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Centroamérica presenta en la ONU un plan de contención migratoria

Los países del triángulo norte piden que no se ignore el “drama humano” tras la inmigración ilegal

El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, en la ONU.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, en la ONU.A. G. (EFE)

El drama de los cientos de miles y hasta millones de desplazados por conflictos sangrientos como el de Siria o Irak está resonando fuerte y claro entre los muros de la sede de Naciones Unidas estos días de Asamblea General en Nueva York. Pero, ¿dónde está el debate sobre las también decenas de miles de desplazados por el narcotráfico o la falta de oportunidades económicas de regiones como Centroamérica? Esa es la pregunta que ha lanzado este miércoles en su primer discurso ante la cita anual internacional el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández.

 “Así como lo pidió esta mañana el presidente Obama para enfrentar a los radicales, yo pregunto: ¿cuál es la diferencia entre los efectos causados por el terrorismo de los radicales fundamentalistas y el terrorismo de los que promueven el narcotráfico?”, inquirió el mandatario hondureño. Recordó que Centroamérica, como país de tránsito de drogas, se ha convertido en “uno de los principales campos de batalla de una guerra que no es nuestra, que no iniciamos y cuyas estrategias se deciden fuera de Honduras e involucran a los países consumidores de droga del norte y los productores en el sur”.

El plan presentado por Honduras, Guatemala y El Salvador ataca las causas de la migración irregular

“Hoy se habla de lo que sucede en otras regiones del mundo con niños, jóvenes, familias desplazadas por la guerra, la violencia y los extremismos radicales. Sin embargo, a poco se dice ahora de la situación que viven miles de familias en el triángulo norte de Centroamérica, no podemos permitir como seres humanos que quede en el olvido”, reclamó.

El discurso de Hernández, el primero de los presidentes de los países del triángulo norte de Centroamérica en subirse al podio de la ONU, quiso elevar a una plataforma global un debate que lleva meses realizándose a nivel regional, a raíz de la crisis migratoria —y política— que produjo en Estados Unidos a comienzos de verano la llegada masiva de menores indocumentados centroamericanos a sus fronteras.

A la par, Honduras, Guatemala y El Salvador —los principales países de origen de esta migración que sorprendió al gobierno de Barack Obama— están continuando su ofensiva para lograr que Washington libere más fondos para combatir en su raíz el problema de esta inmigración que, como dijo hoy Hernández, se centra en la pobreza y falta de oportunidades para los migrantes en sus países de origen.

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Los tres gobiernos han elaborado el Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte que, en cinco años, pretende atacar las causas estructurales de la migración irregular. El proyecto fue presentado al secretario de Estado norteamericano, John Kerry, por los cancilleres Hugo Martínez, de El Salvador, Mireya Agüero, de Honduras, y Carlos Morales, de Guatemala. En la reunión también participó la subsecretaria mexicana de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe, Vanessa Rubio.

“Con la implementación de este plan trinacional se pretende la focalización de esfuerzos en el territorio de las comunidades de origen de la población migrante, de tal forma que coadyuve a la generación de mejores condiciones para su arraigo y se desaliente la migración irregular que pone en riesgo su vida y seguridad”, explicó Martínez tras la cita con Kerry.

Una alta fuente del Departamento de Estado dijo, por su parte, que EE UU todavía no ha podido revisar todo el plan, pero subrayó que responde “exactamente lo que habíamos pedido que hicieran a estos países: trabajar con los vecinos y plantear lo que piensan que necesitan”.

La cita neoyorquina sirve de continuación al encuentro que Hernández y sus pares de Guatemala, Otto Pérez, y de El Salvador, Salvador Sánchez, sostuvieron el pasado 25 de julio en Washington con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para evaluar la crisis migratoria con los menores migrantes sin compañía, que se agravó desde mayo de este año.

La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos ha indicado que en los últimos 10 meses detuvo a un total de 66.127 menores migrantes sin compañía, lo que equivale a un incremento del 88% con respecto al mismo periodo del año pasado. Del total, más de 50.000 son oriundos del Triángulo Norte y unos 16.000 de México. Sin embargo, según el Departamento de Seguridad Nacional, desde mediados de junio —cuando empezaron a implementarse las fuertes campañas de “concienciación” a los dos lados de la frontera—, la cifra de menores que llegan solos a EE UU se ha reducido a niveles aún altos —más de 3.000 tan sólo en agosto—, pero mucho menores que en los meses previos y hasta por debajo de las cifras de 2013.

Los ejes son la creación de oportunidades económicas y la reactivación del sector productivo

Según la cancillería hondureña, el proyecto “pretende concertar esfuerzos en los próximos cinco años” para ejecutar las acciones “prioritarias” que enfrenten el problema migratorio “de forma integral a mediano plazo”. El proyecto, diseñado con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, “también prioriza la calidad y cobertura de la educación secundaria, de los servicios de salud y atención infantil y el acceso al agua y al saneamiento”, bajo “el compromiso y voluntad política” de las tres naciones de trabajar en conjunto, puntualizó. El programa define “los lineamientos estratégicos, los ejes temáticos, las acciones regionales y nacionales; y las causas estructurales que provocan la migración de niños, jóvenes y adultos hacia los Estados Unidos”, añadió.

Kerry y los tres cancilleres acordaron convocar, en una fecha a definir, una reunión entre representantes gubernamentales, de la iniciativa privada y de la sociedad civil “para profundizar sobre los diferentes aspectos de la propuesta y avanzar en la búsqueda de socios estratégicos para acelerar su implementación”, relató la cancillería de Tegucigalpa. 

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