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Turquía responde a los ataques del Estado Islámico en la frontera

El Parlamento debatirá dar permiso al Ejército para cruzar a Siria

El Ejército turco ha desplegado este lunes al menos 15 tanques y varios vehículos acorazados en la frontera con Siria y su artillería ha disparado hacia el lado sirio, después de que varios proyectiles, supuestamente lanzados por la milicia yihadista del Estado Islámico (EI), cayeran en territorio turco.

Tres personas resultaron heridas el domingo en un pueblo cercano a la frontera, en el distrito de Suruc, después de que un obús cayera en casa de las víctimas. La artillería del Ejército turco respondió a este incidente "del mismo modo”, según la agencia de noticias semipública Anadolu, aunque por el momento no hay más información.

En total, al menos siete proyectiles han caído en terreno turco en las últimas 24 horas procedentes del lado sirio. Se da por hecho que han sido disparados por la milicia del EI, que lleva dos semanas atacando la ciudad de Ayn el Arab (Kobane, en kurdo), situada justo en la frontera y que los yihadistas están bombardeando desde el sábado.

Excepto por el norte hacia el lado turco, combatientes del EI tienen rodeada Ayn el Arab y hoy han llegado a estar a apenas cinco kilómetros de la ciudad, según ha informado el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, que ha añadido que al menos 15 cohetes disparados por los yihadistas han caído en el centro de Ayn el Arab. La ciudad está siendo defendida por la milicia local kurda, las Unidades de Protección Popular (YPG, en kurdo), que están haciendo frente a los tanques y a la artillería pesada del EI con poco más que armas ligeras. La ofensiva de los yihadistas ha provocado que más de 160.000 personas hayan cruzado al lado turco como refugiados en los últimos 10 días, según las cifras del Gobierno de Ankara, que ya antes de este éxodo estimaba en cerca de 1,5 millones los refugiados sirios en Turquía.

El Estado Islámico ha declarado un califato en los territorios bajo su control en Siria e Irak, en los que ha impuesto un régimen suní radical y violento, según su estricta interpretación de la ley islámica, en el que personas de otras creencias religiosas y minorías étnicas han sido asesinadas o esclavizadas. La Agencia de la ONU para los Refugiados ha advertido que, si los yihadistas toman Ayn El Arab, el total de personas huidas durante esta crisis podría ascender a 400.000.

Las fuerzas aéreas de Estados Unidos y otros países miembros de la coalición contra el EI han continuado con los bombardeos contra posiciones yihadistas en Siria, pero apenas han atacado a esta milicia en las proximidades de Ayn el Arab, algo de lo que llevan días quejándose tanto las YPG como la población local y también los kurdos turcos al otro lado de la frontera.

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Permiso para que el Ejército turco entre en Siria

En los últimos días, el Gobierno turco ha endurecido sus mensajes contra el EI y está previsto que este jueves el Parlamento debata una moción que podría dar permiso al Ejército para cruzar a territorio sirio, además de renovar el que ya existe para que entre en Irak.

“Vamos a mantener conversaciones con todas las instituciones relevantes esta semana. Indudablemente, [Turquía] va a estar donde necesite estar”, declaró el domingo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. “No podemos quedarnos fuera” de las operaciones de la coalición internacional, insistió Erdogan. Por su parte, el primer ministro, Ahmet Davutoglu, llamó a los combatientes del EI “bárbaros” y aseguró que “ISIL (como se conocía antes al EI) no puede conectarse con el islam”.

Hasta ahora, Ankara había rechazado participar en la campaña militar liderada por Estados Unidos contra los yihadistas. Tras la liberación hace unos días de 46 rehenes turcos en manos del EI, Turquía parece más decidida a unirse a las operaciones y ha pedido a la coalición el establecimiento de una zona tampón y de exclusión aérea en el lado sirio de la frontera, donde Ankara querría reubicar y dar asistencia humanitaria a parte de los refugiados actualmente en territorio turco.

Sin embargo, en la zona de la actual crisis la población mayoritariamente kurda desconfía del Gobierno y cuesta encontrar a alguien que no lo acuse de haber apoyado al Estado Islámico y hasta de enviar armas a los yihadistas. Además, en los últimos días miles de kurdos llegados desde diferentes partes de Turquía han intentado cruzar la frontera para luchar junto a las YPG. Esto ha provocado enfrentamientos con las fuerzas de seguridad turcas, que temen que se trate de miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, en kurdo) o que vayan a acabar uniéndose a la milicia de este.

El PKK se alzó en armas contra Turquía en 1984 y el conflicto ha causado más de 40.000 muertes, la mayoría de militantes kurdos y también población civil. Aunque actualmente ambas partes están negociando en un frágil proceso de paz, la desconfianza es grande y mutua y buena parte de la población kurda en Suruc ya daba por finalizado el proceso de paz. Considerado una organización terrorista por Turquía, la Unión Europea y Estados Unidos, en las últimas semanas combatientes del PKK han contribuido a frenar a los yihadistas en Irak y también se están enfrentando a ellos en Siria.

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