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Rusia firma un nuevo tratado con Abjazia y se afianza en el mar Negro

Los líderes de Georgia lo consideran como parte de un proceso de anexión

Pilar Bonet
Protesta contra el presidente ruso, en la capital de Georgia el 15 de noviembre
Protesta contra el presidente ruso, en la capital de Georgia el 15 de noviembreV. SHLAMOV (AFP)

Rusia reforzó el lunes sus vínculos con Abjazia, (territorio del litoral del mar Negro desgajado de Georgia al desintegrarse la URSS), mediante un nuevo tratado bilateral que fue firmado por el presidente Vladímir Putin y su colega abjazo, Raúl Jádzhimba en Sochi. El documento es una iniciativa rusa, que fue presentada tras la elección de Jádzhimba el pasado agosto, y sustituye a otro tratado suscrito en 2008, después de que Moscú reconociera como Estado a Abjazia, un territorio con 220 kilómetros de costa, que rechazó a las tropas enviadas por Georgia para someterlo en una sangrienta guerra en 1992-1993.

Rusia tiene bases militares en Abjazia y ha construido una infraestructura fronteriza para protegerla de Georgia. Los dirigentes georgianos han protestado ante el nuevo tratado, al que consideran como parte de un proceso de anexión. El documento contempla la creación de un espacio de defensa común ruso-abjazo, la integración de Fuerzas Armadas y la coordinación de la política exterior, así como la apertura de la frontera ruso-abjaza (ruso-georgiana para la ONU) por el río Psou. Rusia financiará la modernización del Ejército de Abjazia.

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En su versión inicial, el documento dividió a la élite política de Abjazia, donde residen menos de medio de personas y donde el sentimiento nacionalista tiene fuerte arraigo, no solo frente a Tbilisi, sino también frente a Rusia, que contribuye económicamente a su mantenimiento. El lunes, en Sujum, la capital de Abjazia, se celebró una manifestación a favor del tratado y otra, menos concurrida, en contra. La versión ahora firmada contempla algunos compromisos en relación a las ambiciones rusas iniciales. Así por ejemplo, se renunció al término “integración” que Rusia quería ver en el título del tratado, denominado ahora de “alianza y asociación estratégica”. También se han respetado la oposición a facilitar la ciudadanía abjaza a los ciudadanos rusos (lo que les llevaría al privilegio de poder comprar tierra), pero se facilita que los abjazos puedan adquirir la nacionalidad rusa. El documento tiene una duración de diez años y puede ser prolongado de cinco en cinco, en lugar del carácter indefinido que Rusia pretendía.

A cambio de formar un grupo de tropas común y de armonizar la política exterior, Abjazia recibe también prestaciones materiales y subsidios. Rusia incrementará las pensiones para los ciudadanos rusos (abjazos con pasaporte ruso en su mayor parte) residentes. “Abjazia está interesada en incrementar su reconocimiento internacional y en participar en procesos de integración iniciados por Rusia en el espacio postsoviético”, dijo Jádzhimba durante la ceremonia de la firma del tratado. Por su parte, el presidente Putin afirmó que Moscú dará a Abjazia 5.000 millones de rublos (algo más de 90 millones de euros) este año, lo que supone más del doble de lo que le venía dando hasta ahora, según la Agencia Itar Tass. Además, Rusia invertirá 4000 millones de rublos anuales en un programa de desarrollo para la construcción de infraestructura de transporte y de viviendas. Abjazia se ha comprometido a armonizar su legislación con la del Unión Económica Euroasiática y su legislación presupuestaria con la de Rusia. En Sochi, el lunes, el presidente Putin anunció además la “formación consecuente” de un grupo de tropas rusas en Crimea, según informa Itar-Tass, dando cuenta de una reunión del jefe del Estado ruso con el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y el jefe del Estado mayor, Valeri Gerásimov, y otros altos cargos militares.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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