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Un refugiado iraní radical condenado por amenazas a familiares de soldados

Man Haron Monis, el secuestrador de Sídney, ha sido acusado del asesinato de su exmujer

El secuestrador de Sídney, tras ser condenado por enviar cartas amenazantes a familiares de soldados.Foto: reuters_live | Vídeo: EFE/ REUTERS-LIVE!

El secuestrador que ha mantenido durante horas cautivas a una decena de personas en una cafetería en pleno centro financiero de Sídney no era un extraño para la policía y la justicia australianas. Man Haron Monis, un refugiado iraní radicalizado de unos 50 años, fue condenado en 2012 por enviar cartas amenazantes y ofensivas contra los familiares de ocho soldados australianos muertos en Afganistán, según informa Reuters citando a medios locales. El captor, que obligó a los rehenes a mostrar una bandera con el lema "No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su profeta”, ha sido además acusado de agresión sexual y del asesinato, como cómplice, de su exmujer. El que fue su abogado da cuenta de su integrismo: "Su ideología es tan fuerte y poderosa que nubla su sentido común y su objetividad", ha declarado a la cadena local ABC. La policía ha confirmado que el ataque es obra de un lobo solitario: Monis, que ha muerto cuando era trasladado al hospital tras la operación policial, actuó solo.

El refugiado se autodescribía como clérigo, según cuenta el diario Sydney Morning Herald, y como "curandero espiritual", y era conocido también como jeque Haron y Mohamad Hasan Manteghi. Nació en Irán y llegó a Australia en 1996; en la actualidad vivía en Bexley North, al sur de Sídney. En su página web [sheikhharon.com, según informa el diario australiano, aunque el acceso a la misma da error a esta hora] se ha comparado al fundador de Wikileaks, Julian Assange, al asegurar que los últimos cargos que se le imputan por agresión sexual tienen "motivos políticos". En el site pueden verse también, según Reuters, imágenes de niños que identifica como víctimas de bombardeos australianos y estadounidenses.

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El captor intentó el viernes pasado que un tribunal le retirara los cargos por el envío de esas misivas, pero no lo consiguió. Monis fue condenado a 300 horas de servicios comunitarios y quedó bajo una fianza de dos años de "buena conducta" por el envío de cartas ofensivas con la ayuda de su novia, Amirah Droudis. Las cartas iban dirigidas a las familias del soldado Luke Worsley y del cabo Jason Marks, muertos en Afganistán en 2007 y 2008. El autodenominado clérigo también envió en 2009 una carta a la familia de Craig Senger, un alto cargo que murió en un atentado con bomba en el hotel Marriot en Yakarta en 2007.

En su defensa de las misivas, Monis argumentó que eran su propia versión de una "tarjeta de condolencias" y que solo quería persuadir a las familias para que rechazaran el despliegue militar de Australia en Afganistán. Durante el proceso judicial que le condenó por las cartas, declaró a los periodistas: "Este bolígrafo es mi dios. Y estas palabras son mis balas. Lucho con estas armas contra la opresión, para promover la paz".

En su web, Monis se describe como un antiguo "rafidi (infiel)". "Pero ya no lo soy. Ahora soy un musulmán", señala, al tiempo que advierte que no detendrá su "actividad política contra la opresión". "Al no poder tolerar el Gobierno australiano la actividad del jeque Haron, está intentado dañar su imagen con estas acusaciones falsas y también poner presión sobre él para que deje sus actividades y se mantenga en silencio pero, Dios mediante, Man Haron Monis no detendrá su actividad política contra la opresión", escribió. Muy activo en la Red, su página en Facebook, según la cabecera australiana, ha sido cerrada este lunes tras haber conseguido 14.725 "me gusta".

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En la actualidad estaba en libertad bajo fianza por otros dos casos distintos. En noviembre de 2013 fue acusado como cómplice en el asesinato de su exmujer Noleen Hayson Pal, que fue apuñalada y quemada viva en un bloque de apartamentos.

Meses después, en abril de 2014, fue acusado de agresión sexual a una mujer en Sídney en 2012. La noticia de su detención por esa agresión durante su etapa como "curandero espiritual", hace una década, llevó a más víctimas a denunciar el trato recibido, por lo que en octubre se le imputaron 40 acusaciones más por este caso.

Manny Conditsis, su abogado en la causa por el asesinato de su exmujer, había apuntado que era un hombre aislado. El letrado, que asegura que el refugiado sufrió malos tratos en su etapa en la cárcel, cree que el secuestro ha sido el acto desesperado de alguien que ya tiene difícil escapar de sus graves problemas: "Sabiendo que estaba en libertad bajo fianza por delitos muy graves, a sabiendas de las cosas terribles que le ocurrieron mientras estuvo en prisión, creo que tal vez haya pensado que no tenía nada que perder".

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