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Centroamérica quiere ser la próxima ‘historia de éxito’ del continente

EE UU promete su apoyo al plan de Honduras, Guatemala y El Salvador para mejorar su economía y frenar la migración masiva

Silvia Ayuso
Presentación en el BID del plan para el Triángulo Norte de Centroamérica
Presentación en el BID del plan para el Triángulo Norte de Centroamérica Susan Walsh (AP)

Transformar en oportunidad una crisis como la que supuso la llegada de decenas de miles de menores centroamericanos no acompañados a Estados Unidos el pasado verano. Esa es la meta de los presidentes de Guatemala, El Salvador y Honduras, que llamaron este viernes en Washington a sus socios internacionales, empezando por EE UU, a que les ayuden a realizar reformas estructurales que les permitan mejorar la calidad de vida en sus países y frenar así la migración masiva.

La “hoja de ruta” para ello es el Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte, un proyecto de largo plazo para contener la migración con medidas en los países de origen de ésta. Se basa para ello en cuatro ejes: además de aumentar la seguridad, busca dinamizar el sector productivo con inversiones en infraestructura y mejora de la eficiencia energética, así como desarrollar el capital humano con una mejor educación y el fortalecimiento institucional, con especial hincapié en la lucha contra la corrupción.

“Es una tarea ambiciosa, pero posible y realizable”, sostuvo el presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, al presentar junto con sus colegas de Guatemala, Otto Pérez Molina, y de Honduras, Juan Orlando Hernández, su plan conjunto en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Entre los que escuchaban atentamente estaba el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, así como representantes del sector privado cuya ayuda los mandatarios consideran indispensable para lograr su proyecto en cinco o diez años.

“Si EE UU, el BID y otros están dispuestos a apoyarnos en esto, yo quiero darles la garantía que ya nosotros estamos haciendo un extraordinario aporte”, dijo Hernández.

Un guante que Washington ya ha recogido.

“Estados Unidos está listo para asociarse con Centroamérica para lograr resultados tangibles”, aseguró Biden.

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“No veo razón alguna por la que Centroamérica no pueda convertirse en la próxima gran historia de éxito del hemisferio”, agregó y recordó que la región cuenta con experiencias similares, las de Colombia y México, países que también están proporcionando ayuda técnica a los centroamericanos.

“Colombia nos mostró que el apoyo internacional importa, pero que el ingrediente clave no es el dinero sino la voluntad política de hacer cosas extremadamente difíciles”, señaló. Y ahora que “estamos viendo la voluntad política, todos en la región tenemos que dar un paso adelante y ayudarlos”, afirmó.

Los gobiernos responsables del plan han querido expresamente evitar hablar de cifras concretas de su coste para que el éxito del mismo no se estime únicamente en el dinero que se ha querido recaudar. No obstante, a nadie este viernes se le escapaba que el precio será alto, motivo por el cual el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, llamó a gobiernos y empresarios a arrimar el hombro en este “momento histórico” y clave para la región.

“No debemos perder el impulso”, subrayó Moreno, a quien los presidentes centroamericanos solicitaron este viernes que el BID siga actuando como “secretaría técnica” del Plan que el organismo regional ayudó a elaborar.

“Debemos actuar rápidamente para construir una coalición de aliados dispuestos a tomar riesgos y a mantener su apoyo a esta propuesta a largo plazo” porque un triángulo norte próspero y estable “beneficiará a todas las Américas”, aseguró.

El Plan de la Alianza para la Prosperidad nació después de que, a finales de julio, el presidente Barack Obama reuniera en la Casa Blanca a sus colegas centroamericanos para debatir medidas inmediatas para detener el flujo de menores migrantes, que en el año fiscal 2014 (que acabó en septiembre) sumó más de 68.000 menores no acompañados, en su mayoría de los tres países centroamericanos.

Las campañas de concienciación e información emprendidas en los países de origen de la migración, así como las operaciones para detener a los “coyotes”, entre otros, lograron que el número de menores no acompañados se redujera sustancialmente. Pero en la cita, Obama también les pidió a los presidentes centroamericanos un plan más ambicioso para frenar este flujo también a largo plazo. La iniciativa ahora presentada trata de responder a esta demanda y de convertir en oportunidad lo que comenzó como una crisis.

“Lo importante que tenemos que rescatar de esta situación es que esa crisis está produciendo una gran oportunidad (…) para lograr que nuestros ciudadanos sientan que tienen una posibilidad de vivir con dignidad, como se merecen, en nuestros propios países”, resumió el presidente guatemalteco Pérez Molina.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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