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“Sin policías se recuerda mejor Tlatelolco”

La marcha en memoria de la matanza estudiantil de 1968 en México transcurre por primera vez sin supervisión policial

Juan Diego Quesada
Un dirigente del 68 habla en el Zócalo del DF.
Un dirigente del 68 habla en el Zócalo del DF. SAÚL RUIZ

La marcha en recuerdo de la matanza de Tlatelolco —el asesinato de decenas de jóvenes que reclamaban más democracia durante los años en que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ejercía el poder hegemónico del país y ocurrida días antes de que iniciasen los JJ OO de México 68— llegaba este año con los ánimos encendidos. Por la muerte de tres estudiantes de magisterio en Guerrero (sureste del país) y la movilización masiva de alumnos del Instituto Politécnico Nacional (IPN, uno de los principales centros de educación pública del país, con una matrícula de 160.000 alumnos), que se oponen al nuevo reglamento interno. La manifestación, sin embargo, discurrió por el centro histórico de la Ciudad de México con normalidad, salvo por algunos incidentes puntuales de radicales que rompieron cristales y realizaron pintadas.

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El recorrido, como casi cada año, abarcó desde la Plaza de las Tres Culturas, donde los militares masacraron a punta de metralleta a los estudiantes en aquella fatídica fecha, hasta el Zócalo, la plaza más emblemática del país. El veterano dirigente estudiantil Félix Hernández Gamundi destacó allí que esta conmemoración era histórica porque por primera vez se realizó sin vigilancia por parte de las autoridades. En años anteriores, el encontronazo entre policías antidisturbios y los radicales que se autodenominan anarquistas era el detonante de los enfrentamientos. El Gobierno esta vez despejó de uniformados las calles por donde iban a transitar los manifestantes. "Sin polis se recuerda mejor Tlatelolco", opinaba Rosa Santiago, una manifestante.

En nombre del Comité del 68, Hernández Gamundi señaló que no descansará hasta conseguir que el expresidente Luis Echeverría Álvarez se siente en el banquillo y responda por aquellos asesinatos. Según él, existen 54 investigaciones abiertas por lo ocurrido y en 52 aparece como implicado Echeverría. El mandatario, de 92 años, pasó en su día dos años bajo arresto domiciliario pero al final las acusaciones contra él nunca se concretaron. “Es una lucha por la justicia. Si seguimos tolerando que haya impunidad, no va a haber democracia”, añadió el líder estudiantil.

La marcha, en la que además de estudiantes participan los sindicatos de maestros y electricistas, arrancó sobre las cuatro de la tarde. La lluvia que comenzó a caer no amilanó a los miles de manifestantes que caminaron profiriendo cánticos en memoria de los fallecidos y entonando otros lemas habituales de la izquierda mexicana, como las criticas al PRI —el partido que, tras perder el poder en 2000 después de mantenerlo ininterrumpidamente durante 71 años volvió a la Presidencia en 2012— y sus figuras históricas como los expresidentes Carlos Salinas de Gortari y Gustavo Díaz Ordaz. "Masacres, desapariciones… el movimiento popular estudiantil sale a la calle para alzar la voz. ¡2 de octubre no se olvida, es la lucha combativa!”, arengaban los del Comité del 68 a los participantes. Se pedía justicia para el doctor José Manuel Mireles, el líder de las autodefensas detenido en junio pasado, y libertad para los dirigentes indígenas yaquis (un pueblo indígena en el norte del país), que están encarcelados.

Es una lucha por la justicia. Si seguimos tolerando que haya impunidad, no va a haber democracia
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Las menciones a la figura de Raúl Álvarez Garín, uno de los líderes del 68 fallecido hace unos días, fueron constantes. La cabecera de la marcha sostenía una pancarta con su imagen. En la entrada del Zócalo, los habituales vendedores ambulantes esperaban con libros sobre Mao Tse-tung, biografías de Rosa Luxemburgo y camisetas del Ché Guevara y el subcomandante Marcos. Los estudiantes de la UNAM y el Politécnico entraban a la carrera bordeando la plaza y arengando a los suyos. Una orquesta que esperaba la llegada de los participantes tocó el vals mexicano Dios nunca muere en memoria de Álvarez Garín. “Raúl vive”, dijo un speaker al acabar la música.

Los manifestantes fueron muy críticos con el Gobierno de Enrique Peña Nieto (que pertenece al PRI) y a las reformas estructurales que ha llevado a cabo durante su gestión. “¡Solo sirven al gran capital!”, coreaban los presentes. Buena parte del protagonismo lo acapararon los estudiantes del Politécnico, la segunda universidad pública más importante del país. Estos han recogido muchos apoyos de la sociedad civil y cuentan con el respaldo de otras importantes instituciones educativas. El martes se manifestaron en las calles de la Ciudad de México y en un momento dado acabaron rodeando el edificio de Gobernación, el Ministerio del Interior mexicano. En un hecho sin precedentes, el ministro Miguel Ángel Osorio Chong bajó a la calle para hablar con ellos y asegurarles que escuchará sus peticiones. El gesto de Osorio Chong se interpretó como una forma de apaciguar los ánimos de cara a esta fecha que, efectivamente, transcurrió sin altercados.

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Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.

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