el presidente francés. En su discurso, Hollande ha profundizado en la idea de una Europa en paz, pero no ha desaprovechado la oportunidad para poner el foco sobre la necesaria "asunción de responsabilidades" por los conflictos de Irak, Siria o Gaza. "No podemos, únicamente, evocar el culto a la memoria", ha subrayado.

Su homólogo alemán, Joachim Gauck, ha hecho un llamamiento a "no infravalorar el logro de la civilización europea" culminado con la edificación de la UE. Gauck, por su parte, ha echado la vista atrás para tildar de "injustificable" la invasión belga por parte del ejército de su país, Alemania. "Vivimos, ya desde hace un tiempo, en una Europa en paz", se ha congratulado en referencia al proceso de construcción del proyecto común.

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El representante de Reino Unido en el acto, el príncipe Guillermo, también dedicó parte de su discurso a honrar la memoria del pueblo belga. "Su resistencia es comparable a su sufrimiento. Su sacrificio tuvo una importancia capital en la victoria final", ha incidido al referirse a la oposición contra la ocupación germana. Pese a las continuas referencias históricas, el heredero al trono británico ha brindado unas palabras al conflicto de Ucrania que, a su juicio, "demuestra que la desestabilización sigue amenazando" al continente europeo.

El encargado de clausurar el acto ha sido el primer ministro belga, Elio di Rupo, que también ha dedicado parte de su discurso a desgranar los desafíos a los que se enfrenta la Europa actual. "No habrá paz posible sin respeto y tolerancia", ha recalcado. El todavía jefe de Gobierno belga ha afirmado sentirse "preocupado" por la "reanimación" las tensiones en el seno de la UE como consecuencia de la crisis y por "éxito" de los movimientos antieuropeos.

Además de las delegaciones de los Estados más destacados en ambos bandos, al acto —que ha destacado por el importante dispositivo de seguridad dispuesto por la organización belga, con unos 600 agentes de policía— han asistido los jefes de Estado de otros países contendientes como Austria, Armenia, Bulgaria, Montenegro, Rumanía o Serbia. A su término, los invitados han participado en un almuerzo oficial ofrecido por la casa real belga.

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Sobre la firma

Ignacio Fariza
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS. Ha trabajado en las delegaciones del diario en Bruselas y Ciudad de México. Estudió Económicas y Periodismo en la Universidad Carlos III, y el Máster de Periodismo de EL PAÍS y la Universidad Autónoma de Madrid.

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