_
_
_
_
_

La presidenta de Petrobras pone su cargo a disposición de Rousseff

La dirigente de la mayor empresa brasileña, asediada por casos de corrupción, sigue contando con la confianza de la presidenta

Graça Foster, en el centro, el miércoles ante la prensa
Graça Foster, en el centro, el miércoles ante la prensaEFE

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, mantiene su confianza en la presidenta de Petrobras, Graça Foster, a pesar del gigantesco escándalo de corrupción (calculado en miles de millones de dólares) que envuelve a la petrolera estatal y ha provocado, entre otros daños, grandes pérdidas en el valor de la compañía. “Permaneceré como presidenta de Petrobras mientras cuente con la confianza de la Presidencia [de la República], y ella [Rousseff] considera que debo continuar”, afirmó Foster en una rueda de prensa celebrada el miércoles en la sede de la compañía en Río de Janeiro. Según Foster, la actual prioridad de la compañía es rescatar la confianza de los inversores y “elevar la moral” de sus 85.000 empleados, “afectada” por las constantes denuncias que pueblan la prensa nacional e internacional desde hace nueve meses.

Las diversas presiones para que Foster y la plana mayor de la empresa más grande del país dimitan por su responsabilidad u omisión en las graves corruptelas descubiertas parecen haber hecho mella en su máxima dirigente, que reconoció haber puesto el cargo a disposición de Rousseff (que fue, a su vez, presidenta del Consejo de Administración de la compañía entre 2003 y 2010). El valor de mercado de la estatal ha caído cerca de un 40% este año, fruto entre otros factores de un caso que afecta de cerca, entre otros, a numerosos políticos aliados del Gobierno de Rousseff, cuyo segundo mandato comienza el próximo 1 de enero. En el marco de la operación Lava Jato, 39 personas (entre ellas dos ex directores de Petrobras y algunos de los empresarios constructores más poderosos del país, presos desde hace cinco semanas) están ya imputados formalmente por corrupción activa y lavado de dinero.

Graça Foster reveló haber abordado con otros altos ejecutivos de la compañía la opción de una renuncia colectiva para allanar la vuelta a la normalidad de la petrolera. “Lo más importante es Petrobras”, aseveró; “el objetivo [de una posible renuncia colectiva] sería no trabar la divulgación del balance”. La compañía retrasó la publicación de su balance operativo y financiero del tercer trimestre, prevista para el pasado 31 de octubre, después de que el auditorPricewaterhouseCoopers se negase a validarlo sin haberse completado antes la investigación sobre la corrupción interna. Foster destacó “la necesidad” de evaluar si los desvíos monetarios han afectado a sus cuentas; la emisión del informe está prevista ahora para finales del mes de enero.

Según Foster, el valor de mercado da Petrobras no ha disminuido solamente por los efectos de la Lava Jato y la desconfianza generada, sino también por factores exógenos como la desvalorización del real frente al dólar o el desplome del precio del petróleo. La presidenta de la estatal afirma que este caso de corrupción servirá como “aprendizaje” y recordó la contratación de dos bufetes de abogados (uno brasileño y otro de Estados Unidos, donde la compañía también es investigada por presuntas irregularidades) para efectuar una investigación independiente y “apolítica”.“Queremos que nuestra forma de administrar vuelva a ser respetada”, concluyó.

Foster indicó que no tuvo conocimiento de las denuncias de corrupción contra Petrobras hasta este mismo año y negó haber sido alertada en 2009, 2011 y 2012 por una exempleada de la empresa, Venina Velosa da Fonesca, como publicó el pasado fin de semana el diario Valor Económico.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_