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Un rumor recorre Brasil

El estado de salud del empresario Alberto Youssef generó fuertes especulaciones tras ser ingresado por problemas cardíacos

Un hombre con camisa amarilla vota en una escuela en Brasilia.
Un hombre con camisa amarilla vota en una escuela en Brasilia.UESLEI MARCELINO (REUTERS)

Los brasileños decidieron madrugar este domingo para encarar el final de la disputa más reñida desde 1989. Los millones de votantes no conocerán hasta dentro de un rato quién será el presidente de la República en los próximos cuatro años, tras una campaña pesada y agresiva entre las dos partes. En medio de la división del país, crecen las especulaciones de todo tipo, amplificadas por las redes sociales.

Un rumor sobre el cambista y delator del caso de corrupción en Petrobras, Alberto Youssef —especializado en blanqueo de dinero—, comenzó a correr de boca en boca esta mañana. "¿Viste que mataron al cambista?", pregunta un votante a otro en la cola de un colegio electoral en Brasilia. En las redes sociales y en los mensajes de WhatsApp el asunto es el mismo. "Envenenaron a Alberto Youssef, murió de madrugada, pero están ocultando la información para no interferir en la elección presidencial", dice un texto firmado por un supuesto médico. En otro mensaje, de quien dice ser un periodista, la causa de la muerte será anunciada como ataque cardíaco, aunque haya sido envenenado.

Pero Youssef está vivo, según informó la Policía Federal y confirmó en un comunicado la Secretaría Municipal de Salud de Curitiba, del Estado de Paraná, que aseguró que padecía una angina. En el documento, el organismo aseguró que el empresario entró en el hospital con dolores torácicos, pero estaba lúcido y con datos vitales estables. El ministro Luiz Fux, del Tribunal Supremo Electoral, señaló que, además de libertad de expresión, el ciudadano tiene el derecho de información. "Pero cada quien puede creer lo que quiera".

Para la Policía Federal, el hecho no ha sido más que un rumor. Youssef, que estaba arrestado en la prisión federal de Paraná, fue ingresado en un hospital de la capital paranaense en la madrugada del viernes con dolores en el pecho. Según la policía, esta es la tercera vez que tiene que ser hospitalizado por problemas cardíacos.

Youssef fue arrestado bajo sospecha de integrar una banda que desvió unos 10.000 millones de reales (4.000 millones de dólares) de la petrolera estatal Petrobras, la mayor compañía de Brasil. El personaje ganó más relevancia durante la pasada semana, tras acusar a la presidenta Dilma Rousseff y al expresidente Lula da Silva (ambos del Partido de los Trabajadores) de conocer todos estos enjuagues y desvíos de dinero, según informó la revista Veja. Los dos políticos lo negaron.

El rumor de la muerte motivó al menos dos notas a la prensa por parte de la Policía y declaraciones de ministros del Tribunal Superior Electoral. "Nos preocupamos de todo lo que pueda interferir en las elecciones, pero ¿hay algo que podamos hacer sobre esos rumores? No.", dijo el corregidor del TSE, João Otávio de Noronha. El presidente del tribunal, José Antônio Dias Toffoli, señaló que si algún partido o candidato se siente golpeado por la noticia, aunque sea falsa, debe recurrir a los tribunales.

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Lejos de los rumores, otros brasileños quisieron expresar su voto a través de la ropa. En São Paulo, aprovecharon la mañana para correr, andar en bicicleta y votar, vistiendo azul por el PSDB, o rojo por el PT. En las principales avenidas se veían pocas banderas de los partidos. En la ciudad que es más favorable a Neves, el número de personas vestidas de azul sdestacaba. Sus electores también llevaron camisas de la selección brasileña.

En Sorocaba, en el interior del Estado, la polarización de los electores quedaba clara por los coches con pegatinas y banderas del PT que pasaban por las esquinas con militantes del PSDB recogiendo banderas de Neves. Ya en Campinas, a 90 kilómetros de la capital paulista, el clima este domingo era tranquilo. En la región céntrica de la ciudad, algunas pocas personas circulaban próximas a las escuelas vistiendo camisa roja y con pegatinas de Dilma en el pecho. Las calles estaban limpias y sin manifestaciones de militantes.

En Brasilia, el movimiento de electores era mayor en los lugares destinados a la justificación de ausencias que en los centros de votación. Eso porque en los comicios de este año el Tribunal Regional Electoral do Distrito Federal concentró los centros para justificación en 40 de los 599 lugares de votación. Al contrario de lo que ocurrió en la primera vuelta, las calles estaban limpias. No había panfletos ni pegatinas en el suelo o pegados en los postes y paredes. Aun así, había muchos electores que dejaban claro en que votarían. Varios de ellos, con camisas con las fotos o con los números de los dos candidatos.

El comerciante João Hilário, de 45 años, era uno de esos electores. Al lado de su mujer y de sus dos hijas, vestía una camisa de la selección brasileña adornada por pegatinas de Aécio. "Vine a cumplir mi deber cívico de cambiar el país de verdad", dijo al salir de una de los mayores centros de votación de la capital federal.

A pocos metros de él estaba un elector de Rousseff, el estudiante Rafael Souza, de 21 años. Vistiendo una camisa roja, con la estrella del PT y un sombrero de cuero, explicó el sentido de su voto de esta manera: "Quién es de Brasilia, no necesita del PT. Voto por los más pobres, por mi familia del Norte y del Nordeste".

Ya en el Río de Janeiro, tercer colegio electoral tras São Paulo y Minas Gerais, los más de 12 millones de electores convocados para las urnas comenzaron a desfilar por los centros de votación en la primera hora de la mañana en un clima de normalidad. La afluencia de electores en los centros de votación portando adhesivos de los candidatos a la presidencia era notable.

En un centro del barrio de Botafogo, Maria Luiza Egrejas, electora de Aécio, dijo que "Brasil necesita un cambio radical en la conducción de la economía y por eso vengo a dar mi apoyo a Aécio". Poco después, Ronaldo Vitarelli, enrollado en la bandera del Brasil, aseguraba que "Río tiene el deber de defender posiciones liberales y no permitir que haya retrocesos en las conquistas obtenidas hasta aquí. Mi voto es para Dilma", finalizó.

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