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Los ciudadanos ingleses quieren mano dura con Escocia

La mayoría de los encuestados no quiere compartir la libra si gana la independencia en el referéndum

El primer ministro escocés, en primer plano, el 21 de agosto
El primer ministro escocés, en primer plano, el 21 de agostoJeff J Mitchell (Getty Images)

Los ingleses no quieren que Escocia se independice ni compartir la libra con una Escocia independiente, pero al mismo tiempo defienden que, si decide quedarse en Reino Unido, se reduzcan los actuales niveles de inversión pública del Tesoro británico en suelo escocés y que los diputados escoceses en Westminster no puedan votar en asuntos que no afecten directamente a Escocia. Curiosamente, el partido que más desdeña la actual unión entre Inglaterra y Escocia es el UKIP, cuyas siglas significan Partido de la Independencia de Reino Unido... respecto de la Unión Europea.

Esas son algunas de las conclusiones de la encuesta realizada por la Universidad de Cardiff (Gales) con la consultora YouGov entre casi 3.700 personas residentes en Inglaterra sobre su visión del referéndum de independencia escocés del día 18 de septiembre.

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El 59% de los encuestados se opone a la independencia, frente a un 19% que la apoya. En el caso de que finalmente Escocia votara a favor de marcharse de Reino Unido, un 53% de los ingleses cree que Escocia no debería seguir utilizando la libra (un 23% cree que sí); solo un 26% cree que el resto de Reino Unido debería apoyar a Escocia para que siga siendo socio de la UE y la OTAN, frente a un 36% que cree que no; pero un abrumador 69% opina que se debería poder viajar sin necesidad de pasaporte entre los dos países.

El 36% cree que Reino Unido tendría menos peso en el mundo sin Escocia (un 29% opina que no sería así) y solo un 10% cree que las relaciones entre Inglaterra y Escocia mejorarían con la independencia, frente a un 53% que opina lo contrario.

En el caso de que Escocia votara contra la independencia y se mantuviera dentro de Reino Unido, los ingleses no serían mucho más indulgentes. El 56% cree que la inversión pública en Escocia debería reducirse a los mismos niveles que en Reino Unido, (lo que exigiría que se recortara en un 10%), frente a tan solo un 12% que no está de acuerdo en recortar el gasto. El 62% cree que los diputados de las circunscripciones escocesas en Westminster no deberían votar en cuestiones que solo afectan a Inglaterra, frente a un 12% que se opone a esa restricción.

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Sólo un 26% cree que Edimburgo debería permanecer en la UE, según el sondeo

Sin embargo, los ingleses están a favor de dar más autonomía a Escocia si se queda en Reino Unido: un 42% (frente a un 25%) cree que debería tener control de los impuestos que se recauden en Escocia y un 40% (frente a un 26%) opina que el Parlamento escocés debería tener poderes sobre las políticas de bienestar social.

A juicio del profesor Richard Wyn Jones, de la Universidad de Cardiff, “la cuestión es si los votantes escoceses pueden confiar en las promesas que les han hecho sobre las consecuencias de votar no a la independencia cuando esas promesas no parecen tener el apoyo de la mayoría y la parte políticamente más importante de la Unión”. “Lo cierto es que los ingleses no parecen tener muchas ganas de ser complacientes con los escoceses, decidan lo que decidan en el referéndum”.

En términos de partidos políticos, los votantes conservadores y los del UKIP son los que más se oponen a compartir la libra con una Escocia independiente. El 81% de los votantes del UKIP quiere que los escoceses dejen de votar en Westminster asuntos exclusivamente ingleses; son los únicos que creen que un Reino Unido sin Escocia no perdería influencia en el mundo y creen también que, aunque pierdan los independentistas, las relaciones entre Inglaterra y Escocia empeorarán. “A medida que el partido madura, los seguidores del UKIP parecen apoyar cada vez menos la independencia de Reino Unido y parecen cada vez más el partido nacional de Inglaterra”, opina el profesor Charlie Jeffrey, de la Universidad de Edimburgo.

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